Estados Unidos y la OTAN expanden la guerra de Afganistán al Cuerno de África y al Índico (2 de 2)


La administración Obama ha emprendido un nuevo despliegue militar tanto en el Medio Oriente, en el Este de África así como en Asia. En todos estos lugares su propaganda está creando conflictos ficticios, y si estos conflictos en realidad no existen, el ejército estadounidense se encarga de crearlos bombardeando a las poblaciones civiles indefensas para luego acusarlos de terroristas de Al Qaida y proseguir en un engranaje de guerra y desgaste que tanto les favorece para implantar nuevas bases para sus tropas.



Estados Unidos y la OTAN expanden la guerra de Afganistán al Cuerno de África y al Índico (2 de 2)
A finales de octubre del año pasado el Secretario General de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen estuvo en los Emiratos Árabes Unidos [UAE, en sus siglas en inglés] para coordinar a los miembros de la Iniciativa de Cooperación de Estambul de la OTAN para una futura confrontación con Irán.
En una conferencia sobre las Relaciones OTAN-UAE y Futuras Perspectivas de la Iniciativa de Cooperación de Estambul amplió su misión a reclutar a las monarquías del golfo Pérsico para la siempre en aumento Guerra del Gran Afganistán: «Tenemos un interés común en ayudar a países como Afganistán e Iraq a volverse a levantar, en fomentar la estabilidad en Oriente Medio...y en impedir que países como Somalia y Sudán se deslicen más hacia el caos».
Dos meses antes se informó de que «unos 75 miembros del ejército estadounidense y civiles se dirigirán a las islas Seychelles en las próximas semanas para organizar... operaciones [con aviones] Reaper, que empezarían en octubre o noviembre. El Comando de África estadounidense llama a la misión dirigida por la Marina Ocean Look. Estados Unidos instalará la base de los [aviones] Reapers (que se utilizarán para servicios de inteligencia, vigilancia y reconocimiento) en el aeropuerto regional de Mahe en las Seychelles...».
El [avión] Reaper es el más novedoso vehículo aéreo (drone) no tripulado «cazador-asesino» del Pentágono equipado con quince veces más potencia de fuego y que vuela a tres veces la velocidad de su Predador precursor, utilizado con un efecto devastador en Pakistán y Somalia.
El pasado mes de octubre rebeldes somalíes afirmaron haber abatido un drone estadounidense y «residentes locales informan rutinariamente de aviones sospechosos de ser drones estadounidenses sobrevolando [su ciudad]. Se cree que los drones salen desde barcos de guerra situados en el océano Índico».
El estacionamiento permanente de fuerzas militares estadounidenses en las islas Seychelles forma parte de un modelo de los últimos años de establecer tropas estadounidenses para manejar baterías de misiles, radares para interceptar misiles, bases aéreas, bases de contrainsurgencia y otras instalaciones en países en los que su presencia habría sido inconcebible hace unos pocos años: Afganistán, Colombia, Bulgaria, Djibouti, Irak, Israel, Kirguizstán, Mali, Polonia y Rumanía.
Un informe del 7 de enero afirma que Estados Unidos planea establecer una base aérea en Yemen, en el archipiélago Socotra del océano Índico.
Más tarde se reveló que «además de los aviones no tripulados, el ejército estadounidense está considerando establecer la base de la patrulla de aviones Navy P-3 Orion en las Seychelles por un tiempo limitado. Como el Reaper, el Orion puede vigilar una amplia región...».
Una fuente de noticias de Oriente Medio informó de la siguiente manera sobre estos hechos: «Estados Unidos está llevando esta empresa militar en África a nuevos niveles en medio de sospechas de que Washington podría estar promoviendo, sin embargo, otra agenda oculta. Se espera que operativos estadounidenses lancen aviones de vigilancia no tripulados sobre el territorio de las Seychelles desde barcos estadounidenses situados en sus costas, en lo que Washington afirma son [despliegues] con el objetivo de espiar a los piratas somalíes... Pretextos similares se utilizaron para justificar la invasión estadounidense de Afganistán, los ataques con misiles en Pakistán y sus cada vez menores operaciones militares en Irak... Washington también ha empezado a equipar a Mali con vehículos militares y equipamiento de comunicación por valor de 4,5 millones de dólares estadounidenses, en lo que se informa que es una creciente implicación estadounidense en África».
A Estados Unidos no le llevó mucho tiempo hacer operar a los Reapers. A finales de octubre Associated Press informaba de que "aviones militares drone estadounidenses están patrullando las costas de Somalia por primera vez... Oficiales del ejército estadounidense afirman que aviones teledirigidos drones llamados Reapers, estacionados en la isla nación de Seychelles, están patrullando el océano Índico".
