"Es urgente, para no interrumpir el trote resuelto de Colombia hacia la paz, retirar la talanquera atravesada en el camino que no deja conformar la comisión de esclarecimiento del origen de la violencia y sus responsables", dijo a la prensa el jefe negociador de las FARC, Iván Márquez.
Afirmó que esta comisión constituye un "paso necesario para abordar el definitorio quinto punto de la agenda, referido a víctimas", que las FARC y el gobierno colombiano todavía no empezaron a tratar en las negociaciones de paz de La Habana, iniciadas en noviembre de 2012.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la mayor guerrilla de ese país, propusieron esta comisión el 5 de agosto de 2013 y desde entonces han insistido varias veces en ella.
El gobierno también apoya la comisión, pero quiere que sea conformada después de que termine el conflicto armado de medio siglo, según dijo el 30 de marzo el jefe de su delegación de paz, Humberto de la Calle.
Al justificar la necesidad de la comisión, Márquez calificó de "parcializado" el trabajo del Grupo de Memoria Histórica, creado en 2005, afirmando que "su visión se restringe a los 'actores armados ilegales' como victimarios principales y únicos".
"No se puede presumir que las FARC y el ELN (Ejército de Liberación Nacional) sean los causantes de un conflicto interno que se inicia antes de su misma creación", dijo Márquez, en alusión a que estas dos guerrillas marxistas nacieron en 1964, mientras que la violencia armada se remonta a la década de 1940.
"Sería fraudulento afirmar que sobre esa insurgencia recae la responsabilidad de conductas y episodios violentos e inhumanos provocados por el mismo Estado y sus agentes oficiales y paraoficiales", agregó.
La delegación del gobierno no formuló declaraciones a la prensa, pero en un comunicado conjunto ambas partes dijeron que en esta ronda de pláticas, la vigésimotercera, avanzaron en la discusión del tema de drogas ilícitas, tercero de los seis puntos de la agenda.
"Avanzamos en las discusiones y construcción de acuerdos en los tres subpuntos" del punto de drogas que las partes negocian desde hace cinco meses, declararon en el comunicado.
Los subpuntos son cultivos de uso ilícito, consumo de drogas y narcotráfico.
"Ambas delegaciones compartimos la visión de que la solución definitiva a este problema debe estar enmarcada en la Reforma Rural Integral (primer punto de la agenda, ya consensuado) y debe construirse de manera conjunta involucrando a las comunidades" campesinas, expresaron en el comunicado.
Las FARC han exigido al gobierno que deje de criminalizar los "cultivos de uso ilícito" -marihuana, amapola y hoja de coca-, pues los campesinos pobres recurren a ellos por su desesperada condición; y piden que terminen las aspersiones aéreas de productos químicos para erradicarlos, a lo que se oponen las autoridades.
Hasta ahora las partes han consensuado los puntos de reforma rural y participación política, y quedan pendientes los temas de abandono de las armas, reparación de las víctimas y el mecanismo para refrendar un eventual acuerdo de paz.
Las partes retomarán las conversaciones sobre drogas el 24 de abril, luego de un receso por Semana Santa, señalaron en su comunicado.
"Agradecemos especialmente a Cuba y Noruega, países garantes (del proceso de paz); Chile y Venezuela, países acompañantes por su apoyo permanente en el transcurso de los diálogos", agregaron las partes.
El diálogo avanza sin que cesen las hostilidades en Colombia y en medio de la campaña para las elecciones del 25 de mayo, en las que buscará un nuevo mandato el presidente Juan Manuel Santos, quien enfureció a su antecesor y expatrocinador Alvaro Uribe (2002-2010) por llevar a las FARC a la mesa de negociaciones.