“La decisión de integrar esta idea en los libros de texto de los árabes-israelíes hace varios años constituyó un error que será corregido en los nuevos libros de texto que se están preparando en la actualidad,” dijo el ministro.
“No hay razón para presentar la creación del estado de Israel como una catástrofe en un programa oficial de enseñanza. El objetivo del sistema de educación no es el de negar la legitimidad a nuestro estado ni promover el extremismo entre los árabes israelíes.”
Ha sido también propuesta una ley que negaría toda ayuda estatal a eventos ligados a la conmemoración de la Nakba.
Una versión inicial propuesta por el ministro de Exteriores israelí, Avigdor Lieberman, intentó prohibir todas las conmemoraciones de la Nakba y fijaba sentencias de prisión de hasta 3 años para los que tomaran parte en ellas.
Poco antes, el ministro israelí de Transportes dijo que el gobierno israelí decidió “eliminar las señales de las calles que incluyen los nombres árabes de las ciudades y calles palestinas dentro de los límites israelíes.” El nombre árabe de Jerusalén, Al Quds, será eliminado y reemplazado por el hebreo en abierta violación de la ley internacional, que declara que los israelíes no pueden efectuar cambios en la ciudad hasta que sea alcanzado un acuerdo sobre su estatus. Lo mismo está sucediendo en las ciudades de Nazareth y Akka. Hay más en la lista.
Muchos analistas han dicho que esta decisión procede de los planes destinados a la judaización de toda la Palestina histórica y muestra el racismo extremo del gobierno del primer ministro israelí Benyamin Netanyahu, que busca destruir la identidad árabe.
“No hay razón para presentar la creación del estado de Israel como una catástrofe en un programa oficial de enseñanza. El objetivo del sistema de educación no es el de negar la legitimidad a nuestro estado ni promover el extremismo entre los árabes israelíes.”
Ha sido también propuesta una ley que negaría toda ayuda estatal a eventos ligados a la conmemoración de la Nakba.
Una versión inicial propuesta por el ministro de Exteriores israelí, Avigdor Lieberman, intentó prohibir todas las conmemoraciones de la Nakba y fijaba sentencias de prisión de hasta 3 años para los que tomaran parte en ellas.
Poco antes, el ministro israelí de Transportes dijo que el gobierno israelí decidió “eliminar las señales de las calles que incluyen los nombres árabes de las ciudades y calles palestinas dentro de los límites israelíes.” El nombre árabe de Jerusalén, Al Quds, será eliminado y reemplazado por el hebreo en abierta violación de la ley internacional, que declara que los israelíes no pueden efectuar cambios en la ciudad hasta que sea alcanzado un acuerdo sobre su estatus. Lo mismo está sucediendo en las ciudades de Nazareth y Akka. Hay más en la lista.
Muchos analistas han dicho que esta decisión procede de los planes destinados a la judaización de toda la Palestina histórica y muestra el racismo extremo del gobierno del primer ministro israelí Benyamin Netanyahu, que busca destruir la identidad árabe.