«Esto sucede mientras la Casa Blanca busca terrenos en los que establecer una importante presencia militar en África. El ejército estadounidense afirma que ha desplegado sus drones [’del tamaño de un avión de combate’], capaces de llevar misiles para patrullar las aguas de Somalia...».
El intento de Washington de establecer una conexión Afganistán-Pakistán-Somalia-Yemen está íntimamente unido a sus planes para África en su conjunto.
El 4 de enero una página web militar estadounidense publicaba la siguiente actualización: «El Comando de África estadounidense ha reforzado sus fuerzas antipiratas con la reciente adición de un avión de patrullaje marítimo y más personal en las islas Seychelles. El pasado mes la armada desplegó tres aviones P-3 desde [barcos] VP-26 Tridents con base en Maine junto con 112 marinos a las Seychelles para patrullar las aguas del este de África... La insignia del Escuadrón Patrol 26, una calavera sobre un compás y dos bombas o torpedos en forma de X, se parece a la bandera Jolly Roger que simboliza la piratería».
El pasado mes de septiembre se demostró qué tipo de piratas está utilizando el Pentágono como pretexto para su concentración militar en el Cuerno de África y en el conjunto del este de África cuando «soldados extranjeros en helicópteros bombardearon un coche...en una ciudad somalí...mataron a dos hombres y capturaron a otros dos que estaban heridos; los testigos afirmaron que oficiales del ejército estadounidense habían asegurado que había fuerzas estadounidenses implicadas en el ataque».
«Dos oficiales del ejército estadounidense afirmaron que estaban implicadas fuerzas del Comando de Operaciones Conjuntas Especiales estadounidense».
Stanley McChrystal dirigió el Comando de Operaciones Conjuntas Especiales desde 2003 hasta 2008. Durante estos años se ha trasladado desde la vigilancia de operaciones de contrainsurgencia en Irak para asumir el control de todas las operaciones de Estados Unidos y la OTAN en Afganistán.
Un testigo también informó de que «los helicópteros despegaron de un barco de guerra que llevaba la bandera francesa»  y una fuente rebelde afirmó: «Estamos reuniendo información de que un barco de guerra francés atacó un coche, lo destruyó completamente y se llevaron a algunos de los pasajeros». 
Las fuerzas militares francesas permanecen en la antigua colonia de Djibouti donde se adiestran para operaciones no sólo en Afganistán, sino también en varias antiguas posesiones africanas. Tropas, aviones de guerra y vehículos blindados de las naciones de la OTAN (bajo las banderas de la propia OTAN, de la Unión Europea, de Francia y de Estados Unidos) han intervenido en conflictos civiles y entre países fronterizos a lo largo y ancho de toda África en los últimos años: Somalia, Djibouti-Eritrea, Chad, la República Centroafricana, la región de Darfur en Sudán y en Costa de Marfil; desde el Cuerno de África hasta el rico en petróleo golfo de Guinea.
Un reportaje del mes pasado proporciona algunas indicaciones sobre el papel de Francia en el continente. Radio France Internationale describía a «soldados franceses en Djibouti adiestrándose para Afganistán y echando un ojo a África» con los siguientes detalles:
«Doce comandos de las fuerzas especiales llegaron primero» y «el ejército...tomó por asalto la playa... El ejercicio, considerado crucial para la preparación de batallas en una región tristemente célebre por sus políticas rebeldes, incluyó a todos los sectores militares del país, tierra, mar y aire. Al tiempo que tanques del desierto salían disparados hacia la playa, aviones Mirage cruzaban el cielo abierto. Mientras tanto, desde las bocas de vehículos blindados para transporte de personal se despachaba a las tropas de tierra y los helicópteros transportaban las armas a tierra.
’Es una demostración de fuerza. Demuestra que Francia es capaz de actuar militarmente’, afirmó un oficial de la armada. En los últimos años las tropas francesas en Djibouti han estado implicadas en varias...misiones militares en África. Ayudaron a reforzar a una brigada de Naciones Unidas que patrullaba en Costa de Marfil y el año pasado proporcionaron ayuda logística y táctica a soldados de Djibouti que rechazaron un ataque de la vecina Eritrea. Por el momento el primer escenario de combate que verán estas tropas es Afganistán, donde Francia forma parte del contingente de la OTAN. Su paisaje montañoso y árido se parece mucho al paisaje ondulado y lunar de Djibouti. Estas tropas forma un contingente de 2.500 soldados con base en Djibouti».
Además de encuentros armados intermitentes entre tropas de Djibouti y Eritrea, en las últimas semanas han salido a la luz noticias de combates mortales dentro de Eritrea y entre esta nación y la vecina Etiopía.
