"Escribo esta nota con indignación y con dolor: la Corte Suprema de Justicia, en su sala penal, ha dictado un auto inhibitorio en favor del senador Iván Cepeda a quien denuncié por manipular testigos en contra de miembros de mi familia y de mi persona”, dijo Uribe en un comunicado de prensa.
El ex presidente y ahora senador ve con “ánimo persecutorio” que la Corte ordenara que se le investigara por manipular testigos dentro de la investigación que se realizaba en contra del senador Cepeda, a quien absolvió y declaró inocente.
A pesar de que la Corte ya tomó una decisión de fondo, Uribe indicó que espera encontrar una nueva manera de demostrar que sus acusaciones iniciales son ciertas.
“Pido a los colombianos presos, que conozcan manipulaciones del Senador Cepeda, que se atrevan a denunciar”, expresó en la comunicación.
La Corte encontró pruebas contundentes que incriminarían a Uribe, tales como grabaciones de conversaciones telefónicas, en las que el ex presidente pide a algunos testigos que declaren en contra de Cepeda, a cambio de beneficios políticos.
El fallo de la corte dice textualmente que “las llamadas dejan al descubierto que han intervenido testigos para involucrar al doctor Iván Cepeda en la conformación de un supuesto cartel de falsos testigos, cuando lo que parece ocurrir es lo contrario”.
A su vez, el senador Cepeda celebró la decisión y dijo que la Corte reconoció que siempre ha obrado "de manera transparente y rigurosa”, agregando que es hora de que Uribe diga la verdad.
La denuncia inicial que en 2012 instauró el ex presidente en contra del senador Cepeda indicaba que éste habría buscado a ex paramilitares en cárceles y los habría convencido de testificar en su contra para demostrar nexos entre Uribe y esta organización.
Luego de las investigaciones hechas por la Corte, el alto tribunal estableció que Cepeda no incurrió en este delito, sino que por el contrario habría sido Uribe el que manipuló a los declarantes dentro del caso.
En 2009, durante la administración de Uribe (2002-2010), una revista local reveló que el DAS, un organismo que dependía directamente de la Presidencia, interceptó comunicaciones y persiguió a personas que criticaban al gobierno de turno.
El DAS, que fue liquidado por el actual gobierno de Juan Manuel Santos por este y otros escándalos en que se vio envuelto, inició el espionaje en momentos en que la Corte Suprema investigaba a varios congresistas, algunos de los cuales fueron condenados después por tener nexos con bandas armadas.
Uno de los condenados en esa época fue el ex presidente del Senado Mario Uribe, primo del ex jefe de Estado, quien en 2011 fue sentenciado a siete años y medio de prisión por haber tenido nexos con los grupos paramilitares.
Las investigaciones de la Fiscalía indican que el espionaje se realizó mediante interceptaciones telefónicas y persecuciones callejeras. Las autoridades descubrieron incluso una grabadora escondida en la parte inferior de un escritorio en la sala de audiencias de la Corte Suprema.
Uribe además de negar haber tenido conocimiento sobre este espionaje, ha sido acusado en varias ocasiones de tener vínculos con grupos paramilitares, pero las denuncias no han logrado ningún fallo de fondo.
Su hermano, Santiago Uribe, está encarcelado desde febrero de 2016 bajo acusaciones de haber formado parte de un grupo paramilitar de extrema derecha.
El ex presidente y ahora senador ve con “ánimo persecutorio” que la Corte ordenara que se le investigara por manipular testigos dentro de la investigación que se realizaba en contra del senador Cepeda, a quien absolvió y declaró inocente.
A pesar de que la Corte ya tomó una decisión de fondo, Uribe indicó que espera encontrar una nueva manera de demostrar que sus acusaciones iniciales son ciertas.
“Pido a los colombianos presos, que conozcan manipulaciones del Senador Cepeda, que se atrevan a denunciar”, expresó en la comunicación.
La Corte encontró pruebas contundentes que incriminarían a Uribe, tales como grabaciones de conversaciones telefónicas, en las que el ex presidente pide a algunos testigos que declaren en contra de Cepeda, a cambio de beneficios políticos.
El fallo de la corte dice textualmente que “las llamadas dejan al descubierto que han intervenido testigos para involucrar al doctor Iván Cepeda en la conformación de un supuesto cartel de falsos testigos, cuando lo que parece ocurrir es lo contrario”.
A su vez, el senador Cepeda celebró la decisión y dijo que la Corte reconoció que siempre ha obrado "de manera transparente y rigurosa”, agregando que es hora de que Uribe diga la verdad.
La denuncia inicial que en 2012 instauró el ex presidente en contra del senador Cepeda indicaba que éste habría buscado a ex paramilitares en cárceles y los habría convencido de testificar en su contra para demostrar nexos entre Uribe y esta organización.
Luego de las investigaciones hechas por la Corte, el alto tribunal estableció que Cepeda no incurrió en este delito, sino que por el contrario habría sido Uribe el que manipuló a los declarantes dentro del caso.
En 2009, durante la administración de Uribe (2002-2010), una revista local reveló que el DAS, un organismo que dependía directamente de la Presidencia, interceptó comunicaciones y persiguió a personas que criticaban al gobierno de turno.
El DAS, que fue liquidado por el actual gobierno de Juan Manuel Santos por este y otros escándalos en que se vio envuelto, inició el espionaje en momentos en que la Corte Suprema investigaba a varios congresistas, algunos de los cuales fueron condenados después por tener nexos con bandas armadas.
Uno de los condenados en esa época fue el ex presidente del Senado Mario Uribe, primo del ex jefe de Estado, quien en 2011 fue sentenciado a siete años y medio de prisión por haber tenido nexos con los grupos paramilitares.
Las investigaciones de la Fiscalía indican que el espionaje se realizó mediante interceptaciones telefónicas y persecuciones callejeras. Las autoridades descubrieron incluso una grabadora escondida en la parte inferior de un escritorio en la sala de audiencias de la Corte Suprema.
Uribe además de negar haber tenido conocimiento sobre este espionaje, ha sido acusado en varias ocasiones de tener vínculos con grupos paramilitares, pero las denuncias no han logrado ningún fallo de fondo.
Su hermano, Santiago Uribe, está encarcelado desde febrero de 2016 bajo acusaciones de haber formado parte de un grupo paramilitar de extrema derecha.