"Si critico mi país es porque me preocupa, porque lo quiero proteger y lo quiero", aseguró el cineasta, que con "Líbano", su debut, se llevó el León de Oro y con este trabajo recoge de momento el aplauso de la crítica por su composición a modo de tragedia griega en tres actos de una historia que habla del destino y el trauma de la guerra.
"Foxtrot" arranca con la llegada de unos soldados a la casa de un matrimonio acomodado para comunicarles que su hijo ha muerto durante el servicio militar. La noticia desata en el padre (Lior Ashkenazi, un reconocido actor de teatro israelí) el trauma vivido durante su participación en la guerra. Intenta no perder la cordura, pero cuando al día siguiente le comunican que todo ha sido un error, exige que su hijo regrese a casa, una petición que tendrá un trágico final.
Maoz (Tel Aviv 1962) se inspiró para este trabajo en una vivencia personal. Su hija siempre llegaba tarde al autobús escolar y para inculcarle disciplina hizo que cogiera un bus urbano. Ese día una bomba estalló en el bus de su hija, pero ella no estaba dentro porque lo había perdido también.
De esa casualidad nació la película en la que el realizador cambia de estilo visual en cada parte: la dedicada al padre, la del hijo y la de la madre (interpretada por Sarah Adler).
"Foxtrot", es un viaje emocional en el que el cineasta quería que la audiencia viviese la conmoción, la hipnotización y la emoción, agregó Maoz, que asegura no estar interesado en hacer un cine realista.
Así la película está repleta de metáforas para mostrar una sociedad en la que las dos generaciones que han seguido a los que sufrieron el Holocausto, los hijos y los nietos de los que sobrevivieron al exterminio, han sufrido el trauma de la guerra.
"Foxtrot", que ha sido aplaudida por la crítica, se presenta hoy a concurso junto con "Suburbicon", el nuevo trabajo de George Clooney que protagonizan Matt Damon y Julianne Moore.