"Todas las medidas de control en los accesos han sido eliminadas, lo que supone una victoria para nuestro pueblo", dijo ante periodistas en Jerusalén Abdul Athim Salhab, presidente del Consejo Islámico. El movimiento radical islámico Hamas también habló de una "victoria histórica" para los palestinos.
Un portavoz de la Policía israelí confirmó que todas las barreras de metal y cámaras han sido desmontadas.
En protesta por las medidas, los musulmanes llevaban días rezando en las calles, fuera de la Explanada. Según medios locales, hasta 30.000 musulmanes rezaron en las calles aledañas a la mezquita en la noche del miércoles.
El presidente palestino, Mahmud Abbas, saludó la eliminación de las medidas de seguridad israelíes. Aun así, el conflicto "aún no ha terminado", advirtió poco antes de celebrar una reunión urgente de su gabinete. Aún no está claro si Abbas va a ordenar la reanudación de los contactos con Israel, suspendidos hace una semana.
Los palestinos celebraron hoy la noticia en las calles. Sin embargo, existe el temor de que la violencia vuelva tras el rezo del viernes, después de que el partido Al Fatah, del presidente palestino, Mahmud Abbas, y Hamas convocaran un nuevo "Día de la Ira" para mañana.
Ambos partidos celebraron hoy una sesión especial del Parlamento liderado por Hamas en la Franja de Gaza, por primera vez desde 2007, y pidieron un encuentro de emergencia en El Cairo para apoyar a los palestinos en Jerusalén.
Las autoridades israelíes habían instalado arcos detectores de metal en la Explanada de las Mezquitas y tornos, entre otras medidas de seguridad, después de que tres árabes israelíes mataran a dos policías israelíes en el lugar el 14 de julio.
Las medidas israelíes desataron una ola de violentas protestas, que dejaron cuatro palestinos muertos y otros cientos heridos en enfrentamientos con la Policía israelí. Además, tres israelíes fueron asesinados a puñaladas por un palestino en su casa en un asentamiento judío.
Israel ya había quitado el martes los detectores de metales, la medida de seguridad más polémica, y hoy eliminó también las barreras de metal, vallas y cámaras instaladas en el lugar. Sin embargo, esta semana había anunciado que instalaría nuevas medidas de vigilancia más moderna a lo largo de los próximos seis meses.
La decisión del gabinete le valió también numerosas críticas a Netanyahu. Miembros de partidos de derecha que forman parte del Gobierno criticaron duramente lo que calificaron de "capitulación".
"La decisión de retirar los detectores de metal ante las amenazas de violencia fue un error", declaró el ministro de Educación Naftali Bennett a la emisora de radio militar. "En lugar de reforzar nuestra soberanía en Jerusalén, el mensaje es ahora que se puede debilitar nuestra soberanía", dijo el presidente de La Casa Judía, que defiende los asentamientos. "Israel ha salido más débil de esta crisis".
"Hay gente que perdona al jefe de Gobierno los puros y el champán rosa, pero no la capitulación y el daño futuro a la seguridad de Israel en la cuestión del Monte del Templo, nuestra humillación y la alegría árabe por el mal ajeno", escribió también Oren Hazan, del partido gobernante Likud, refiriéndose a escándalos de corrupción que salpican al primer ministro.
El ex ministro de Defensa Moshe Yaalon dijo también que Netanyahu cometió graves errores y que debía haber consultado con Jordania, Arabia Saudí, Egipto y Estados Unidos antes de instalar los controles de seguridad. Yaalon los considera, sin embargo, necesarios y alega que también existen en otros lugares sagrados del islam, como La Meca y Medina, así como en otras mezquitas.
No es una cuestión religiosa, "sino una lucha de poder política por el Monte del Templo", analizó. Sin embargo, Netanyahu pensó principalmente en su propia supervivencia política. "Así no se puede liderar, vean cuánta sangre se ha derramado".
En relación con la crisis, Netanyahu pidió también hoy el cierre de la oficina en Jerusalén de la emisora de televisión qatarí Al Yazira por su cobertura de la crisis. "La red Al Yazira no para de azuzar la violencia en torno al Monte del Templo", escribió en la noche del miércoles en Facebook.
La Explanada de las Mezquitas o Haram al Sharif (Noble Santuario) alberga la Cúpula de la Roca y la mezquita de Al Aqsa y es el tercer lugar más sagrado del islam. Sólo los musulmanes pueden rezar en su interior.
Sin embargo, el lugar también es sagrado para los judíos, que lo llaman Monte del Templo, al ser el sitio donde sitúan dos templos bíblicos, el segundo de ellos destruido en el año 70 por los romanos y del que quedan los restos de un muro lateral, el Muro de las Lamentaciones, donde tienen permitido rezar.
Los palestinos se oponen a cualquier cambio en el statu quo y creen que las medidas de seguridad israelíes son un intento de aumentar el control sobre el lugar, que actualmente administra Jordania. Israel lo niega.
El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, instó entre tanto a los líderes políticos y religiosos en Jerusalén a abstenerse de actos provocadores y retórica encendida. En un comunicado emitido en Nueva York, Guterres también llamó a la contención a Israel y subrayó la necesidad de respetar el statu quo en los santuarios que existía antes del 14 de julio.
