El secretario general de Naciones Unidas Ban Ki-moon y el presidente turco Recep Tayyip Erdogan denunciaron la suspensión de las operaciones y pidieron que se reanudara la evacuación. "Alepo en este momento es sinónimo de infierno", afirmó Ban en Nueva York.
La operación de evacuación, iniciada el jueves, debía durar varios días, pero el ejército sirio la suspendió el viernes por la mañana invocando que los rebeldes "no respetaban las condiciones del acuerdo".
"Los rebeldes abrieron fuego, quisieron llevar armas no incluidas en el acuerdo y partir con rehenes", es decir llevarse a los militares o funcionarios gubernamentales que estaban en su poder, dijo una fuente militar siria.
Hacia las 11H00 (09H00 GMT) se escucharon disparos en Ramusa, por donde transitan los evacuados de los últimos barrios del este de Alepo aún controlados por los rebeldes.
"Se pidió al personal del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que se retiraran", confirmó Elisabeth Hoff, representante de la OMS en Siria.
Hoff manifestó su inquietud por los civiles que siguen bloqueados en el enclave rebelde, recordando que entre ellos había aún muchos niños "menores de cinco años".
Por su parte, Rusia anunció que la evacuación de los rebeldes y sus familias había terminado y que las tropas sirias estaban liquidando los "últimos focos de resistencia" en Alepo.
Sin embargo, en Alepo, un general sirio indicó a la AFP que la operación de evacuación estaba "suspendida, pero no terminada".
Por su lado, el presidente ruso Vladimir Putin, principal apoyo del gobierno sirio, declaró que la "próxima etapa" en Siria será "un alto el fuego en el conjunto del territorio", para lo cual Rusia negocia con la oposición armada a través de Turquía. Desde Tokio, Putin sugirió que podría proponer una reunión en un lugar neutral, por ejemplo "en la capital de Kazajistán, Astana".
El emisario de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, estimó que aún quedan unos 40.000 civiles y entre 1.500 y 5.000 combatientes en el último reducto rebelde en Alepo.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) estimó por su parte que ya fueron evacuadas unas 8.500 personas, entre ellas 3.000 combatientes.
Entre las personas evacuadas hay por lo menos 250 heridos, dijo por su parte Ahmad al-Dbis, jefe de una unidad de médicos y voluntarios que coordina la evacuación de los heridos. Al menos 50 heridos fueron trasladados a Turquía.
La suspensión de la evacuación pudo deberse a un bloqueo en la evacuación de los heridos en las localidades chiitas favorables al gobierno de Fua y Kafraya, en la provincia de Idlib (noroeste), sitiadas por los rebeldes, sostuvo el OSDH.
La salida de esos heridos era una de las condiciones del acuerdo firmado por el ejército sirio y los rebeldes.
Antes de la suspensión, ambulancias y autobuses siguieron trasladando gente durante toda la noche desde los barrios del este de Alepo, bajo control rebelde, hacia los sectores rurales de la provincia de Alepo en manos de los insurgentes.
El gobierno del presidente Bashar al Asad espera el fin de la evacuación para proclamar oficialmente la victoria en Alepo, la más importante desde el inicio de la guerra civil en 2011.
La provincia de Idlib, adonde van los evacuados, es ahora el último bastión de la rebelión, que además controlan la mayoría de la provincia meridional de Deraaa y algunas zonas dispersas, sitiadas por el ejército, cerca de Damasco.
En la capital, la explosión en una comisaría de un artefacto explosivo activado a distancia por una niña de ocho años, que pidió pasar al baño y abandonó allí el dispositivo, dejó tres policías heridos, según medios del régimen.
Este viernes, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá para discutir sobre un eventual envío de observadores internacionales encargados de supervisar la evacuación.
La guerra civil siria causó desde 2011 la muerte de más de 310.000 personas.
La operación de evacuación, iniciada el jueves, debía durar varios días, pero el ejército sirio la suspendió el viernes por la mañana invocando que los rebeldes "no respetaban las condiciones del acuerdo".
"Los rebeldes abrieron fuego, quisieron llevar armas no incluidas en el acuerdo y partir con rehenes", es decir llevarse a los militares o funcionarios gubernamentales que estaban en su poder, dijo una fuente militar siria.
Hacia las 11H00 (09H00 GMT) se escucharon disparos en Ramusa, por donde transitan los evacuados de los últimos barrios del este de Alepo aún controlados por los rebeldes.
"Se pidió al personal del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que se retiraran", confirmó Elisabeth Hoff, representante de la OMS en Siria.
Hoff manifestó su inquietud por los civiles que siguen bloqueados en el enclave rebelde, recordando que entre ellos había aún muchos niños "menores de cinco años".
Por su parte, Rusia anunció que la evacuación de los rebeldes y sus familias había terminado y que las tropas sirias estaban liquidando los "últimos focos de resistencia" en Alepo.
Sin embargo, en Alepo, un general sirio indicó a la AFP que la operación de evacuación estaba "suspendida, pero no terminada".
Por su lado, el presidente ruso Vladimir Putin, principal apoyo del gobierno sirio, declaró que la "próxima etapa" en Siria será "un alto el fuego en el conjunto del territorio", para lo cual Rusia negocia con la oposición armada a través de Turquía. Desde Tokio, Putin sugirió que podría proponer una reunión en un lugar neutral, por ejemplo "en la capital de Kazajistán, Astana".
- Quedan 40.000 civiles por evacuar -
El emisario de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, estimó que aún quedan unos 40.000 civiles y entre 1.500 y 5.000 combatientes en el último reducto rebelde en Alepo.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) estimó por su parte que ya fueron evacuadas unas 8.500 personas, entre ellas 3.000 combatientes.
Entre las personas evacuadas hay por lo menos 250 heridos, dijo por su parte Ahmad al-Dbis, jefe de una unidad de médicos y voluntarios que coordina la evacuación de los heridos. Al menos 50 heridos fueron trasladados a Turquía.
La suspensión de la evacuación pudo deberse a un bloqueo en la evacuación de los heridos en las localidades chiitas favorables al gobierno de Fua y Kafraya, en la provincia de Idlib (noroeste), sitiadas por los rebeldes, sostuvo el OSDH.
La salida de esos heridos era una de las condiciones del acuerdo firmado por el ejército sirio y los rebeldes.
Antes de la suspensión, ambulancias y autobuses siguieron trasladando gente durante toda la noche desde los barrios del este de Alepo, bajo control rebelde, hacia los sectores rurales de la provincia de Alepo en manos de los insurgentes.
El gobierno del presidente Bashar al Asad espera el fin de la evacuación para proclamar oficialmente la victoria en Alepo, la más importante desde el inicio de la guerra civil en 2011.
La provincia de Idlib, adonde van los evacuados, es ahora el último bastión de la rebelión, que además controlan la mayoría de la provincia meridional de Deraaa y algunas zonas dispersas, sitiadas por el ejército, cerca de Damasco.
En la capital, la explosión en una comisaría de un artefacto explosivo activado a distancia por una niña de ocho años, que pidió pasar al baño y abandonó allí el dispositivo, dejó tres policías heridos, según medios del régimen.
Este viernes, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá para discutir sobre un eventual envío de observadores internacionales encargados de supervisar la evacuación.
La guerra civil siria causó desde 2011 la muerte de más de 310.000 personas.