A continuación, algunos de esos escollos:
PUIGDEMONT, EN BÉLGICA. El ex jefe del Gobierno de Cataluña Carles Puigdemont, el candidato independentista más votado en las urnas, se encuentra en Bélgica desde finales de octubre y sobre él pesa una orden de detención en España por presuntos delitos relacionados con el proceso independentista. El miércoles aseguró desde allí por videoconferencia que "ahora no es posible" su vuelta a Cataluña porque "existe una amenaza" de impedirle convertirse en presidente.
EL REGLAMENTO DEL "PARLAMENT". La normativa vigente del Parlamento catalán prevé que el candidato a la investidura esté presente en la sesión de votación. Por tanto, aunque no hay un artículo específico que impida una investidura telemática, como propone Puigdemont, los juristas advierten de que es cuestionable.
La única forma de cambiar ese reglamento pasa por formar una comisión parlamentaria que debe ser constituida después de la investidura. Además, si los independentistas se saltaran las leyes para lograr esa modificación, el Gobierno la recurriría previsiblemente ante el Tribunal Constitucional, que probablemente la anularía.
JUNQUERAS, EN PRISIÓN. El segundo candidato independentista más votado, Oriol Junqueras, se encuentra en prisión desde hace dos meses también en relación con el proceso independentista. Su partido, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), defiende que sea candidato a la investidura si no es posible la de Puigdemont. Para eso, sin embargo, tendría que ser autorizado para salir de prisión el día que se celebre la sesión y acudir al "Parlament" catalán.
De momento, ha pedido a un juez ser trasladado a una prisión en Cataluña desde la que se encuentra en Madrid así como permisos "de salida o excarcelación" para asistir a la sesión de investidura.
OTROS CANDIDATOS EN PRISIÓN O FUERA DE ESPAÑA. Los independentistas no solo tienen problemas para proponer un candidato a "president", sino también para alcanzar la mayoría absoluta necesaria para que la investidura salga adelante. Eso se debe a que otros cuatro diputados electos separatistas están en Bélgica junto a Puigdemont y otros dos se encuentran en prisión como Junqueras.
En total, los partidos independentistas Junts per Catalunya (JuntsxCat), ERC y la Candidatura de Unidad Popular (CUP) suman 70 diputados de los 135 que tiene el Parlamento catalán. Necesitan por tanto 68 votos para poder investir presidente a su candidato.
Una opción es que los encarcelados y los que se encuentran fuera de España renuncien a su escaño para permitir que otro miembro de su lista vote la investidura, algo que de momento no se ha puesto sobre la mesa.
CIUDADANOS, SIN APOYOS. El partido más votado en las elecciones catalanas fue el ultraderechista Ciudadanos. Sin embargo, junto al resto de partidos no independentistas no suma escaños suficientes para arrebatar el Gobierno al bloque contrario. El Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy pidió recientemente a la candidata de Ciudadanos, Inés Arrimadas, que no renuncie a intentarlo.
PUIGDEMONT, EN BÉLGICA. El ex jefe del Gobierno de Cataluña Carles Puigdemont, el candidato independentista más votado en las urnas, se encuentra en Bélgica desde finales de octubre y sobre él pesa una orden de detención en España por presuntos delitos relacionados con el proceso independentista. El miércoles aseguró desde allí por videoconferencia que "ahora no es posible" su vuelta a Cataluña porque "existe una amenaza" de impedirle convertirse en presidente.
EL REGLAMENTO DEL "PARLAMENT". La normativa vigente del Parlamento catalán prevé que el candidato a la investidura esté presente en la sesión de votación. Por tanto, aunque no hay un artículo específico que impida una investidura telemática, como propone Puigdemont, los juristas advierten de que es cuestionable.
La única forma de cambiar ese reglamento pasa por formar una comisión parlamentaria que debe ser constituida después de la investidura. Además, si los independentistas se saltaran las leyes para lograr esa modificación, el Gobierno la recurriría previsiblemente ante el Tribunal Constitucional, que probablemente la anularía.
JUNQUERAS, EN PRISIÓN. El segundo candidato independentista más votado, Oriol Junqueras, se encuentra en prisión desde hace dos meses también en relación con el proceso independentista. Su partido, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), defiende que sea candidato a la investidura si no es posible la de Puigdemont. Para eso, sin embargo, tendría que ser autorizado para salir de prisión el día que se celebre la sesión y acudir al "Parlament" catalán.
De momento, ha pedido a un juez ser trasladado a una prisión en Cataluña desde la que se encuentra en Madrid así como permisos "de salida o excarcelación" para asistir a la sesión de investidura.
OTROS CANDIDATOS EN PRISIÓN O FUERA DE ESPAÑA. Los independentistas no solo tienen problemas para proponer un candidato a "president", sino también para alcanzar la mayoría absoluta necesaria para que la investidura salga adelante. Eso se debe a que otros cuatro diputados electos separatistas están en Bélgica junto a Puigdemont y otros dos se encuentran en prisión como Junqueras.
En total, los partidos independentistas Junts per Catalunya (JuntsxCat), ERC y la Candidatura de Unidad Popular (CUP) suman 70 diputados de los 135 que tiene el Parlamento catalán. Necesitan por tanto 68 votos para poder investir presidente a su candidato.
Una opción es que los encarcelados y los que se encuentran fuera de España renuncien a su escaño para permitir que otro miembro de su lista vote la investidura, algo que de momento no se ha puesto sobre la mesa.
CIUDADANOS, SIN APOYOS. El partido más votado en las elecciones catalanas fue el ultraderechista Ciudadanos. Sin embargo, junto al resto de partidos no independentistas no suma escaños suficientes para arrebatar el Gobierno al bloque contrario. El Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy pidió recientemente a la candidata de Ciudadanos, Inés Arrimadas, que no renuncie a intentarlo.