En sus habituales declaraciones del mediodía a medios oficiales, Murillo acusó a sus adversarios de haber promovido "un golpe fascista, terrorista, criminal, sacrílego y pecaminoso" mediante las protestas que estallaron hace cuatro meses, el 18 de abril.
"Ellos viajan por el exterior para difamar al Gobierno, siguen atizando el fuego desde otros países (...) movilizan plataformas mediáticas internacionales de medios que obedecen a los imperios", aseveró.
Agregó que los opositores, a quienes llamó "puchos" y "chingastes" (sobras), intentaron "un sabotaje mediático contra nuestro país" a través de "infamias, mentiras, 'fake news', noticias falsas todos los días" para desprestigiar a Ortega.
La queja de Murillo ocurre en medio de denuncias sobre una ola de amenazas y asedio contra periodistas y medios informativos independientes que han apoyado las protestas contra el Gobierno.
Murillo arremetió también contra las movilizaciones cívicas masivas realizadas en las principales ciudades del país, y aseguró que "no mueven a nadie, son la poquedad versus la mayoría del pueblo".
"Quedarán relegados al basurero de la historia esos pocos, esos puchos, esos chingastes, esa poquedad", indicó la vicepresidenta.
La crisis de Nicaragua estalló con una protesta estudiantil y derivó en grandes manifestaciones tras la violenta acción de algunos manifestantes armados, que dejó 450 muertos, 2.800 heridos y unos 400 detenidos en cuatro meses, según ONGs de derechos humanos. El Gobierno registra 198 muertes.
"Ellos viajan por el exterior para difamar al Gobierno, siguen atizando el fuego desde otros países (...) movilizan plataformas mediáticas internacionales de medios que obedecen a los imperios", aseveró.
Agregó que los opositores, a quienes llamó "puchos" y "chingastes" (sobras), intentaron "un sabotaje mediático contra nuestro país" a través de "infamias, mentiras, 'fake news', noticias falsas todos los días" para desprestigiar a Ortega.
La queja de Murillo ocurre en medio de denuncias sobre una ola de amenazas y asedio contra periodistas y medios informativos independientes que han apoyado las protestas contra el Gobierno.
Murillo arremetió también contra las movilizaciones cívicas masivas realizadas en las principales ciudades del país, y aseguró que "no mueven a nadie, son la poquedad versus la mayoría del pueblo".
"Quedarán relegados al basurero de la historia esos pocos, esos puchos, esos chingastes, esa poquedad", indicó la vicepresidenta.
La crisis de Nicaragua estalló con una protesta estudiantil y derivó en grandes manifestaciones tras la violenta acción de algunos manifestantes armados, que dejó 450 muertos, 2.800 heridos y unos 400 detenidos en cuatro meses, según ONGs de derechos humanos. El Gobierno registra 198 muertes.