Rafael Correa
Conocido sobre todo por sus trabajos sobre la música congoleña tras ser campeón mundial de vela, el cineasta nacido en Ginebra se interesó esta vez por el proyecto político que encarna en Ecuador el presidente Rafael Correa, al que da la palabra ampliamente en esta producción franco-suiza muy cuidada de Crescendo Films y Les Productions Faire Bleu.
A lo largo de 75 minutos, "Ecuador" ofrece también testimonios de personas afines a Correa, como el presidente de la Asamblea Constituyente, Alberto Costa, y diputados como el padre Fernando Vega, suspendido por el vaticano por "compromiso político", o Pedro de la Cruz, expresidente de la Federación Nacional de Comunidades Campesinas.
Intervienen asimismo el ministro de Relaciones Exteriores, Ricardo Patiño, el coordinador nacional de la organización política de poblaciones ancestrales Patchakutik, Jorge Guamán, y Jorge León, del Centro de Estudio de los Movimientos Sociales de Ecuador (CEDIME).
Según el padre Germán Delgado, exsuperior de los salesianos en Ecuador, Correa está convencido de su misión cuando defiende su decisión de renunciar a la explotación petrolífera en Yasuní, reserva de biodiversidad en el corazón del Amazonas ecuatorial, a cambio de una contribución de los países más contaminantes en base al concepto de "contaminación evitada".
El propio presidente recuerda que su paso como voluntario por una misión salesiana cerca de Yasuní, a más de 3.500 metros de altitud, cambió la vida del entonces joven costeño que se define ahora como un "socialista del siglo XXI que acepta cosas del socialismo tradicional y rechaza otras", como adepto de un "socialismo del buen vivir".
Excelente orador y pedagogo, Correa defiende en el documental un "ecologismo, feminismo, indigenismo inteligentes", critica el "libre comercio fundamentalista" al que contrapone un "comercio inteligente de mutuo provecho".
Aboga por la creación de un tribunal internacional de deudas para arbitrar "como instancia imparcial que juzgue la capacidad de pago de un país" y defiende la instauración de una sistema monetario latinoamericano.
Como contrapunto a las posiciones oficiales, el presidente de la Asociación de Bancos Privados de Ecuador, César Robalino Gonzaga, estima que el Gobierno ecuatoriano "está castigando a la gente con recursos para beneficiar a quienes no los tienen" y preconiza una "alianza con sectores privados" para "luchar contra la pobreza y la desigualdad" creciendo al menos un 6% al año.
Un empresario maderero, por su parte, señala la dificultad que tienen los ecuatorianos para obtener créditos fuera con el fin de comprar maquinaria en el extranjero por ser considerado un "país de riesgo".
El dueño del cine La Clef, Raphael Vion, admite que la película de Sarrazin "ensalza a Correa", pero argumenta que es "un presidente atípico que al menos intenta hacer saltar las líneas", según dijo a la AFP.
Tras su presentación oficial la noche del martes con lleno absoluto, Vion programará la película "cuatro o cinco semanas como mínimo" a razón de un pase diario, precisó.
El documental fue producido en 2011, antes de que Julian Assange, fundador de WikiLeaks, se refugiara en la Embajada de Ecuador en Londres.
A lo largo de 75 minutos, "Ecuador" ofrece también testimonios de personas afines a Correa, como el presidente de la Asamblea Constituyente, Alberto Costa, y diputados como el padre Fernando Vega, suspendido por el vaticano por "compromiso político", o Pedro de la Cruz, expresidente de la Federación Nacional de Comunidades Campesinas.
Intervienen asimismo el ministro de Relaciones Exteriores, Ricardo Patiño, el coordinador nacional de la organización política de poblaciones ancestrales Patchakutik, Jorge Guamán, y Jorge León, del Centro de Estudio de los Movimientos Sociales de Ecuador (CEDIME).
Según el padre Germán Delgado, exsuperior de los salesianos en Ecuador, Correa está convencido de su misión cuando defiende su decisión de renunciar a la explotación petrolífera en Yasuní, reserva de biodiversidad en el corazón del Amazonas ecuatorial, a cambio de una contribución de los países más contaminantes en base al concepto de "contaminación evitada".
El propio presidente recuerda que su paso como voluntario por una misión salesiana cerca de Yasuní, a más de 3.500 metros de altitud, cambió la vida del entonces joven costeño que se define ahora como un "socialista del siglo XXI que acepta cosas del socialismo tradicional y rechaza otras", como adepto de un "socialismo del buen vivir".
Excelente orador y pedagogo, Correa defiende en el documental un "ecologismo, feminismo, indigenismo inteligentes", critica el "libre comercio fundamentalista" al que contrapone un "comercio inteligente de mutuo provecho".
Aboga por la creación de un tribunal internacional de deudas para arbitrar "como instancia imparcial que juzgue la capacidad de pago de un país" y defiende la instauración de una sistema monetario latinoamericano.
Como contrapunto a las posiciones oficiales, el presidente de la Asociación de Bancos Privados de Ecuador, César Robalino Gonzaga, estima que el Gobierno ecuatoriano "está castigando a la gente con recursos para beneficiar a quienes no los tienen" y preconiza una "alianza con sectores privados" para "luchar contra la pobreza y la desigualdad" creciendo al menos un 6% al año.
Un empresario maderero, por su parte, señala la dificultad que tienen los ecuatorianos para obtener créditos fuera con el fin de comprar maquinaria en el extranjero por ser considerado un "país de riesgo".
El dueño del cine La Clef, Raphael Vion, admite que la película de Sarrazin "ensalza a Correa", pero argumenta que es "un presidente atípico que al menos intenta hacer saltar las líneas", según dijo a la AFP.
Tras su presentación oficial la noche del martes con lleno absoluto, Vion programará la película "cuatro o cinco semanas como mínimo" a razón de un pase diario, precisó.
El documental fue producido en 2011, antes de que Julian Assange, fundador de WikiLeaks, se refugiara en la Embajada de Ecuador en Londres.