Los delegados de las FARC, en Cuba.
Tras retomar las pláticas con el gobierno colombiano tras un receso de dos semanas, el grupo rebelde se declaró en favor de un "perdón colectivo" por las víctimas del conflicto, tema que todavía no ha sido abordado en los diálogos de paz, aunque ambas partes han reconocido su cuota de responsabilidad.
"De lo que se trata es de abrir en las conversaciones de La Habana el capítulo que permitirá establecer la verdad histórica que condujo a más de 60 años de desangre nacional, a la identificación de las víctimas y a su necesaria reparación", dijo la guerrilla en un documento leído a la prensa por su jefe negociador, Iván Márquez.
"Todo con el ánimo de resaltar la necesidad de que el resarcimiento incluya la obligación para las partes, del perdón colectivo, a efectos de que una vez alcanzada la paz definitiva -de llegarse a ella-, nos obliguemos todos a un 'nunca más'", agregó.
La delegación del gobierno, que encabeza Humberto de la Calle, no formuló declaraciones a la prensa al inicio de este decimoquinto ciclo de pláticas, que buscan poner fin a un conflicto armado de casi medio siglo, que ha dejado unos 600.000 muertos y más de tres millones de desplazados.
En cambio la delegación rebelde divulgó un documento siguiendo instrucciones del jefe máximo de las FARC, Timoleón Jiménez ("Timochenko"), en el que resumió los avances y dificultades de los diálogos, y fijo posturas sobre algunos temas en discusión.
En su documento, los rebeldes lamentaron que en los 10 meses de negociaciones los avances han sido "modestos", a pesar de que ellos "han puesto sobre la mesa cerca de 200 propuestas mínimas para resolver los problemas".
Asimismo, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) insistieron en rechazar dos iniciativas claves del gobierno: el "marco jurídico para la paz" y un referendo en 2014 que valide un eventual acuerdo de paz.
El "marco jurídico para la paz" es una reforma legal del presidente Juan Manuel Santos avalada por el Congreso y por la Corte Constitucional de Colombia que abre las puertas a la participación política de los guerrilleros una vez que se desmovilicen. Sin embargo, las FARC se oponen a esta propuesta por considerarla "unilateral".
"Se debe tener en cuenta que de nada sirve la unilateralidad sobre todo si se observa que la aceptación de responsabilidad por el conflicto le quita al Estado la legitimidad necesaria para ser juez. No se puede ser juez y parte", dijo Márquez.
La guerrilla insistió en crear "de inmediato" una comisión de "verdad" del conflicto, "conformada por expertos nacionales y extranjeros", y reiteró que debe ser una asamblea constituyente --y no un referendo-- el que valide un eventual acuerdo de paz.
También propuso fijar "un día de reflexión y contrición, en el que todos los responsables por el conflicto social armado hagan presencia masiva en todos los rincones de la Patria adolorida".
El gobierno de Santos y las FARC --la principal guerrilla de Colombia, con 8.000 combatientes--, están en la mesa de conversaciones desde noviembre de 2012 y hasta hora sólo han logrado acuerdo sobre el primero de los cinco puntos de la agenda: el desarrollo agrícola.
En los dos ciclos anteriores las conversaciones se vieron dificultadas por la propuesta de Santos de que un referendo valide en 2014 un eventual acuerdo de paz.
Los temas pendientes de discusión son drogas, víctimas y abandono de las armas, además del mecanismo de refrendación del acuerdo.
El actual ciclo de pláticas, que está centrado en la participación política de los rebeldes en un escenario de paz, se extenderá hasta el 13 de octubre.
Se prevé que durante esta ronda una delegación del Congreso de Colombia visite La Habana para conversar con los rebeldes sobre la propuesta del referendo.
Una vez que cierren la discusión sobre participación política, ambas partes deben comenzar a debatir sobre drogas ilícitas, tema de un foro ciudadano efectuado en Colombia en días pasados para recoger propuestas de organizaciones sociales.
"De lo que se trata es de abrir en las conversaciones de La Habana el capítulo que permitirá establecer la verdad histórica que condujo a más de 60 años de desangre nacional, a la identificación de las víctimas y a su necesaria reparación", dijo la guerrilla en un documento leído a la prensa por su jefe negociador, Iván Márquez.
"Todo con el ánimo de resaltar la necesidad de que el resarcimiento incluya la obligación para las partes, del perdón colectivo, a efectos de que una vez alcanzada la paz definitiva -de llegarse a ella-, nos obliguemos todos a un 'nunca más'", agregó.
La delegación del gobierno, que encabeza Humberto de la Calle, no formuló declaraciones a la prensa al inicio de este decimoquinto ciclo de pláticas, que buscan poner fin a un conflicto armado de casi medio siglo, que ha dejado unos 600.000 muertos y más de tres millones de desplazados.
En cambio la delegación rebelde divulgó un documento siguiendo instrucciones del jefe máximo de las FARC, Timoleón Jiménez ("Timochenko"), en el que resumió los avances y dificultades de los diálogos, y fijo posturas sobre algunos temas en discusión.
En su documento, los rebeldes lamentaron que en los 10 meses de negociaciones los avances han sido "modestos", a pesar de que ellos "han puesto sobre la mesa cerca de 200 propuestas mínimas para resolver los problemas".
Asimismo, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) insistieron en rechazar dos iniciativas claves del gobierno: el "marco jurídico para la paz" y un referendo en 2014 que valide un eventual acuerdo de paz.
El "marco jurídico para la paz" es una reforma legal del presidente Juan Manuel Santos avalada por el Congreso y por la Corte Constitucional de Colombia que abre las puertas a la participación política de los guerrilleros una vez que se desmovilicen. Sin embargo, las FARC se oponen a esta propuesta por considerarla "unilateral".
"Se debe tener en cuenta que de nada sirve la unilateralidad sobre todo si se observa que la aceptación de responsabilidad por el conflicto le quita al Estado la legitimidad necesaria para ser juez. No se puede ser juez y parte", dijo Márquez.
La guerrilla insistió en crear "de inmediato" una comisión de "verdad" del conflicto, "conformada por expertos nacionales y extranjeros", y reiteró que debe ser una asamblea constituyente --y no un referendo-- el que valide un eventual acuerdo de paz.
También propuso fijar "un día de reflexión y contrición, en el que todos los responsables por el conflicto social armado hagan presencia masiva en todos los rincones de la Patria adolorida".
El gobierno de Santos y las FARC --la principal guerrilla de Colombia, con 8.000 combatientes--, están en la mesa de conversaciones desde noviembre de 2012 y hasta hora sólo han logrado acuerdo sobre el primero de los cinco puntos de la agenda: el desarrollo agrícola.
En los dos ciclos anteriores las conversaciones se vieron dificultadas por la propuesta de Santos de que un referendo valide en 2014 un eventual acuerdo de paz.
Los temas pendientes de discusión son drogas, víctimas y abandono de las armas, además del mecanismo de refrendación del acuerdo.
El actual ciclo de pláticas, que está centrado en la participación política de los rebeldes en un escenario de paz, se extenderá hasta el 13 de octubre.
Se prevé que durante esta ronda una delegación del Congreso de Colombia visite La Habana para conversar con los rebeldes sobre la propuesta del referendo.
Una vez que cierren la discusión sobre participación política, ambas partes deben comenzar a debatir sobre drogas ilícitas, tema de un foro ciudadano efectuado en Colombia en días pasados para recoger propuestas de organizaciones sociales.