Por primera vez, el presidente chipriota Nicos Anastasiades y el líder turcochipriota Mustafa Akinci abordarán uno de los temas más espinosos del dossier: la delimitación territorial.
Estas negociaciones, que se celebrarán hasta el 11 de noviembre cerca del lago Lemán, son "un momento clave" en el proceso de diálogo, según el emisario de la ONU para Chipre, Espen Barth Eide.
Son las de la última oportunidad, tras el fracaso de un plan de reunificación propuesto por la ONU en 2004. El objetivo: alcanzar un acuerdo antes de finales de año.
El país está dividido desde 1974, cuando el ejército turco invadió la parte norte de la isla en reacción a un golpe de Estado dado para anexionar Chipre a Grecia.
Como consecuencia de esta invasión, decenas de miles de personas tuvieron que abandonar sus bienes de la noche a la mañana.
Desde entonces, la República de Chipre, miembro de la UE desde 2004, sólo ejerce su autoridad sobre la parte sur, donde viven chipriotas griegos.
Los turcochipriotas viven en el norte, donde se ha autoproclamado una República turca de Chipre del Norte (RTCN), sólo reconocida por Turquía.
Anastasiades exhortó esta semana a las dos partes a "aprovechar esta oportunidad, no sólo para eliminar o reducir las divergencias (...) sino para hacer progresos sobre el territorio, que puedan desembocar en una solución final".
Akinci insistió por su parte en la necesidad de respetar el plazo de final de año para alcanzar un acuerdo. "Después de 50 años, no podemos seguir debatiendo otros 50 años. Todo el mundo, incluida la ONU, es consciente de ello", dijo.
Según los analistas, a término se trataría de crear una federación compuesta por dos entidades, una grecochipriota y la otra turcochipriota, pero ello implicaría un intercambio de territorio en esta isla de aproximadamente un millón de habitantes, en su gran mayoría grecochipriotas.
"Si hoy pueden reunirse para hablar de mapas e intercambiar puntos de vista, esto significa que se han superado muchas barreras psicológicas", estima Fiona Mullen, una analista con sede en Chipre.
Los dos líderes intentarán ponerse de acuerdo sobre la delimitación de las dos futuras entidades, lo que conllevaría una restitución de algunas zonas del Norte a los grecochipriotas.
El asunto del "territorio está naturalmente vinculado al de la propiedad y al de la seguridad porque afecta a la vida cotidiana de la gente que vive cerca de la frontera", declaró a la AFP el analista turcochipriota Mete Hatay.
"Si resuelven este problema (del territorio), entonces estaremos en la vía de importantes negociaciones multilaterales sobre la seguridad", considera Mullen.
En virtud de los tratados internacionales, Turquía, Grecia y Reino Unido, que dispone de bases militares en la isla, son garantes de la seguridad de Chipre.
Una delimitación de las entidades permitirá también examinar los procesos de restitución, compensación o canje para los propietarios expoliados de sus bienes, un tema espinoso y posiblemente caro para el futuro Estado.
La reunificación se anuncia costosa pero, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), acabará teniendo consecuencias económicas muy positivas para Chipre, que en 2013 tuvo que recurrir a un plan de rescate internacional por hallarse al borde de la bancarrota.
Sería una "oportunidad formidable en términos de inversiones y de comercio a largo plazo", declaró esta semana el representante del FMI en Chipre, Vicenzo Guzzo.
En caso de acuerdo nada garantiza la reunificación, porque debe ser ratificado en las urnas por las dos comunidades y son muchas las rencillas.
Estas negociaciones, que se celebrarán hasta el 11 de noviembre cerca del lago Lemán, son "un momento clave" en el proceso de diálogo, según el emisario de la ONU para Chipre, Espen Barth Eide.
Son las de la última oportunidad, tras el fracaso de un plan de reunificación propuesto por la ONU en 2004. El objetivo: alcanzar un acuerdo antes de finales de año.
El país está dividido desde 1974, cuando el ejército turco invadió la parte norte de la isla en reacción a un golpe de Estado dado para anexionar Chipre a Grecia.
Como consecuencia de esta invasión, decenas de miles de personas tuvieron que abandonar sus bienes de la noche a la mañana.
Desde entonces, la República de Chipre, miembro de la UE desde 2004, sólo ejerce su autoridad sobre la parte sur, donde viven chipriotas griegos.
Los turcochipriotas viven en el norte, donde se ha autoproclamado una República turca de Chipre del Norte (RTCN), sólo reconocida por Turquía.
- Los mapas, a examen -
Anastasiades exhortó esta semana a las dos partes a "aprovechar esta oportunidad, no sólo para eliminar o reducir las divergencias (...) sino para hacer progresos sobre el territorio, que puedan desembocar en una solución final".
Akinci insistió por su parte en la necesidad de respetar el plazo de final de año para alcanzar un acuerdo. "Después de 50 años, no podemos seguir debatiendo otros 50 años. Todo el mundo, incluida la ONU, es consciente de ello", dijo.
Según los analistas, a término se trataría de crear una federación compuesta por dos entidades, una grecochipriota y la otra turcochipriota, pero ello implicaría un intercambio de territorio en esta isla de aproximadamente un millón de habitantes, en su gran mayoría grecochipriotas.
"Si hoy pueden reunirse para hablar de mapas e intercambiar puntos de vista, esto significa que se han superado muchas barreras psicológicas", estima Fiona Mullen, una analista con sede en Chipre.
Los dos líderes intentarán ponerse de acuerdo sobre la delimitación de las dos futuras entidades, lo que conllevaría una restitución de algunas zonas del Norte a los grecochipriotas.
El asunto del "territorio está naturalmente vinculado al de la propiedad y al de la seguridad porque afecta a la vida cotidiana de la gente que vive cerca de la frontera", declaró a la AFP el analista turcochipriota Mete Hatay.
"Si resuelven este problema (del territorio), entonces estaremos en la vía de importantes negociaciones multilaterales sobre la seguridad", considera Mullen.
En virtud de los tratados internacionales, Turquía, Grecia y Reino Unido, que dispone de bases militares en la isla, son garantes de la seguridad de Chipre.
Una delimitación de las entidades permitirá también examinar los procesos de restitución, compensación o canje para los propietarios expoliados de sus bienes, un tema espinoso y posiblemente caro para el futuro Estado.
- 'Una oportunidad formidable' -
La reunificación se anuncia costosa pero, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), acabará teniendo consecuencias económicas muy positivas para Chipre, que en 2013 tuvo que recurrir a un plan de rescate internacional por hallarse al borde de la bancarrota.
Sería una "oportunidad formidable en términos de inversiones y de comercio a largo plazo", declaró esta semana el representante del FMI en Chipre, Vicenzo Guzzo.
En caso de acuerdo nada garantiza la reunificación, porque debe ser ratificado en las urnas por las dos comunidades y son muchas las rencillas.