El polvo de estrellas resulta ser esponjoso como copos de nieve y no tan denso como esperaban los expertos, según el estudio publicado en la revista estadounidense Science, que describe el primer examen realizado de cerca sobre algo que los astrónomos hasta ahora podían ver a distancia.
Los granos fueron cuidadosamente aislados en un colector de la nave de la NASA Stardust, una sonda lanzada en 1999 para tomar muestras del polvo de un cometa y traer de regreso a la Tierra un fragmento del mundo interestelar.
La sonda Stardust (que significa polvo estelar en inglés) "viajó hasta la mitad del camino hacia Júpiter para tomar muestras de las partículas del cometa Wild 2. La nave volvió a las vecindades de la Tierra para liberar una cápsula que entregará la muestra y que fue esperada con ansias por los científicos", escribió la NASA en su página de internet.
La sonda también tomó muestras de una hilera de material polvoriento fino que entra al Sistema Solar desde el espacio exterior.
Aunque la muestra de polvo estelar volvió a la Tierra en 2006, al tiempo que la nave sin piloto seguía su viaje, le tomó ocho años al equipo internacional de científicos separar la paja del trigo y aislar, entre todas las partículas terrestres, las llegadas de afuera del Sistema Solar.
"Tras analizar no menos de seis aceleradores sincrotrónicos de partículas y muchos microanálisis de rayos X, era obvio que la mayoría de las partículas capturadas eran fragmentos diminutos de la nave", dijo Anton Kearsley, microanalista del Natural History Museum de Gran Bretaña.
No obstante, algunos "granos de polvo estelar no eran lo que esperábamos y muchos parecían haber venido de lugares extraños", añadió.
Finalmente, "el equipo fue capaz de identificar las siete partículas que podrían haber llegado de afuera del Sistema Solar".
Los granos miden una milésima de milímetro.
El equipo de investigación estaba compuesto de 66 científicos de siete países. Además, unos 30.000 voluntarios ayudaron en la campaña de internet llamada Stardust@home, trabajando con miles de imágenes de microscopios digitales.
"La sorpresa es que cada una de estas partículas es muy diferente a la otra", dijo el director del estudio, Andrew Westphal, físico de la Universidad de California en el laboratorio de ciencias espaciales de Berkeley.
Algunas tienen un aspecto esponjoso, como de copos de nieve, explicó.
Las partículas también contenían "un material cristalino llamado 'olivino', un mineral hecho de magnesio, hierro y silicona, que sugiere que las partículas vinieron de anillos o desechos de otras estrellas y que fueron modificadas en su ambiente interestelar", indicó el estudio.
La nave Stardust ya no está operando. Envió su última señal a la Tierra en 2011, luego de lo cual la NASA aseguró que se quedó sin combustible.