El jefe negociador de la guerrilla, Iván Márquez, destacó que los rebeldes seguirán negociando "sin alterar lo ya acordado" por ambas partes el 23 de septiembre en La Habana, cuando fijaron las bases para juzgar los crímenes cometidos a lo largo del conflicto armado de medio siglo.
"Se trata de un modelo de justicia para la paz incomparablemente más detallado y avanzado" que cualquier otro en el mundo, dijo Márquez, resaltando que "el texto íntegro del acuerdo fue depositado ante los países garantes (del proceso de paz), Cuba y Noruega".
Sin embargo, la delegación del gobierno afirmó que se trata de "un documento en construcción", no acabado, contradiciendo a la guerrilla, que afirmó el martes en un comunicado que el acuerdo sobre justicia "está cerrado".
"Vamos a promover que los abogados (de ambas partes) vengan a terminar su trabajo, respetando lo que se ha hecho en temas claves, como la extradición", declaró a la prensa una fuente del equipo del gobierno.
Es un "documento en desarrollo", que solo estará acabado "cuando los abogados terminen" de consensuarlo y redactarlo, añadió.
La semana pasada ambas partes aclararon que el acuerdo acaba con las extradiciones de guerrilleros a Estados Unidos, que ha exigido la entrega de cabecillas de las FARC y donde purga desde 2004 una condena a 60 años el dirigente rebelde Simón Trinidad.
Los abogados de ambas partes han sostenido al menos dos reuniones de trabajo en La Habana y otras en Bogotá.
Los abogados del gobierno son los colombianos José Manuel Cepeda y Juan Carlos Henao, y el estadounidense Doug Cassel; y los de las FARC los colombianos Álvaro Leyva y Diego Martínez, y el español Enrique Santiago.
El texto completo del acuerdo de 75 puntos no ha sido publicado, solo se dio a conocer el 23 de septiembre una nota informativa de 10 puntos.
"El acuerdo debería ser publicado a la mayor brevedad para evitar especulaciones o tergiversaciones interesadas sobre su contenido", indicó Márquez.
Los textos completos de los otros acuerdos parciales alcanzados por ambas partes previamente tampoco han sido publicados. Las negociaciones de La Habana, iniciadas en noviembre de 2012, se basan en el principio de que "nada está acordado hasta que todo esté acordado".
Al suscribir el acuerdo que crea una "jurisdicción especial para la paz", en una histórica ceremonia en la que Santos estrechó la mano al jefe de las FARC, Timoléon Jiménez, "Timochenko", en presencia del presidente cubano Raúl Castro, las partes se comprometieron a firmar la paz a más tardar el 23 de marzo de 2016.
También se comprometieron a iniciar la desmovilización y desarme de la guerrilla en los siguientes 60 días después de la firma del acuerdo.
Este acuerdo sobre justicia -el tema más espinoso del proceso de paz- contempla la creación de un tribunal especial y juicios y penas de cárcel para responsables de crímenes de lesa humanidad, toma de rehenes, ejecuciones extrajudiciales y violencia sexual, pero amnistía para delitos políticos.
Las partes suscribieron el acuerdo un día después de que el papa Francisco culminara su visita a Cuba, donde manifestó en una misa campal en la Plaza de la Revolución de La Habana que no podía haber "otro fracaso" en la búsqueda para la paz en Colombia.
El conflicto armado interno de medio siglo ha dejado en Colombia 220.000 muertos y seis millones de desplazados, según cifras oficiales, y éste es el tercer intento que hace el gobierno y las FARC para acabar la contienda.
El actual es el 42º ciclo de diálogos de paz entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). El otro grupo rebelde colombiano, el guevarista Ejército de Liberación Nacional (ELN), desarrolla diálogos exploratorios con el gobierno.
La presente ronda de diálogos culminará el 8 de octubre.
"Se trata de un modelo de justicia para la paz incomparablemente más detallado y avanzado" que cualquier otro en el mundo, dijo Márquez, resaltando que "el texto íntegro del acuerdo fue depositado ante los países garantes (del proceso de paz), Cuba y Noruega".
Sin embargo, la delegación del gobierno afirmó que se trata de "un documento en construcción", no acabado, contradiciendo a la guerrilla, que afirmó el martes en un comunicado que el acuerdo sobre justicia "está cerrado".
"Vamos a promover que los abogados (de ambas partes) vengan a terminar su trabajo, respetando lo que se ha hecho en temas claves, como la extradición", declaró a la prensa una fuente del equipo del gobierno.
Es un "documento en desarrollo", que solo estará acabado "cuando los abogados terminen" de consensuarlo y redactarlo, añadió.
- Fin de extradiciones a EEUU -
La semana pasada ambas partes aclararon que el acuerdo acaba con las extradiciones de guerrilleros a Estados Unidos, que ha exigido la entrega de cabecillas de las FARC y donde purga desde 2004 una condena a 60 años el dirigente rebelde Simón Trinidad.
Los abogados de ambas partes han sostenido al menos dos reuniones de trabajo en La Habana y otras en Bogotá.
Los abogados del gobierno son los colombianos José Manuel Cepeda y Juan Carlos Henao, y el estadounidense Doug Cassel; y los de las FARC los colombianos Álvaro Leyva y Diego Martínez, y el español Enrique Santiago.
El texto completo del acuerdo de 75 puntos no ha sido publicado, solo se dio a conocer el 23 de septiembre una nota informativa de 10 puntos.
"El acuerdo debería ser publicado a la mayor brevedad para evitar especulaciones o tergiversaciones interesadas sobre su contenido", indicó Márquez.
Los textos completos de los otros acuerdos parciales alcanzados por ambas partes previamente tampoco han sido publicados. Las negociaciones de La Habana, iniciadas en noviembre de 2012, se basan en el principio de que "nada está acordado hasta que todo esté acordado".
Al suscribir el acuerdo que crea una "jurisdicción especial para la paz", en una histórica ceremonia en la que Santos estrechó la mano al jefe de las FARC, Timoléon Jiménez, "Timochenko", en presencia del presidente cubano Raúl Castro, las partes se comprometieron a firmar la paz a más tardar el 23 de marzo de 2016.
También se comprometieron a iniciar la desmovilización y desarme de la guerrilla en los siguientes 60 días después de la firma del acuerdo.
- Llamado del papa -
Este acuerdo sobre justicia -el tema más espinoso del proceso de paz- contempla la creación de un tribunal especial y juicios y penas de cárcel para responsables de crímenes de lesa humanidad, toma de rehenes, ejecuciones extrajudiciales y violencia sexual, pero amnistía para delitos políticos.
Las partes suscribieron el acuerdo un día después de que el papa Francisco culminara su visita a Cuba, donde manifestó en una misa campal en la Plaza de la Revolución de La Habana que no podía haber "otro fracaso" en la búsqueda para la paz en Colombia.
El conflicto armado interno de medio siglo ha dejado en Colombia 220.000 muertos y seis millones de desplazados, según cifras oficiales, y éste es el tercer intento que hace el gobierno y las FARC para acabar la contienda.
El actual es el 42º ciclo de diálogos de paz entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). El otro grupo rebelde colombiano, el guevarista Ejército de Liberación Nacional (ELN), desarrolla diálogos exploratorios con el gobierno.
La presente ronda de diálogos culminará el 8 de octubre.