Los contactos se retomaron el miércoles, con el presidente de República Dominicana, Danilo Medina, y el ex jefe del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero como facilitadores del diálogo.
Tras la llegada de Medina a la cita, las delegaciones se encontraron de nuevo este jueves en la sede de la Cancillería dominicana para un segundo día de conversaciones.
El Gobierno venezolano está representado por el alcalde de Caracas, el dirigente oficialista Jorge Rodríguez, y su hermana, la presidenta de la Asamblea Constituyente, Delcy Rodríguez.
A su vez, la oposición está encabezada por el líder de la Asamblea Nacional (Congreso), Julio Borges; el jefe de la comisión de Política Exterior de la Asamblea, Luis Florido, y los dirigentes políticos Timoteo Zambrano, Manuel Rosales, Vicente Díaz y Eudoro González.
Medina dijo la noche del miércoles que las partes tienen disposición de llegar a un acuerdo sobre la situación venezolana y destacó: "Estamos en proceso de aprobación de una agenda que lleve a una negociación definitiva para la crisis".
Sin embargo, Borges dejó claro que "no hay diálogo" hasta que el Gobierno del presidente Nicolás Maduro cumpla con las condiciones exigidas por la oposición.
Entre las demandas mencionó un cronograma electoral completo, con las presidenciales (de 2018) incluidas, la liberación de políticos presos y el levantamiento de inhabilitaciones. También el respeto a las competencias que la Constitución da a la Asamblea Nacional (Congreso), controlada por una mayoría opositora, y la atención inmediata a la crisis económica y social del país.
Un esfuerzo de diálogo a fines de 2016, también en República Dominicana, fracasó debido a la imposibilidad de llegar a acuerdos sobre las exigencias de la oposición.
Las diferencias se profundizaron entre abril y julio, debido a las protestas contra el Gobierno que dejaron más de 120 muertos, después de que dos sentencias del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) despojaran a la Asamblea Nacional de sus atribuciones.
Le siguieron nuevas medidas que tuvieron su punto álgido con la elección el pasado 30 de julio de una polémica Asamblea Constituyente, dominada totalmente por el oficialismo y que por decreto reemplazó a la Asamblea Nacional.
Tras la llegada de Medina a la cita, las delegaciones se encontraron de nuevo este jueves en la sede de la Cancillería dominicana para un segundo día de conversaciones.
El Gobierno venezolano está representado por el alcalde de Caracas, el dirigente oficialista Jorge Rodríguez, y su hermana, la presidenta de la Asamblea Constituyente, Delcy Rodríguez.
A su vez, la oposición está encabezada por el líder de la Asamblea Nacional (Congreso), Julio Borges; el jefe de la comisión de Política Exterior de la Asamblea, Luis Florido, y los dirigentes políticos Timoteo Zambrano, Manuel Rosales, Vicente Díaz y Eudoro González.
Medina dijo la noche del miércoles que las partes tienen disposición de llegar a un acuerdo sobre la situación venezolana y destacó: "Estamos en proceso de aprobación de una agenda que lleve a una negociación definitiva para la crisis".
Sin embargo, Borges dejó claro que "no hay diálogo" hasta que el Gobierno del presidente Nicolás Maduro cumpla con las condiciones exigidas por la oposición.
Entre las demandas mencionó un cronograma electoral completo, con las presidenciales (de 2018) incluidas, la liberación de políticos presos y el levantamiento de inhabilitaciones. También el respeto a las competencias que la Constitución da a la Asamblea Nacional (Congreso), controlada por una mayoría opositora, y la atención inmediata a la crisis económica y social del país.
Un esfuerzo de diálogo a fines de 2016, también en República Dominicana, fracasó debido a la imposibilidad de llegar a acuerdos sobre las exigencias de la oposición.
Las diferencias se profundizaron entre abril y julio, debido a las protestas contra el Gobierno que dejaron más de 120 muertos, después de que dos sentencias del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) despojaran a la Asamblea Nacional de sus atribuciones.
Le siguieron nuevas medidas que tuvieron su punto álgido con la elección el pasado 30 de julio de una polémica Asamblea Constituyente, dominada totalmente por el oficialismo y que por decreto reemplazó a la Asamblea Nacional.