"Este resultado es debido a la sed de nosotros de aprender, de hacer las cosas bien y a los buenos maestros argentinos que nos enseñan a los extranjeros", dijo a la AFP Diego Benavidez, el colombiano que ganó el lunes la final del Mundial de Tango Salón (tradicional) en el estadio capitalino Luna Park.
Junto a él, su compatriota, esposa y compañera de danza, Natasha Agudelo, disfrutaba distendida la noche del martes de la segunda final del Mundial, la de tango Escenario, más acrobático y artístico que la categoría Salón.
"El triunfo tiene que ver con la pasión que sentimos por el tango, un baile que nos da la posibilidad de expresar lo que realmente sentimos", afirmó Benavidez.
Advirtió, no obstante, que "Colombia es un país de tradición tanguera aún antes de Carlos Gardel", el mítico cantor de tangos que murió en 1935 en un accidente aéreo en la ciudad colombiana de Medellín.
Para consagrarse en tango Salón, la pareja colombiana debió desempatar con sus amigos John Erban y Clarissa Sánchez, una dupla venezolana que además se ubicó quinta en la categoría Escenario.
"Fue super duro. Estamos maravillados, una emoción impresionante. Tenemos seis años viniendo al Mundial", dijo a la AFP Erban, quien aseguró que en Caracas "cada día crece más la familia tanguera".
Según su compañera, en Venezuela "no tenemos la ventaja que tienen los argentinos de estar aquí con los maestros. Lo que hacemos es que cuando venimos por un mes lo tenemos intensivo y nos llevamos toda esa información".
"El tango ya es algo mundial. Es raro que los extranjeros ganen en tango Salón porque nosotros bailamos todos los días y tenemos miles de milongas (salones de baile)... pero debe ser que lo merecen", se resignó el argentino Eber Burger, tercero en tango Escenario junto a au compañera, Yésica Lozano.
Miguel Angel Zotto, profesor y jurado del Mundial, dijo a la AFP que el tango se está imponiendo en el exterior porque "se basa en la solidaridad y uno puede comunicarse a través de lo corporal y eso no lo da ninguna otra danza, te involucrás afectivamente".
"Al saber los códigos, la gente se puede comunicar a través de esta danza única", dijo Zotto, quien da clases en el exterior y fue jurado en una de las jornadas del Mundial de Tango de 2011.
De las 492 parejas en total que participaron en el Mundial de Tango este año, 165 eran extranjeras, encabezadas por parejas de Chile (51), Colombia (26) e Italia (23), entre los representantes de 26 países, dijo una fuente de la organización a la AFP.
Colombianos, venezolanos, estadounidenses, italianos y japoneses destronaron en categoría Salón a los locales, que se reivindicaron el martes en la categoría Escenario, al quedarse con los cuatro primeros premios, mientras que la pareja venezolana Erban y Sánchez se ubicaron en el quinto lugar.
En la noche del martes, compitieron 13 parejas argentinas y siete extranjeras (la venezolana, cuatro colombianas, una uruguaya y una japonesa).
Aunque nacida en Quito, la campeona Solange Acosta, 22 años, y su compañero Max Van de Voorde, de 21, de la provincia argentina de Chaco (nordeste), representaron a Buenos Aires y deleitaron con sus elegantes saltos y exquisiteces a los 5.000 espectadores que colmaron el céntrico estadio Luna Park.
"Este año había muchos extranjeros en competencia, así que este premio pone contento al público argentino", dijo Solange, de padre ecuatoriano y madre argentina.
"Yo siempre viví mitad allá, mitad acá. Este premio es un poco para los dos países", dijo a la AFP la joven de doble nacionalidad, que confiesa no obstante sentirse "un poco más argentina".
A las dos parejas campeonas del Mundial les espera un viaje a París para participar en una gran milonga el 4 de septiembre frente a la Torre Eiffel, en el marco del llamado 'Tándem Buenos Aires-París', un encuentro artístico y cultural.
