En un informe publicado este lunes, HRW exhorta al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, a respetar sus compromisos de reforma y terminar con los partidos jugados en las colonias bajo la égida de la federación israelí, miembro de la organización internacional.
La cuestión de las colonias figurará en los trabajos del próximo Comité Ejecutivo de la FIFA, los días 13 y 14 de octubre.
La ONG de defensa de los derechos humanos con sede en Nueva York acusa a la FIFA de apoyar indirectamente la existencia de las colonias y así contribuir a violaciones del derecho humanitario internacional y de los derechos humanos individuales.
"La FIFA empaña al magnífico juego del fútbol permitiendo que se realicen partidos en tierras robadas", dice Sari Bashi, responsable local de HRW en un comunicado de la ONG.
Ésta recuerda que la colonización es ilegal de acuerdo al derecho internacional. Desde la ocupación en 1967 de Cisjordania por Israel, unos 500.000 colonos israelíes se han instalado en los Territorios Palestinos, según la ONU.
Seis clubes de 3ª, 4ª y 5ª división del balompié israelí, considerados semiprofesionales, juegan en las colonias de Cisjordania, subraya HRW.
La organización cita el ejemplo del Beitar Givat Zeev, que juega en una cancha levantada en tierras de las que despojaron a sus antiguos propietarios palestinos en la ciudad de Beitunia.
El club de Beitunia se ve obligado a jugar en una localidad vecina porque la ciudad no tiene más espacio disponible para contar con otro campo de acuerdo a las normas reglamentarias, o sea, a causa de la colonización, la barrera construida por Israel, afirma HRW.
HRW subraya también que estos clubes israelíes forman parte de "la industria del fútbol profesional", y que la FIFA sostiene así económicamente "un sistema apoyado en graves violaciones de los derechos humanos".
La FIFA "debe exigir a la Asociación israelí de fútbol que está afiliada a la misma (...) que desplace al interior de Israel todos los partidos y todas las actividades homologadas por la FIFA", dice HRW.
Por su parte, la Federación israelí deploró que el fútbol "sea trasladado del terreno deportivo al campo político".
Los palestinos han hecho de las canchas de fútbol uno de sus caballos de batalla contra la ocupación israelí.
La federación palestina emprendió una rotunda campaña en mayo de 2015 en el Congreso de la FIFA para obtener la suspensión de su homóloga israelí.
La FIFA finalmente creó una comisión para abocarse a la cuestión de las colonias y la libertad de movimiento de los jugadores palestinos, haciendo hincapié en el sistema de autorización de los israelíes, que controlan todos los accesos a Cisjordania.
Esta comisión presentará el resultado parcial de su trabajo en la reunión de octubre, indicó un portavoz de la FIFA.
La misma ya ha trabajado sobre la cuestión de las colonias, que "continuará siendo discutida por todas las partes", respondió el vocero a la AFP respecto a las preguntas vinculadas al informe de HRW.
Además, aseguró que se han logrado "progresos notables" en cuanto a la libertad de movimiento de los jugadores palestinos.
La cuestión de las colonias figurará en los trabajos del próximo Comité Ejecutivo de la FIFA, los días 13 y 14 de octubre.
La ONG de defensa de los derechos humanos con sede en Nueva York acusa a la FIFA de apoyar indirectamente la existencia de las colonias y así contribuir a violaciones del derecho humanitario internacional y de los derechos humanos individuales.
"La FIFA empaña al magnífico juego del fútbol permitiendo que se realicen partidos en tierras robadas", dice Sari Bashi, responsable local de HRW en un comunicado de la ONG.
Ésta recuerda que la colonización es ilegal de acuerdo al derecho internacional. Desde la ocupación en 1967 de Cisjordania por Israel, unos 500.000 colonos israelíes se han instalado en los Territorios Palestinos, según la ONU.
Seis clubes de 3ª, 4ª y 5ª división del balompié israelí, considerados semiprofesionales, juegan en las colonias de Cisjordania, subraya HRW.
La organización cita el ejemplo del Beitar Givat Zeev, que juega en una cancha levantada en tierras de las que despojaron a sus antiguos propietarios palestinos en la ciudad de Beitunia.
El club de Beitunia se ve obligado a jugar en una localidad vecina porque la ciudad no tiene más espacio disponible para contar con otro campo de acuerdo a las normas reglamentarias, o sea, a causa de la colonización, la barrera construida por Israel, afirma HRW.
- 'Desplazar todos los partidos' -
HRW subraya también que estos clubes israelíes forman parte de "la industria del fútbol profesional", y que la FIFA sostiene así económicamente "un sistema apoyado en graves violaciones de los derechos humanos".
La FIFA "debe exigir a la Asociación israelí de fútbol que está afiliada a la misma (...) que desplace al interior de Israel todos los partidos y todas las actividades homologadas por la FIFA", dice HRW.
Por su parte, la Federación israelí deploró que el fútbol "sea trasladado del terreno deportivo al campo político".
Los palestinos han hecho de las canchas de fútbol uno de sus caballos de batalla contra la ocupación israelí.
La federación palestina emprendió una rotunda campaña en mayo de 2015 en el Congreso de la FIFA para obtener la suspensión de su homóloga israelí.
La FIFA finalmente creó una comisión para abocarse a la cuestión de las colonias y la libertad de movimiento de los jugadores palestinos, haciendo hincapié en el sistema de autorización de los israelíes, que controlan todos los accesos a Cisjordania.
Esta comisión presentará el resultado parcial de su trabajo en la reunión de octubre, indicó un portavoz de la FIFA.
La misma ya ha trabajado sobre la cuestión de las colonias, que "continuará siendo discutida por todas las partes", respondió el vocero a la AFP respecto a las preguntas vinculadas al informe de HRW.
Además, aseguró que se han logrado "progresos notables" en cuanto a la libertad de movimiento de los jugadores palestinos.