El monarca español se reunió con el heredero del trono saudí, uno de los hombres más influyentes de su país, durante la mañana en su despacho del Palacio de la Zarzuela, residencia de la familia real.
A mediodía, los reyes ofrecieron un almuerzo en honor a Bin Salman en el Palacio Real de Madrid, al que asistieron el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y otros miembros de su Ejecutivo.
En total, hubo más de 200 invitados, entre ellos autoridades, empresarios y representantes de la sociedad civil.
La agenda del heredero del trono saudí se cerró hoy con un encuentro con Rajoy en el palacio presidencial de La Moncloa, donde ambos tienen previsto firmar acuerdos en varias materias.
Una de las claves de la visita es un acuerdo para la venta a Arabia Saudí de cinco corbetas que construirá la empresa española Navantia.
Las organizaciones Amnistía Internacional, Greenpeace, Oxfam Intermón y FundiPau criticaron la operación, valorada en unos 2.000 millones de euros, y lanzaron una campaña para pedir a la casa real española y al Gobierno de Rajoy que no promueva la firma del contrato.
"España podría convertirse en cómplice de la comisión de crímenes de derecho internacional en Yemen debido al riesgo sustancial de que las corbetas se utilicen para llevar a cabo ataques militares directos contra la población civil, ataques indiscriminados o para mantener el bloqueo aéreo y naval impuesto a Yemen", advirtieron desde las ONG.
En la misma línea, el partido Izquierda Unida (IU) criticó hoy el posible acuerdo con Arabia Saudí, así como que España venda armamento a países que "no respetan los derechos humanos" y que asesinan "de forma indiscriminada" a miles de personas en Yemen, en sus palabras.
Mohammed Bin Salman, de 32 años, aterrizó en Madrid en la tarde del miércoles procedente de Francia, en el marco de una gira internacional que le llevó también a destinos como Estados Unidos para presentar los planes de transformación de su país.
En el aeropuerto de Torrejón de Ardoz fue recibido por la ministra española de Defensa, María Dolores de Cospedal, con la que después mantuvo una reunión de trabajo en dependencias del Ejército.
El heredero del trono saudí se aloja en el Palacio del Pardo de Madrid, reservado habitualmente a las visitas de Estado de mandatarios internacionales a España. El almuerzo del Palacio Real fue celebrado hoy en una sala destinada a actos solemnes.
El viaje de Bin Salman fue considerado como una oportunidad para relanzar las relaciones entre España y Arabia Saudí en un momento "clave" en el que el país europeo puede "acompañar y asistir a Arabia Saudí en su proceso de transformación", según dijo al diario "Arab News" el embajador español en el país árabe, Álvaro Iranzo Gutiérrez.
La relación entre las casas reales de ambos países fue especialmente estrecha durante el reinado del español Juan Carlos I (1975-2014), quien abdicó en favor de su hijo Felipe hace cuatro años.
Juan Carlos, de 80 años, mantuvo una buena relación personal con el ya fallecido rey saudita Fahd, quien le regaló un yate en 1979. Su heredero, el rey Abdalá, también expresó en más de una ocasión su "gran respeto y estima" hacia el ahora rey emérito español.
A su implicación directa se atribuyen en España algunos de los contratos comerciales más importantes logrados con el país del golfo Pérsico. Entre ellos, el del tren de alta velocidad a La Meca.
Tras la llegada al trono español de Felipe VI, marcada por un afán de mayor transparencia y modernidad para la institución monárquica, algunos sectores de la sociedad y la política pidieron al nuevo rey que marcara distancias con un país que aplica la pena de muerte.
En ese sentido, el primer viaje del monarca española a Arabia Saudí, en enero de 2017, fue muy criticado ya que se centró en temas económicos y comerciales y culminó sin mención pública a la vulneración de los derechos humanos en el país árabe.
A mediodía, los reyes ofrecieron un almuerzo en honor a Bin Salman en el Palacio Real de Madrid, al que asistieron el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y otros miembros de su Ejecutivo.
En total, hubo más de 200 invitados, entre ellos autoridades, empresarios y representantes de la sociedad civil.
La agenda del heredero del trono saudí se cerró hoy con un encuentro con Rajoy en el palacio presidencial de La Moncloa, donde ambos tienen previsto firmar acuerdos en varias materias.
Una de las claves de la visita es un acuerdo para la venta a Arabia Saudí de cinco corbetas que construirá la empresa española Navantia.
Las organizaciones Amnistía Internacional, Greenpeace, Oxfam Intermón y FundiPau criticaron la operación, valorada en unos 2.000 millones de euros, y lanzaron una campaña para pedir a la casa real española y al Gobierno de Rajoy que no promueva la firma del contrato.
"España podría convertirse en cómplice de la comisión de crímenes de derecho internacional en Yemen debido al riesgo sustancial de que las corbetas se utilicen para llevar a cabo ataques militares directos contra la población civil, ataques indiscriminados o para mantener el bloqueo aéreo y naval impuesto a Yemen", advirtieron desde las ONG.
En la misma línea, el partido Izquierda Unida (IU) criticó hoy el posible acuerdo con Arabia Saudí, así como que España venda armamento a países que "no respetan los derechos humanos" y que asesinan "de forma indiscriminada" a miles de personas en Yemen, en sus palabras.
Mohammed Bin Salman, de 32 años, aterrizó en Madrid en la tarde del miércoles procedente de Francia, en el marco de una gira internacional que le llevó también a destinos como Estados Unidos para presentar los planes de transformación de su país.
En el aeropuerto de Torrejón de Ardoz fue recibido por la ministra española de Defensa, María Dolores de Cospedal, con la que después mantuvo una reunión de trabajo en dependencias del Ejército.
El heredero del trono saudí se aloja en el Palacio del Pardo de Madrid, reservado habitualmente a las visitas de Estado de mandatarios internacionales a España. El almuerzo del Palacio Real fue celebrado hoy en una sala destinada a actos solemnes.
El viaje de Bin Salman fue considerado como una oportunidad para relanzar las relaciones entre España y Arabia Saudí en un momento "clave" en el que el país europeo puede "acompañar y asistir a Arabia Saudí en su proceso de transformación", según dijo al diario "Arab News" el embajador español en el país árabe, Álvaro Iranzo Gutiérrez.
La relación entre las casas reales de ambos países fue especialmente estrecha durante el reinado del español Juan Carlos I (1975-2014), quien abdicó en favor de su hijo Felipe hace cuatro años.
Juan Carlos, de 80 años, mantuvo una buena relación personal con el ya fallecido rey saudita Fahd, quien le regaló un yate en 1979. Su heredero, el rey Abdalá, también expresó en más de una ocasión su "gran respeto y estima" hacia el ahora rey emérito español.
A su implicación directa se atribuyen en España algunos de los contratos comerciales más importantes logrados con el país del golfo Pérsico. Entre ellos, el del tren de alta velocidad a La Meca.
Tras la llegada al trono español de Felipe VI, marcada por un afán de mayor transparencia y modernidad para la institución monárquica, algunos sectores de la sociedad y la política pidieron al nuevo rey que marcara distancias con un país que aplica la pena de muerte.
En ese sentido, el primer viaje del monarca española a Arabia Saudí, en enero de 2017, fue muy criticado ya que se centró en temas económicos y comerciales y culminó sin mención pública a la vulneración de los derechos humanos en el país árabe.