Djibouti y Etiopía son regímenes cliente de Occidente y poderes militares en el Cuerno de África, y como se ha demostrado más arriba, está avanzando rápidamente la integración de los frentes de guerra del sur de Asia y del noreste de África.
Desde el otoño de 2008 la OTAN empezó lo que denomina operaciones en contra de la piratería en las costas de Somalia y más lejos en el interior del golfo de Adén, a menudo en asociación con despliegues similares por parte de la Unión Europa con la que comparte buques de guerra, comandantes e «intereses estratégicos comunes» según el acuerdo Berlin Plus y otros.
La operación de vigilancia naval y de destrucción de la OTAN en el Cuerno de África y cerca de éste es una extensión de su toma de poder efectiva de todo el mar Mediterráneo con la Operación Esfuerzo Activo iniciada en 2001 según la cláusula de asistencia militar mutua del Artículo 5 de la Alianza e incrementada con el bloqueo de la costa mediterránea de Líbano por parte de barcos de guerra de naciones de la OTAN bajo los auspicios de la Fuerza Provisional de Naciones Unidas en Líbano (UNIFIL, en sus siglas en inglés) que se inició después del ataque israelí a Líbano en 2006.
La Fuerza Conjunta Marítima (MTF, en sus siglas en inglés) de esta última «ha saludado a unos 27.000 barcos y remitido a casi 400 barcos sospechosos a las autoridades libanesas para una inspección en profundidad. Trece países (Bélgica, Bulgaria, Dinamarca, Francia, Alemania, Grecia, Indonesia, Italia, Países Bajos, Noruega, España, Suecia y Turquía) han contribuido al MTF con unidades navales».
Los despliegues de la OTAN y la Unión Europea en el golfo de Adén son las primeras operaciones navales en la región en la historia de ambas organizaciones y las primeras de la Unión Europea en las aguas de la costa de África.
La expansión de la presencia militar en el golfo de Adén y en el mar de Omán da a las naciones de la OTAN el control de las vías navegables que van desde el estrecho de Gibraltar al de Hormuz.
Como veterano diplomático y analista indio M. K. Bhadrakumar lo describió en 2008: «Actuando como un rayo y sin publicidad la OTAN seguramente ha creado un fait accompli [hecho consumado].
El despliegue naval de la OTAN en la región del océano Índico es un paso histórico y un hito en la transformación de la Alianza. Ni si quiera en el momento más crucial de la Guerra Fría la Alianza tuvo presencia en el océano Índico. Estos tipos de despliegue casi siempre tienden a ser de duración indefinida. En 2007, una fuerza naval de la OTAN visitó las Seychelles en el océano Índico y Somalia, dirigió ejercicios en el océano Índico y volvió a entrar en el mar Mediterráneo vía el mar Rojo a finales de septiembre».
Y añadió: «Altos cargos estadounidenses han declarado públicamente que AFRICOM y la OTAN prevén una conexión institucional aguas abajo. La estrategia global de Estados Unidos es llevar paulatinamente la OTAN a África de manera que llegue a ser óptimo su futuro papel en la región del océano Índico (y en Oriente Medio) como instrumento de la agenda de seguridad global estadounidense».
El pasado mes de agosto el director de AFRICOM, general William Ward, afirmó que Somalia era «un foco central del ejército estadounidense en el continente».
Para indicar el alcance de los planes del Pentágono no sólo en Somalia sino en la región «el general William Ward ha prometido un apoyo continuo al gobierno federal de transición de Somalia... Hizo estas declaraciones durante una visita a Nairobi, Kenya, que es un aliado clave de Estados Unidos en la región. Cuando se le preguntó por las advertencias estadounidenses a Eritrea por su supuesto apoyo a al-Shabab, el general estadounidense condenó todo apoyó exterior a los rebeldes somalíes».
Altos cargos estadounidenses, británicos y de otros países occidentales han estado haciendo un gran esfuerzo para establecer la (muy) endeble relación entre el llamado frente de guerra AfPak y la necesidad de una intervención militar directa en el este de África y la península Arábiga, como se vio anteriormente con la ridícula afirmación del primer ministro británico de que la OTAN ha tenido tanto éxito en expulsar a supuestos miembros de al Qaeda de Pakistán que han buscado refugio en Somalia y Yemen. Más lógicamente, en vez de ello [lo han buscado] en sitios como Cachemira, Tajikistán y Uzbekistán.
De forma similar los gobiernos occidentales no están ahorrando esfuerzos para fabricar o exagerar vínculos entre los numerosos conflictos armados en el Cuerno de África. Se acusa a los rebeldes somalíes de apoyar al gobierno de Eritrea en su conflicto fronterizo con Djibouti; también se les acusa de ofrecer combatientes para el conflicto interno en el sur de Yemen.
