Boateng, quitándose la camiseta para luego abandonar el juego.
"Por fin una reacción", señaló el diario La Repubblica en su portada. "Ha sido una señal fuerte, importante, que por fin ha creado un precedente", dijo el exjugador Damiano Tommasi, presidente de la asociación de futbolistas italianos.
Según informó el diario deportivo La Gazzetta dello Sport, el partido del jueves ha sido el primero en la historia del fútbol italiano interrumpido por gritos racistas.
En el minuto 26 del encuentro amistoso entre el Milan y el Pro Patria (cuarta división) y ante los gritos racistas que lanzaba un grupo de personas, el ghanés Boateng cogió el balón y le pegó una patada hacia la grada desde la que se escuchaban los insultos, abandonando seguidamente el terreno de juego.
Sus compañeros del Milan también se marcharon pese que a los jugadores del Pro Patria les pidieron que se quedaran.
El árbitro del partido ya había detenido en dos ocasiones el encuentro por los insultos racistas que recibían los jugadores de raza negra del Milan: además de Boateng, su compatriota Sulley Muntari, el francés M'Baye Niang y el holandés Urby Emanuelson.
"Al final el Milan y (Massimiliano) Allegri estuvieron fantásticos. Italia necesita crecer y esto representa el primer paso", señaló el seleccionador nacional Cesare Prandelli.
"El racismo está en crecimiento en Italia y en Europa", añadió La Repubblica, que restó importancia a que el partido interrumpido fuera un amistoso y señaló que "ahora ya existe un precedente".
"Debemos dar las gracias y alabar a los jugadores del Milan por haber hecho lo que el árbitro no tuvo la valentía de hacer", publicó el periódico, que consideró "hipócrita" fingir que no se escuchan los gritos racistas y tener que completar los partidos "a cualquier precio".
El Corriere della Sera también dio la bienvenida a "la reaccion necesaria" contra el racismo en el fútbol. "Pero esto debe ser sólo el comienzo, ahora, en el primer grito contra un negro, todos deben irse del campo", pidió en el editorial el periódico.
Massimiliano Allegri, por su parte, alabó el acto de valentía de Boateng. "Es lo único que se puede hacer, hay que acabar con estos actos incívicos", declaró el entrenador.
Según informó el diario deportivo La Gazzetta dello Sport, el partido del jueves ha sido el primero en la historia del fútbol italiano interrumpido por gritos racistas.
En el minuto 26 del encuentro amistoso entre el Milan y el Pro Patria (cuarta división) y ante los gritos racistas que lanzaba un grupo de personas, el ghanés Boateng cogió el balón y le pegó una patada hacia la grada desde la que se escuchaban los insultos, abandonando seguidamente el terreno de juego.
Sus compañeros del Milan también se marcharon pese que a los jugadores del Pro Patria les pidieron que se quedaran.
El árbitro del partido ya había detenido en dos ocasiones el encuentro por los insultos racistas que recibían los jugadores de raza negra del Milan: además de Boateng, su compatriota Sulley Muntari, el francés M'Baye Niang y el holandés Urby Emanuelson.
"Al final el Milan y (Massimiliano) Allegri estuvieron fantásticos. Italia necesita crecer y esto representa el primer paso", señaló el seleccionador nacional Cesare Prandelli.
"El racismo está en crecimiento en Italia y en Europa", añadió La Repubblica, que restó importancia a que el partido interrumpido fuera un amistoso y señaló que "ahora ya existe un precedente".
"Debemos dar las gracias y alabar a los jugadores del Milan por haber hecho lo que el árbitro no tuvo la valentía de hacer", publicó el periódico, que consideró "hipócrita" fingir que no se escuchan los gritos racistas y tener que completar los partidos "a cualquier precio".
El Corriere della Sera también dio la bienvenida a "la reaccion necesaria" contra el racismo en el fútbol. "Pero esto debe ser sólo el comienzo, ahora, en el primer grito contra un negro, todos deben irse del campo", pidió en el editorial el periódico.
Massimiliano Allegri, por su parte, alabó el acto de valentía de Boateng. "Es lo único que se puede hacer, hay que acabar con estos actos incívicos", declaró el entrenador.