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Política
Dominique Strauss-Kahn.
El pedido del fiscal Cyrus Vance al juez Micheal Obus confirma los rumores que circulaban desde hacía semanas y supone un giro completo en este caso que se inició el pasado 14 de mayo con la denuncia de una empleada de hotel contra Strauss-Kahn por intento de violación y agresión sexual.
"Recomendamos respetuosamente que la inculpación sea desestimada", indica el documento enviado por la oficina del fiscal del distrito de Manhattan al magistrado.
Poco antes, los fiscales se habían reunido con la mujer que acusó a Strauss-Kahn, Nafissatou Diallo, para informarle que pedirían archivar la causa y retirar los siete cargos de inculpación contra el acusado.
La decisión de Vance fue duramente criticada por el abogado de Diallo, Kenneth Thompson, quien lo acusó de "negar el derecho de una mujer de obtener justicia en un caso por violación", en breves declaraciones a la prensa en la puerta de los tribunales.
De su lado, los abogados de Strauss-Kahn confirmaron el cierre de la causa contra el ex jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI) y manifestaron su "reconocimiento" al fiscal.
"Hemos dicho desde un principio que nuestro cliente era inocente", afirmaron Benjamin Brafman y William Taylor en un comunicado.
Poco antes, Nafissatou Diallo, una guineana de 32 años, había sido recibida durante unos diez minutos en la oficina del fiscal y se había retirado sin formular declaraciones ante una horda de periodistas que montaban guardia en el lugar.
Si el juez acepta el pedido del fiscal en la audiencia del martes, como se supone, Strauss-Kahn, de 62 años, podría regresar inmediatamente a Francia.
Liberado bajo palabra el pasado 1 de julio tras pasar varios días en la cárcel y semanas en un estricto arresto domiciliario, Strauss-Kahn ha negado desde un principio las acusaciones, que lo llevaron a renunciar a la dirección del FMI y que pueden haber destruido sus aspiraciones políticas de presentarse como candidato en las presidenciales francesas de 2012.
El ex director del FMI estaba acusado de siete cargos ante la justicia penal, pero la solidez de las pruebas en su contra sufrió un duro golpe luego de que el fiscal descubriese mentiras y contradicciones en el testimonio de la empleada.
Vance ya había dado a conocer en una audiencia a fines de junio que la presunta víctima había mentido en varias ocasiones a los investigadores sobre su pasado y sobre lo que había ocurrido tras los presuntos hechos.
Diallo se había negado además a admitir una conversación telefónica -que había sido grabada- con un amigo que se encontraba en prisión un día después de su denuncia. En la conversación hablaba de la riqueza de Strauss-Kahn.
En medio del manifiesto distanciamiento entre el fiscal y la denunciante, Kenneth Thompson había decidido que su clienta se presentase ante la prensa para tratar de mantener la atención de la opinión pública y forzar a Vance a no abandonar el caso.
En la justicia penal estadounidense, el jurado debe votar en forma unánime y convencido "más allá de todo duda razonable".
El final de la causa penal no cierra el caso en Estados Unidos, ya que Nafissatou Diallo presentó una denuncia ante la justicia civil en los tribunales de Bronx para exigir una compensacion económica.
Para los abogados defensores de Strauss-Kahn, la presunta víctima solo quiere "ganar dinero", algo que a su entender quedó ratificado con la demanda civil.
Strauss-Kahn es objeto también de una denuncia por intento de violación en Francia presentada por la escritora Tristane Banon.
La demanda de Banon, presentada luego de los hechos de Nueva York, se refiere a una agresión que habría tenido lugar en 2003.
"Recomendamos respetuosamente que la inculpación sea desestimada", indica el documento enviado por la oficina del fiscal del distrito de Manhattan al magistrado.
Poco antes, los fiscales se habían reunido con la mujer que acusó a Strauss-Kahn, Nafissatou Diallo, para informarle que pedirían archivar la causa y retirar los siete cargos de inculpación contra el acusado.
La decisión de Vance fue duramente criticada por el abogado de Diallo, Kenneth Thompson, quien lo acusó de "negar el derecho de una mujer de obtener justicia en un caso por violación", en breves declaraciones a la prensa en la puerta de los tribunales.
De su lado, los abogados de Strauss-Kahn confirmaron el cierre de la causa contra el ex jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI) y manifestaron su "reconocimiento" al fiscal.
"Hemos dicho desde un principio que nuestro cliente era inocente", afirmaron Benjamin Brafman y William Taylor en un comunicado.
Poco antes, Nafissatou Diallo, una guineana de 32 años, había sido recibida durante unos diez minutos en la oficina del fiscal y se había retirado sin formular declaraciones ante una horda de periodistas que montaban guardia en el lugar.
Si el juez acepta el pedido del fiscal en la audiencia del martes, como se supone, Strauss-Kahn, de 62 años, podría regresar inmediatamente a Francia.
Liberado bajo palabra el pasado 1 de julio tras pasar varios días en la cárcel y semanas en un estricto arresto domiciliario, Strauss-Kahn ha negado desde un principio las acusaciones, que lo llevaron a renunciar a la dirección del FMI y que pueden haber destruido sus aspiraciones políticas de presentarse como candidato en las presidenciales francesas de 2012.
El ex director del FMI estaba acusado de siete cargos ante la justicia penal, pero la solidez de las pruebas en su contra sufrió un duro golpe luego de que el fiscal descubriese mentiras y contradicciones en el testimonio de la empleada.
Vance ya había dado a conocer en una audiencia a fines de junio que la presunta víctima había mentido en varias ocasiones a los investigadores sobre su pasado y sobre lo que había ocurrido tras los presuntos hechos.
Diallo se había negado además a admitir una conversación telefónica -que había sido grabada- con un amigo que se encontraba en prisión un día después de su denuncia. En la conversación hablaba de la riqueza de Strauss-Kahn.
En medio del manifiesto distanciamiento entre el fiscal y la denunciante, Kenneth Thompson había decidido que su clienta se presentase ante la prensa para tratar de mantener la atención de la opinión pública y forzar a Vance a no abandonar el caso.
En la justicia penal estadounidense, el jurado debe votar en forma unánime y convencido "más allá de todo duda razonable".
El final de la causa penal no cierra el caso en Estados Unidos, ya que Nafissatou Diallo presentó una denuncia ante la justicia civil en los tribunales de Bronx para exigir una compensacion económica.
Para los abogados defensores de Strauss-Kahn, la presunta víctima solo quiere "ganar dinero", algo que a su entender quedó ratificado con la demanda civil.
Strauss-Kahn es objeto también de una denuncia por intento de violación en Francia presentada por la escritora Tristane Banon.
La demanda de Banon, presentada luego de los hechos de Nueva York, se refiere a una agresión que habría tenido lugar en 2003.
