Poco después de ese anuncio, el Ejército reportó en un comunicado la muerte de 13 militares en un ataque de las FARC en la localidad de Tame, en el departamento de Arauca (frontera noreste con Venezuela).
"Las FARC han tomado la decisión de regresar el lunes a las 8 y 30 de la mañana a la mesa de conversaciones para continuar normalmente con las deliberaciones", señaló el jefe negociador del Ejecutivo, Humberto De la Calle, en una declaración pública.
El presidente Juan Manuel Santos "nos ha instruido sobre la decisión de regresar el día de mañana (domingo) a La Habana para continuar las conversaciones", agregó.
El jefe negociador hizo el anuncio tras una reunión con el mandatario, quien el viernes ordenó a sus delegados regresar a Bogotá para evaluar la decisión de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas) de hacer un receso.
El grupo anunció la pausa el viernes para analizar la propuesta de Santos de celebrar un referendo destinado a validar un eventual acuerdo de paz.
Las FARC reiteraron entonces su aspiración de que el pacto dé paso a una asamblea constituyente.
Según Santos, el referendo tendría lugar el mismo día de las elecciones legislativas o presidenciales de marzo y mayo de 2014 respectivamente, en las que no descarta buscar un segundo mandato.
De la Calle indicó que esa iniciativa "está inspirada exclusivamente en permitir (...) que sean los colombianos los que tomen la decisión final sobre los acuerdos a los que logremos llegar en La Habana".
El responsable ya había aclarado el viernes que un proyecto sobre el particular enviado al Congreso no significa que se vaya a convocar la consulta.
"La eventual concreción de este o de cualquier mecanismo depende de lo que las delegaciones acuerden en La Habana", explicó.
Sin embargo, al ordenar el retorno de sus representantes el viernes, Santos elevó el tono manifestando que las FARC no son las que ponen las condiciones de la negociación y que "la paciencia del pueblo colombiano tiene su límite".
Empero, De la Calle se mostró conciliador destacando incluso una declaración de la guerrilla, el pasado martes, en la que reconoció por primera vez que tiene responsabilidad en parte de las miles de víctimas del conflicto de casi medio siglo y propuso avanzar en el tema de la reparación a éstas en el proceso de paz.
"Ese es un tema que para nosotros es muy importante", sostuvo.
Tras esa declaración se conoció el ataque en Arauca, que se suma a otro perpetrado por las FARC el 21 de agosto en la misma región que mato a 15 militares.
Las pláticas se desarrollan sin un cese al fuego por decisión del gobierno, que aduce que una tregua podría dar una ventaja militar a la guerrilla.
Este sábado, las FARC difundieron una carta de su máximo líder, Timoleón Jiménez, fechada el pasado jueves, en la que cuestionó la voluntad de paz de Santos, al que acusó de negociar la paz solo para favorecer la expansión del neoliberalismo en el continente.
"En eso consistiría el acuerdo (que se negocia en Cuba desde noviembre de 2012), un perdón relativo a cambio del espaldarazo guerrillero a la globalización neoliberal para Colombia", señaló 'Timochenko' en la misiva publicada en la página de internet del grupo www.farc-ep.co.
El jefe insurgente indicó que el primer punto de la agenda de negociación (política agraria) fue firmado por las FARC con "algunas salvedades que se definirán más adelante", relativas a la protección del campo.
Mientras, sobre el segundo tema (participación política de los rebeldes), Jiménez expresó que Santos no quiere "ceder un milímetro" para "tranquilizar al gran capital".
Fundadas en 1964 y con unos 8.000 combatientes, las FARC son la mayor guerrilla de Colombia, donde además opera el Ejército de Liberación Nacional (ELN), con el cual Santos se ha expresado dispuesto a iniciar diálogos de paz.
"Las FARC han tomado la decisión de regresar el lunes a las 8 y 30 de la mañana a la mesa de conversaciones para continuar normalmente con las deliberaciones", señaló el jefe negociador del Ejecutivo, Humberto De la Calle, en una declaración pública.
El presidente Juan Manuel Santos "nos ha instruido sobre la decisión de regresar el día de mañana (domingo) a La Habana para continuar las conversaciones", agregó.
El jefe negociador hizo el anuncio tras una reunión con el mandatario, quien el viernes ordenó a sus delegados regresar a Bogotá para evaluar la decisión de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas) de hacer un receso.
El grupo anunció la pausa el viernes para analizar la propuesta de Santos de celebrar un referendo destinado a validar un eventual acuerdo de paz.
Las FARC reiteraron entonces su aspiración de que el pacto dé paso a una asamblea constituyente.
Según Santos, el referendo tendría lugar el mismo día de las elecciones legislativas o presidenciales de marzo y mayo de 2014 respectivamente, en las que no descarta buscar un segundo mandato.
De la Calle indicó que esa iniciativa "está inspirada exclusivamente en permitir (...) que sean los colombianos los que tomen la decisión final sobre los acuerdos a los que logremos llegar en La Habana".
El responsable ya había aclarado el viernes que un proyecto sobre el particular enviado al Congreso no significa que se vaya a convocar la consulta.
"La eventual concreción de este o de cualquier mecanismo depende de lo que las delegaciones acuerden en La Habana", explicó.
Sin embargo, al ordenar el retorno de sus representantes el viernes, Santos elevó el tono manifestando que las FARC no son las que ponen las condiciones de la negociación y que "la paciencia del pueblo colombiano tiene su límite".
Empero, De la Calle se mostró conciliador destacando incluso una declaración de la guerrilla, el pasado martes, en la que reconoció por primera vez que tiene responsabilidad en parte de las miles de víctimas del conflicto de casi medio siglo y propuso avanzar en el tema de la reparación a éstas en el proceso de paz.
"Ese es un tema que para nosotros es muy importante", sostuvo.
Tras esa declaración se conoció el ataque en Arauca, que se suma a otro perpetrado por las FARC el 21 de agosto en la misma región que mato a 15 militares.
Las pláticas se desarrollan sin un cese al fuego por decisión del gobierno, que aduce que una tregua podría dar una ventaja militar a la guerrilla.
Este sábado, las FARC difundieron una carta de su máximo líder, Timoleón Jiménez, fechada el pasado jueves, en la que cuestionó la voluntad de paz de Santos, al que acusó de negociar la paz solo para favorecer la expansión del neoliberalismo en el continente.
"En eso consistiría el acuerdo (que se negocia en Cuba desde noviembre de 2012), un perdón relativo a cambio del espaldarazo guerrillero a la globalización neoliberal para Colombia", señaló 'Timochenko' en la misiva publicada en la página de internet del grupo www.farc-ep.co.
El jefe insurgente indicó que el primer punto de la agenda de negociación (política agraria) fue firmado por las FARC con "algunas salvedades que se definirán más adelante", relativas a la protección del campo.
Mientras, sobre el segundo tema (participación política de los rebeldes), Jiménez expresó que Santos no quiere "ceder un milímetro" para "tranquilizar al gran capital".
Fundadas en 1964 y con unos 8.000 combatientes, las FARC son la mayor guerrilla de Colombia, donde además opera el Ejército de Liberación Nacional (ELN), con el cual Santos se ha expresado dispuesto a iniciar diálogos de paz.