A su vez se acusa a los rebeldes yemeníes de proporcionar armas a los combatientes al-Shabab de Somalia y cerniéndose por encima de todo ello está la implicación de que Irán está patrocinando a las fuerzas chiíes en el norte de Yemen.
Sin embargo, existe gran cantidad de pruebas que documentan una genuina intervención extranjera en la región: ataques estadounidenses con misiles, bombas, helicópteros y fuerzas especiales en Somalia y Yemen, y coordinación con los ejércitos de Djibouti y Etiopía en conflictos dentro de Somalia y con Eritrea. Ataques saudíes por aire y tierra en Yemen con el resultado de la muerte de cientos de personas y el desplazamiento de miles de civiles. Operaciones de comando francesas en Somalia y adiestramiento en combate en Djibouti para la guerra en la zona y más allá.
En Occidente se ignora a las verdaderas fuerzas exteriores implicadas en acciones militares a favor de afirmaciones no fundamentadas de que la región está siendo inflamada por los mismos adversarios contra los que Estados Unidos y la OTAN están en guerra en el subcontinente indio y de que los villanos dentro del Cuerno de África y cerca de éste, además de ser la franquicia de al Qaeda, están inextricablemente unidos y en cierto modo vinculados con las operaciones de los piratas. Ésta es la retorcida lógica y los rocambolescos subterfugios utilizados para preparar a las opiniones públicas de Occidente para una escalada de la intervención militar a lo largo de más de 3.000 kilómetros por todo el océano Índico desde el teatro de la guerra de Afganistán-Pakistán.
Los barcos de guerra de la OTAN están haciendo de puente entre ambos extremos. El pasado mes de agosto el bloque militar lanzó su segunda operación naval en las costas de Somalia, el nombre de la cual, Escudo del Océano, indica por sí mismo solo el alcance de los objetivos de la Alianza en el triángulo África-Asia-Oriente Medio. La misión incluye barcos militares de Gran Bretaña, Grecia, Italia, Turquía y Estados Unidos, y según la OTAN «otros países están pensando reforzar la operación que podría evolucionar en cualquier momento».
Un portavoz de la OTAN dijo entonces: «No se ha establecido un marco temporal para esta operación a largo plazo, que durará cuanto se considere necesario».
La Unión Europea está llevando a cabo una misión complementaria, la Operación Atalanta, «que tiene seis fragatas y trabaja con armadas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte y la coalición dirigida por Estados Unidos», y «opera en el golfo de Adén y el océano Índico ...desde el este de las aguas territoriales somalíes a 60 grados de longitud, que va hacia el sur desde la punta este de Omán y 250 millas al este de las Seychelles».
El contraalmirante Peter Hudson del centro del comando de la flota en Gran Bretaña anunció el mes pasado que la operación podía aumentar aún más su alcance hasta llegar a la mayor parte del oeste del océano Índico.
El pasado mes de septiembre el comandante del Grupo Marítimo 2 de la OTAN en el golfo de Adén se reunió con altos cargos de la región autónoma de Puntland en Somalia para planificar operaciones.
A mediados de diciembre la OTAN estableció una conexión directa entre su guerra en el sur de Asia y su expansión en el océano Índico al anunciar que estaba considerando desplegar aviones de vigilancia AWACS al segundo. «Los comandantes están tratando de respaldar un destacamento especial en contra de la piratería formado por cinco barcos con uno de los aviones de vigilancia con sistemas de alarma y control, posiblemente compartiéndolo con la Fuerza Internacional de Asistencia en Seguridad aliada que combate en Afganistán».
El primer día de este año en una noticia con el titular de «Canadá ayudará a defender Yemen de los refuerzos de al Qaeda» una agencia de noticias canadiense revelaba que «un portavoz de la OTAN afirmó que barcos de guerra que patrullan la vías de navegación por el golfo de Adén, que separa Somalia de Yemen, tenían conocimiento de que al-Shabab, un grupo armado inspirado en al Qaeda y con base en Somalia, había anunciado sus planes de enviar combatientes a Yemen» y a consecuencia de ello «un barco de guerra canadiense implicado en operaciones dirigidas por la OTAN en contra de la piratería en las costas de Somalia ahora tenía una tarea adicional...».
Somalia y Yemen están uno frente a otro en el extremo del golfo de Adén donde el mar Rojo se encuentra con el mar de Omán y el Mediterráneo se conecta con el océano Índico. Un arco que efectúa la conjunción de tres de los más importantes continentes del mundo.
Un territorio demasiado importante para Estados Unidos, cuyo jefe de Estado el pasado mes se autoproclamó comandante en jefe de la única superpotencia militar del mundo y que durante la década pasada se declaró vetado a las expediciones militares conjuntas y de la OTAN.
Viernes, 15 de Enero 2010
Voltairenet.org
           


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