Un portavoz de la Policía israelí confirmó que todas las barreras de metal y cámaras han sido desmontadas.
En protesta por las medidas, los musulmanes llevaban días rezando en las calles, fuera de la Explanada. Según medios locales, hasta 30.000 musulmanes rezaron en las calles aledañas a la mezquita en la noche del miércoles.
El presidente palestino, Mahmud Abbas, saludó la eliminación de las medidas de seguridad israelíes. Aun así, el conflicto "aún no ha terminado", advirtió poco antes de celebrar una reunión urgente de su gabinete. Aún no está claro si Abbas va a ordenar la reanudación de los contactos con Israel, suspendidos hace una semana.
Los palestinos celebraron hoy la noticia en las calles. Sin embargo, existe el temor de que la violencia vuelva tras el rezo del viernes, después de que el partido Al Fatah, del presidente palestino, Mahmud Abbas, y Hamas convocaran un nuevo "Día de la Ira" para mañana.
Ambos partidos celebraron hoy una sesión especial del Parlamento liderado por Hamas en la Franja de Gaza, por primera vez desde 2007, y pidieron un encuentro de emergencia en El Cairo para apoyar a los palestinos en Jerusalén.
Las autoridades israelíes habían instalado arcos detectores de metal en la Explanada de las Mezquitas y tornos, entre otras medidas de seguridad, después de que tres árabes israelíes mataran a dos policías israelíes en el lugar el 14 de julio.
Las medidas israelíes desataron una ola de violentas protestas, que dejaron cuatro palestinos muertos y otros cientos heridos en enfrentamientos con la Policía israelí. Además, tres israelíes fueron asesinados a puñaladas por un palestino en su casa en un asentamiento judío.
Israel ya había quitado el martes los detectores de metales, la medida de seguridad más polémica, y hoy eliminó también las barreras de metal, vallas y cámaras instaladas en el lugar. Sin embargo, esta semana había anunciado que instalaría nuevas medidas de vigilancia más moderna a lo largo de los próximos seis meses.
La decisión del gabinete le valió también numerosas críticas a Netanyahu. Miembros de partidos de derecha que forman parte del Gobierno criticaron duramente lo que calificaron de "capitulación".
"La decisión de retirar los detectores de metal ante las amenazas de violencia fue un error", declaró el ministro de Educación Naftali Bennett a la emisora de radio militar. "En lugar de reforzar nuestra soberanía en Jerusalén, el mensaje es ahora que se puede debilitar nuestra soberanía", dijo el presidente de La Casa Judía, que defiende los asentamientos. "Israel ha salido más débil de esta crisis".
"Hay gente que perdona al jefe de Gobierno los puros y el champán rosa, pero no la capitulación y el daño futuro a la seguridad de Israel en la cuestión del Monte del Templo, nuestra humillación y la alegría árabe por el mal ajeno", escribió también Oren Hazan, del partido gobernante Likud, refiriéndose a escándalos de corrupción que salpican al primer ministro.
El ex ministro de Defensa Moshe Yaalon dijo también que Netanyahu cometió graves errores y que debía haber consultado con Jordania, Arabia Saudí, Egipto y Estados Unidos antes de instalar los controles de seguridad. Yaalon los considera, sin embargo, necesarios y alega que también existen en otros lugares sagrados del islam, como La Meca y Medina, así como en otras mezquitas.
No es una cuestión religiosa, "sino una lucha de poder política por el Monte del Templo", analizó. Sin embargo, Netanyahu pensó principalmente en su propia supervivencia política. "Así no se puede liderar, vean cuánta sangre se ha derramado".
En relación con la crisis, Netanyahu pidió también hoy el cierre de la oficina en Jerusalén de la emisora de televisión qatarí Al Yazira por su cobertura de la crisis. "La red Al Yazira no para de azuzar la violencia en torno al Monte del Templo", escribió en la noche del miércoles en Facebook.
La Explanada de las Mezquitas o Haram al Sharif (Noble Santuario) alberga la Cúpula de la Roca y la mezquita de Al Aqsa y es el tercer lugar más sagrado del islam. Sólo los musulmanes pueden rezar en su interior.
Sin embargo, el lugar también es sagrado para los judíos, que lo llaman Monte del Templo, al ser el sitio donde sitúan dos templos bíblicos, el segundo de ellos destruido en el año 70 por los romanos y del que quedan los restos de un muro lateral, el Muro de las Lamentaciones, donde tienen permitido rezar.
Los palestinos se oponen a cualquier cambio en el statu quo y creen que las medidas de seguridad israelíes son un intento de aumentar el control sobre el lugar, que actualmente administra Jordania. Israel lo niega.
El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, instó entre tanto a los líderes políticos y religiosos en Jerusalén a abstenerse de actos provocadores y retórica encendida. En un comunicado emitido en Nueva York, Guterres también llamó a la contención a Israel y subrayó la necesidad de respetar el statu quo en los santuarios que existía antes del 14 de julio.