Se trata de mujeres y niños de miembros de la milicia que se entregaron a las fuerzas de combate iraquíes a finales de agosto y que fueron detenidos cerca de un campamento para desplazados en Hamam al Alil, al sur de Mosul, informó la organización en Beirut. Sin embargo, en septiembre fueron trasladados a un centro de detención informal en Tal Kayf, al norte de la ciudad.
"Los encarcelamientos no parecen tener ningún fundamento legal y ninguno de los presos ha sido llevado ante un juez que evalúe la legalidad y necesidad de su internamiento", afirmó. La organización teme que los presos queden olvidados en una zona gris sin estatus legal.
Entre ellos hay ciudadanos de China, Irán, Rusia, Siria, Afganistán, Chechenia o Turquía, entre otros. HRW cita en su informe a un empleado anónimo del servicio secreto militar que las mujeres y niños están retenidos por su propia seguridad.
Sin embargo, también hay mujeres seguidoras del EI convertidas en convencidas yihadistas que luchan contra los enemigos de los yihadistas con las armas. Recientemente se habló cada vez más de atentados suicidas perpetrados por mujeres.
La organización HRW exigió también a Irak información sobre el lugar donde se encuentran unos 200 hombres que se entregaron junto a sus familias pero que fueron llevados a otro lugar, entre ellos jóvenes y extranjeros.
"Los encarcelamientos no parecen tener ningún fundamento legal y ninguno de los presos ha sido llevado ante un juez que evalúe la legalidad y necesidad de su internamiento", afirmó. La organización teme que los presos queden olvidados en una zona gris sin estatus legal.
Entre ellos hay ciudadanos de China, Irán, Rusia, Siria, Afganistán, Chechenia o Turquía, entre otros. HRW cita en su informe a un empleado anónimo del servicio secreto militar que las mujeres y niños están retenidos por su propia seguridad.
Sin embargo, también hay mujeres seguidoras del EI convertidas en convencidas yihadistas que luchan contra los enemigos de los yihadistas con las armas. Recientemente se habló cada vez más de atentados suicidas perpetrados por mujeres.
La organización HRW exigió también a Irak información sobre el lugar donde se encuentran unos 200 hombres que se entregaron junto a sus familias pero que fueron llevados a otro lugar, entre ellos jóvenes y extranjeros.