La investigación llevada a cabo por Ralph Milliken, de la Universidad de Brown (Providence) y Shuai Li, de la Universidad de Hawai, y publicada en la revista "Nature Geoscience" revela que el manto lunar podría mostrar concentraciones de agua similares al manto terrestre.
Durante mucho tiempo se consideró que el satélite de la Tierra estaba totalmente seco debido a su formación. La mayoría de investigadores creen que la luna surgió de la colisión de un cuerpo celeste del tamaño de Marte con la aún joven Tierra. De este modo, el agua no habría podido sobrevivir al calor provocado por el choque. Sin embargo, ya en 2008 las muestras tomadas por las misiones "Apollo" revelaron que había agua almacenada en pequeñas bolitas de cristales volcánicos.
Milliken y Li buscaron la huella del agua en amplias partes de la superficie lunar. "Está distribuida por la superficie, lo que significa que el hallazgo de agua en las muestras de las misiones 'Apollo' no fue algo único", señala Milliken. "El material expulsado por volcanes sobre la superficie lunar parece ser muy rico en agua, lo que sugiere que sucede lo mismo con el manto".
No obstante, sigue siendo una incógnita de dónde viene el agua. "Los indicios, cada vez más abundantes, de agua en la Luna hacen suponer que, o bien el agua sobrevivió de alguna manera, o que fue traída poco después de la colisión por asteroides o cometas antes de que la Luna se solidificase por completo", añade Li.
La existencia de agua en la Luna podría utilizarse para la investigación del satélite terrestre, opinan ambos investigadores. Al fin y al cabo, las bolitas volcánicas de las muestras de las misiones "Apollo" contenían 0,5 por mil de agua y ésta podría extraerse. "Todo lo que en el futuro ahorre a la exploración lunar llevar cantidades de agua de casa es un gran paso adelante", afirma Li.