En declaraciones a periodistas, Brenes dijo que la reanudación del diálogo coincide con la llegada al país de misiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU (OACDH), que aportarán sus investigaciones sobre los hechos violentos ocurridos en Nicaragua.
El también arzobispo de Managua añadió que la llegada al país de estas misiones era una de las condiciones para reiniciar el diálogo, solicitadas por la oposición, que también ha exigido cesar la represión y el desmantelamiento de los grupos paramilitares que operan contra los manifestantes antigubernamentales.
El secretario ejecutivo de la CIDH, Paulo Abrao, confirmó en un tuit la llegada este domingo a Nicaragua de un equipo técnico de la CIDH que dará seguimiento a la situación del país.
Un anuncio similar hizo la OACDH, cuya misión arribará al país el martes y permanecerá en Nicaragua “el tiempo que sea necesario” para observar la situación de los derechos humanos.
Este domingo, en una entrevista publicada por el diario "La Prensa", Mónica Baltodano, ex comandante guerrillera del Frente Sandinista, dijo que era urgente el desarme de los grupos paramilitares, garantizado por organismos internacionales, para evitar más muertos y encontrar una salida a la crisis.
“No hay posibilidades de salir de esta crisis y de impedir más derramamiento de sangre si no se obtiene, a través de estos organismos internacionales, el desarme de este ejército irregular orteguista”, expresó la ex compañera de armas del presidente Daniel Ortega durante el derrocamiento armado de Anastasio Somoza en 1979.
Baltodano, quien integró el Estado Mayor de la guerrilla que combatió en Managua contra la dictadura somocista, criticó además al Ejército de Nicaragua por “fingir demencia”, es decir, ignorar y no actuar ante los grupos paramilitares que operan contra los manifestantes que protestan contra Ortega.
Se trata de un “verdadero ejército (irregular): tiene mando, tiene estructura, tiene avituallamiento, tiene cuarteles, tiene medios, vehículos en que movilizarse, despliegue territorial y tiene armas de guerra. Es una vergüenza que el Ejército se haya mantenido en esa postura”, expresó.
Baltadano, quien hace dos décadas abandonó el partido sandinista -hoy en el poder-, aseveró que Ortega ha superado con creces “los niveles criminalidad y de represión” de la anterior dictadura, al enfrentar a manifestantes desarmados con grupos paramilitares protegidos por la policía.
El también arzobispo de Managua añadió que la llegada al país de estas misiones era una de las condiciones para reiniciar el diálogo, solicitadas por la oposición, que también ha exigido cesar la represión y el desmantelamiento de los grupos paramilitares que operan contra los manifestantes antigubernamentales.
El secretario ejecutivo de la CIDH, Paulo Abrao, confirmó en un tuit la llegada este domingo a Nicaragua de un equipo técnico de la CIDH que dará seguimiento a la situación del país.
Un anuncio similar hizo la OACDH, cuya misión arribará al país el martes y permanecerá en Nicaragua “el tiempo que sea necesario” para observar la situación de los derechos humanos.
Este domingo, en una entrevista publicada por el diario "La Prensa", Mónica Baltodano, ex comandante guerrillera del Frente Sandinista, dijo que era urgente el desarme de los grupos paramilitares, garantizado por organismos internacionales, para evitar más muertos y encontrar una salida a la crisis.
“No hay posibilidades de salir de esta crisis y de impedir más derramamiento de sangre si no se obtiene, a través de estos organismos internacionales, el desarme de este ejército irregular orteguista”, expresó la ex compañera de armas del presidente Daniel Ortega durante el derrocamiento armado de Anastasio Somoza en 1979.
Baltodano, quien integró el Estado Mayor de la guerrilla que combatió en Managua contra la dictadura somocista, criticó además al Ejército de Nicaragua por “fingir demencia”, es decir, ignorar y no actuar ante los grupos paramilitares que operan contra los manifestantes que protestan contra Ortega.
Se trata de un “verdadero ejército (irregular): tiene mando, tiene estructura, tiene avituallamiento, tiene cuarteles, tiene medios, vehículos en que movilizarse, despliegue territorial y tiene armas de guerra. Es una vergüenza que el Ejército se haya mantenido en esa postura”, expresó.
Baltadano, quien hace dos décadas abandonó el partido sandinista -hoy en el poder-, aseveró que Ortega ha superado con creces “los niveles criminalidad y de represión” de la anterior dictadura, al enfrentar a manifestantes desarmados con grupos paramilitares protegidos por la policía.