Australia tenía la esperanza de lograr apoyo para su plan, ideado junto a Francia y la Unión Europea, para crear una Zona Marina Protegida que garantizara la biodiversidad en las aguas de la Antártida Oriental, tras reducir drásticamente el tamaño del lugar propuesto.
Sin embargo, China y Rusia bloquearon tanto el proyecto de la Antártida Oriental como un intento conjunto de Estados Unidos y Nueva Zelanda de crear una zona en el Mar de Ross durante las conversaciones anuales de la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos de la Antártida (CCAMLR) en Hobart.
"El resultado final es un fracaso", afirmó Andrea Kavanah, de Pew Charitable Trusts, agregando que los partidarios de este proyecto no han logrado hacerlo realidad en cuatro años.
"Cada año que esperamos deja este ecosistema casi prístino vulnerable a la pesca", añadió.
Las propuestas deben ser aprobadas por los 25 miembros del CCAMLR.
Sin embargo Grigory Tsidulko, un militante ruso de la Alianza Océano Antártico, dijo que la geopolítica, así como la respuesta mundial a la crisis en Ucrania, desempeñaron un papel en las discusiones de este año.
"Creo que este año el principal factor es la situación geopolítica global, incluyendo a Rusia", declaró a la AFP.
No obstante, indicó que la delegación rusa había dejado la puerta abierta para las zonas protegidas en el futuro, afirmando durante la reunión que si bien tenía reservas sobre las propuestas actuales, estaba abierta a discusiones.
Kavanagh sostuvo que las cuestiones geopolíticas siempre existían, pero que en el pasado siempre fueron superadas cuando se trataba de la Antártida.
"Por ejemplo, firmaron el tratado de la Antártida en el momento más álgido de la Guerra Fría", señaló a la AFP.