Gustavo Dudamel y Juan Diego Florez hicieron historia en el TTC


El peruano Juan Diego Florez, considerado como “el mejor tenor ligero del mundo”, se dio la mano con el gran fenómeno venezolano: el director Gustavo Dudamel. Junto a la Orquesta Sinfónica de la Juventud Venezolana Simón Bolívar y el Coro de Ópera Teresa Carreño, arrancaron fuertes aplausos y vítores a una audiencia capturada por la magia que generó el Encuentro.



Gustavo Dudamel y Juan Diego Florez hicieron historia en el TTC

Foto: Maiquel Torcatt, ABN.

Caracas, 04 Feb. ABN.- La sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño (TTC) estaba lista y adornada para El Gran Encuentro, tanto como el público que plenó sus espacios, este martes en la noche, para presenciar a dos grandes latinoamericanos de la música clásica mundial.

El peruano Juan Diego Florez, considerado como “el mejor tenor ligero del mundo”, se dio la mano con el gran fenómeno venezolano: el director Gustavo Dudamel. Junto a la Orquesta Sinfónica de la Juventud Venezolana Simón Bolívar y el Coro de Ópera Teresa Carreño, arrancaron fuertes aplausos y vítores a una audiencia capturada por la magia que generó el Encuentro.

La sala José Félix Ribas del TTC fue habilitada para transmitir en vivo y directo este concierto para todas aquellas personas que no lograron adquirir entradas, agotadas desde diciembre pasado.

Los músicos se ubicaron en sus asientos y en breve apareció en la tarima el dueño de la batuta. Dudamel se posicionó, no sin antes ser fuertemente aclamado por el público, y de inmediato comenzó la velada con la Obertura La Gazza Ladra (Rossini).

Al terminar la primera intervención de la Orquesta, Juan Diego Florez tomó la escena para interpretar E' serbato (Capuletos-Bellini), seguido la Obertura Semiramide (Rossini).

La primera parte del programa ofreció también la interpretación de La speranza piú soave (Capuletos y Montescos) y Obertura y Sí, ritrovarla io giuro de La Cenicienta; piezas que levantaron más de una vez al público de sus asientos.

Tras un receso, comenzó la segunda parte del concierto con L'amour... Ah! leve-toi soleil!, de la ópera Romeo y Julieta (Gounod), para luego hacer vibrar toda la sala Ríos Reyna con la famosa Obertura de Rossini El barbero de Sevilla.

La hermosa melodía de Una furtiva lágrima (Elixir de amor-Donizetti), una de las arias para tenor más famosas, conmovió a todos los presentes en la voz de Juan Diego Florez, quien recibió aplausos por varios minutos.

Siguieron las interpretaciones, Obertura Guillermo Tell (Rossini) y Ah! mes amis, de la ópera La hija del regimiento (Donizetti).

La parte final de El Gran Encuentro, salió del programa clásico para darle paso a piezas del repertorio popular latinoamericano. El público intuyó lo que venía con la puesta en tarima de un cajón peruano (percusión), y con una nueva entrada de Juan Diego Florez, se dio inicio a la interpretación de La flor de la canela, el representativo vals peruano de la cantautora Chabuca Granda.

Pero la emoción llegó al clímax con la esperada pieza del folclor venezolano: Alma llanera (de Pedro Elías Gutiérrez y Rafael Bolívar Coronado), incluida además en el disco de Florez, Sentimiento Latino.

El público coreó y zapateó el “Amo, lloro, canto, sueño” de la canción y estalló en aplausos para despedir a Juan Diego Florez, Gustavo Dudamel, la Orquesta Sinfónica de la Juventud Venezolana y el Coro de Ópera Teresa Carreño. La ovación de pie duró varios minutos, quizás para retener un poco más en el escenario a estos dos jóvenes representantes de la música y logros latinoamericanos en el mundo.
Jueves, 5 de Febrero 2009
Agencia Bolivariana de Noticias, Venezuela
           


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