Declarado en 2009 Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, el tango atrajo a unas 400.000 personas durante los 15 días del Mundial, de los cuales el 86% provenían del exterior (la mayoría de Europa), según una encuesta a los asistentes realizada por el organismo de turismo de Buenos Aires.
Junto a él, su compatriota, esposa y compañera de danza, Natasha Agudelo, disfrutaba distendida la noche del martes de la segunda final del Mundial, la de tango Escenario, más acrobático y artístico que la categoría Salón.
"El triunfo tiene que ver con la pasión que sentimos por el tango, un baile que nos da la posibilidad de expresar lo que realmente sentimos", afirmó Benavidez.
Advirtió, no obstante, que "Colombia es un país de tradición tanguera aún antes de Carlos Gardel", el mítico cantor de tangos que murió en 1935 en un accidente aéreo en la ciudad colombiana de Medellín.
Para consagrarse en tango Salón, la pareja colombiana debió desempatar con sus amigos John Erban y Clarissa Sánchez, una dupla venezolana que además se ubicó quinta en la categoría Escenario.
"Fue super duro. Estamos maravillados, una emoción impresionante. Tenemos seis años viniendo al Mundial", dijo a la AFP Erban, quien aseguró que en Caracas "cada día crece más la familia tanguera".
Según su compañera, en Venezuela "no tenemos la ventaja que tienen los argentinos de estar aquí con los maestros. Lo que hacemos es que cuando venimos por un mes lo tenemos intensivo y nos llevamos toda esa información".
"El tango ya es algo mundial. Es raro que los extranjeros ganen en tango Salón porque nosotros bailamos todos los días y tenemos miles de milongas (salones de baile)... pero debe ser que lo merecen", se resignó el argentino Eber Burger, tercero en tango Escenario junto a au compañera, Yésica Lozano.
Miguel Angel Zotto, profesor y jurado del Mundial, dijo a la AFP que el tango se está imponiendo en el exterior porque "se basa en la solidaridad y uno puede comunicarse a través de lo corporal y eso no lo da ninguna otra danza, te involucrás afectivamente".
"Al saber los códigos, la gente se puede comunicar a través de esta danza única", dijo Zotto, quien da clases en el exterior y fue jurado en una de las jornadas del Mundial de Tango de 2011.
De las 492 parejas en total que participaron en el Mundial de Tango este año, 165 eran extranjeras, encabezadas por parejas de Chile (51), Colombia (26) e Italia (23), entre los representantes de 26 países, dijo una fuente de la organización a la AFP.
Colombianos, venezolanos, estadounidenses, italianos y japoneses destronaron en categoría Salón a los locales, que se reivindicaron el martes en la categoría Escenario, al quedarse con los cuatro primeros premios, mientras que la pareja venezolana Erban y Sánchez se ubicaron en el quinto lugar.
En la noche del martes, compitieron 13 parejas argentinas y siete extranjeras (la venezolana, cuatro colombianas, una uruguaya y una japonesa).
Aunque nacida en Quito, la campeona Solange Acosta, 22 años, y su compañero Max Van de Voorde, de 21, de la provincia argentina de Chaco (nordeste), representaron a Buenos Aires y deleitaron con sus elegantes saltos y exquisiteces a los 5.000 espectadores que colmaron el céntrico estadio Luna Park.
"Este año había muchos extranjeros en competencia, así que este premio pone contento al público argentino", dijo Solange, de padre ecuatoriano y madre argentina.
"Yo siempre viví mitad allá, mitad acá. Este premio es un poco para los dos países", dijo a la AFP la joven de doble nacionalidad, que confiesa no obstante sentirse "un poco más argentina".
A las dos parejas campeonas del Mundial les espera un viaje a París para participar en una gran milonga el 4 de septiembre frente a la Torre Eiffel, en el marco del llamado 'Tándem Buenos Aires-París', un encuentro artístico y cultural.
Declarado en 2009 Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, el tango atrajo a unas 400.000 personas durante los 15 días del Mundial, de los cuales el 86% provenían del exterior (la mayoría de Europa), según una encuesta a los asistentes realizada por el organismo de turismo de Buenos Aires.