Un cohete despega poniendo en órbita uno de los satélites europeos que harán posible la existencia de Galileo
"Es una gran hazaña para Europa (...) Ningún país europeo habría podido hacerlo solo", declaró la comisaria europea de Industria, Elzbieta, Bienkowska. "Galileo, el sistema de navegación por satélite más preciso del mundo, es una realidad".
Sólo unos pocos privilegiados, quienes posean el único smartphone compatible con Galileo, el Aquaris X5 Plus del fabricante español BQ, podrán recibir la señal del sistema de navegación este jueves.
Éstos podrán utilizar gratuitamente Galileo para encontrar una farmacia, el mejor itinerario para irse de vacaciones o controlar su zancada al correr.
Son cada vez más numerosos los objetos conectados que recurren a los satélites para comunicar, como el parche que permite geolocalizar a los pacientes con Alzheimer o la baliza que ayuda a los usuarios a encontrar su plaza de aparcamiento.
Según la Comisión Europea, una sencilla actualización bastará para que algunos dispositivos puedan utilizar la nueva tecnología. Pero habrá que tener paciencia para asistir a una llegada masiva de productos compatibles con Galileo.
"La geolocalización está en el centro de la actual revolución digital con nuevos servicios que transforman nuestro día a día", dice Sefcovic.
"Cerca del 10% del PIB europeo depende hoy en día de los sistemas de navegación por satélite, una cifra que podría alcanzar el 30% de aquí a 2030", según el CNES, la agencia espacial francesa.
"Es un verdadero campo de aplicaciones el que se abre para los actores privados, del que se beneficiarán todos los ciudadanos. De hecho, ése es el verdadero reto: encontrar Galileo en cada bolsillo, en cada vehículo, para poder disfrutar de los grandes avances que ofrece el servicio", indicó Jean-Yves Le Gall, presidente del CNES.
Europa afronta la competencia del GPS estdaounidense, el Glonass ruso o el Beidu chino, que ya están en servicio. "Empezamos con retraso, pero corremos mucho más rápido", asegura Le Gall.
El sistema europeo pretende ser más eficaz que sus competidores al ofrecer una geolocalización más precisa, con un margen de error inferior a un metro.
Otro avance de Galileo concierne las operaciones de búsqueda y rescate: toda llamada de emergencia será visible, en tiempo real, desde cualquier lugar del planeta.
"Hoy en día, se necesitan al menos tres horas para detectar a una persona perdida en el mar o en la montaña", mientras que con Galileo sólo se tardará "10 minutos", afirma Lucia Caudet, portavoz de la Comisión Europea.
Además, los relojes de los satélites de Galileo miden el tiempo con un margen de error de unas milmillonésimas de segundo, un servicio útil para los bancos, los seguros y los proveedores de energía.
Al principio, el sistema no ofrecerá una precisión óptima y su señal tendrá que ser ampliada con la ayuda del GPS estadounidense. Estará plenamente operativo en 2020, cuando se hayan sumado satélites a los 18 de la red Galileo que orbitan a 23.222 kilómetros de la Tierra.
Galileo es compatible con el GPS, y el usuario podrá acceder a los dos sistemas de forma simultánea y mejorar la calidad y la fiabilidad de su geolocalización.
El proyecto, financiado por la Comisión Europea, se aprobó con un presupuesto inicial de 3.000 millones de euros y un plazo que preveía su lanzamiento en 2008.
Pero una serie de contratiempos llevaron su coste a más de 10.000 millones de euros y aplazaron su lanzamiento.
Sólo unos pocos privilegiados, quienes posean el único smartphone compatible con Galileo, el Aquaris X5 Plus del fabricante español BQ, podrán recibir la señal del sistema de navegación este jueves.
Éstos podrán utilizar gratuitamente Galileo para encontrar una farmacia, el mejor itinerario para irse de vacaciones o controlar su zancada al correr.
Son cada vez más numerosos los objetos conectados que recurren a los satélites para comunicar, como el parche que permite geolocalizar a los pacientes con Alzheimer o la baliza que ayuda a los usuarios a encontrar su plaza de aparcamiento.
Según la Comisión Europea, una sencilla actualización bastará para que algunos dispositivos puedan utilizar la nueva tecnología. Pero habrá que tener paciencia para asistir a una llegada masiva de productos compatibles con Galileo.
"La geolocalización está en el centro de la actual revolución digital con nuevos servicios que transforman nuestro día a día", dice Sefcovic.
- Totalmente operativo en 2020 -
"Cerca del 10% del PIB europeo depende hoy en día de los sistemas de navegación por satélite, una cifra que podría alcanzar el 30% de aquí a 2030", según el CNES, la agencia espacial francesa.
"Es un verdadero campo de aplicaciones el que se abre para los actores privados, del que se beneficiarán todos los ciudadanos. De hecho, ése es el verdadero reto: encontrar Galileo en cada bolsillo, en cada vehículo, para poder disfrutar de los grandes avances que ofrece el servicio", indicó Jean-Yves Le Gall, presidente del CNES.
Europa afronta la competencia del GPS estdaounidense, el Glonass ruso o el Beidu chino, que ya están en servicio. "Empezamos con retraso, pero corremos mucho más rápido", asegura Le Gall.
El sistema europeo pretende ser más eficaz que sus competidores al ofrecer una geolocalización más precisa, con un margen de error inferior a un metro.
Otro avance de Galileo concierne las operaciones de búsqueda y rescate: toda llamada de emergencia será visible, en tiempo real, desde cualquier lugar del planeta.
"Hoy en día, se necesitan al menos tres horas para detectar a una persona perdida en el mar o en la montaña", mientras que con Galileo sólo se tardará "10 minutos", afirma Lucia Caudet, portavoz de la Comisión Europea.
Además, los relojes de los satélites de Galileo miden el tiempo con un margen de error de unas milmillonésimas de segundo, un servicio útil para los bancos, los seguros y los proveedores de energía.
Al principio, el sistema no ofrecerá una precisión óptima y su señal tendrá que ser ampliada con la ayuda del GPS estadounidense. Estará plenamente operativo en 2020, cuando se hayan sumado satélites a los 18 de la red Galileo que orbitan a 23.222 kilómetros de la Tierra.
Galileo es compatible con el GPS, y el usuario podrá acceder a los dos sistemas de forma simultánea y mejorar la calidad y la fiabilidad de su geolocalización.
El proyecto, financiado por la Comisión Europea, se aprobó con un presupuesto inicial de 3.000 millones de euros y un plazo que preveía su lanzamiento en 2008.
Pero una serie de contratiempos llevaron su coste a más de 10.000 millones de euros y aplazaron su lanzamiento.