La Convención de Dublín contempla que los migrantes deben solicitar asilo en el país de la UE que primero pisan. Italia, junto a Grecia o España, es uno de los países que más se ve perjudicado por ello por ser una frontera exterior del bloque. La mayoría de las embarcaciones que parten de las costas libias tienen como destino Italia.
Los países que participan en el encuentro de hoy, previo a la cumbre europea del 28 y 29 de junio, son Alemania, Grecia, Italia, Bulgaria, Malta, Austria, Francia, España, Bélgica, Holanda, Dinamarca, Croacia, Eslovenia, Finlandia, Suecia y Luxemburgo.
Se espera que Italia presente hoy un nuevo plan bautizado "Estrategia Multilateral Europea para la Migración" con el que quiere enfrentar el problema de forma estructural.
El documento de diez puntos al que tuvo acceso dpa pide una reducción considerable de las llegadas de migrantes a Europa y considera que actuar contra los conocidos como "movimientos secundarios", como se denominan los que hacen los migrantes dentro de las fronteras europeas, es una cuestión menor. Esos movimientos podrían regularse en acuerdos técnicos entre los países afectados, señala la propuesta.
Esos movimientos son sin embargo prioritarios para la canciller alemana, Angela Merkel. La mandataria defendió hoy los acuerdos migratorios bilaterales dentro de la Unión Europea (UE) que permitan, entre otras cosas, el traslado de migrantes y solicitantes de asilo entre los países.
Merkel consideró que esos acuerdos serían en "beneficio mutuo" de los países. La canciller no espera "una solución total al problema migratorio" en la cumbre de la próxima semana. "Ese es el motivo por el que se trata de encontrar acuerdos bilaterales o trilaterales en beneficio mutuo".
De esa manera, dijo, los países no tienen "siempre que esperar que todos los 28" encuentran una solución.
Merkel es una de las principales interesadas en que el encuentro informal de hoy y la cumbre de la semana próxima, centrados en migración, culminen en algún acuerdo, ante la presión interna que sufre en casa y que podría hacer caer su Gobierno.
Horst Seehofer, su ministro de Interior y socio de Gobierno, le ha dado de plazo a la canciller hasta entonces para lograr una solución europea para gestionar la llegada de refugiados al país. Esa solución debe evitar que los inmigrantes registrados previamente en un Estado de la UE puedan solicitar asilo en otro país de la UE, lo que permitió que muchos que entraron por Grecia o Italia pidieran asilo en Alemania.
Algunos de los presentes en la cumbre criticaron precisamente que la situación de Merkel esté en el foco del encuentro. "No se trata aquí de una disputa interna alemana", dijo el canciller austriaco Sebastian Kurz durante el encuentro, que pidió una solución europea a la disputa de asilo y abogó por reforzar las fronteras exteriores, un aspecto que parece reunir el consenso de la mayoría de países.
La propuesta de Italia también aboga por aumentar la cooperación con los países de origen y tránsito, así como la creación de centros de acogida para refugiados en los países en tránsito, en cooperación con el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur) o la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Allí se estudiarían sus derechos a solicitar asilo.
En un encuentro el sábado del presidente francés, Emmanuel Macron, con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, Francia y España propusieron la creación de "centros cerrados en suelo europeo para el desembarco" de migrantes, a donde serían llevados tras llegar a territorio europeo y que estarían financiados con fondos europeos.
Otras propuestas pasan por la creación fuera de la UE de "plataformas de desembarco" que alberguen a los migrantes rescatados en el mar, según se conoció esta semana de un borrador del Consejo Europeo. De esta forma, las personas que son rescatadas mientras intentan cruzar el mar Mediterráneo no llegarían a los países de la UE.
El documento de Italia pide una mejor protección de las fronteras exteriores de la UE y que no se le deje solo ni a él ni a otros países de llegada de migrantes en el rescate de los barcos de migrantes. "No podemos llevar a todos a Italia o a España", dice el texto, que pide también centros de acogida en otros países europeos.
"Eso es lo que nos ha encargado la opinión pública", dijo el líder del nuevo Gobierno, integrado por la nacionalista Liga del ministro del Interior, Matteo Salvini, y el populista Movimiento Cinco Estrellas del vicepresidente y ministro de Trabajo, Luigi di Maio.
El nuevo Ejecutivo ha anunciado una línea dura contra la migración que ya ha escenificado con la negativa al atraque de barcos de ONGs con migrantes rescatados del mar, como el "Aquarius", que acabó en España, o el "Lifeline", que sigue en el mar.
También sigue esperando una solución un barco danés que rescató del mar frente a las costas italianas a 113 migrantes y cuyo desembarco se niega a permitir Roma. El "Alexander Maersk" actuó a petición de la guardia costera italiana al rescatar a los migrantes y ahora no puede desembarcarlos, denunció el primer ministro danés, Lars Lokke Rasmussen, a su llegada a Bruselas. Rasmussen pidió a Italia que los acoja "y cumpla sus obligaciones bajo las leyes internacionales".
Italia se siente abandonada por sus socios europeos en la gestión migratoria. Sin embargo, las llegadas han caído con fuerza desde hace un año: según la OIM, en lo que va de 2018 llegaron unos 16.200 migrantes, un 78 por ciento menos que en el mismo periodo de 2017.
Los países que participan en el encuentro de hoy, previo a la cumbre europea del 28 y 29 de junio, son Alemania, Grecia, Italia, Bulgaria, Malta, Austria, Francia, España, Bélgica, Holanda, Dinamarca, Croacia, Eslovenia, Finlandia, Suecia y Luxemburgo.
Se espera que Italia presente hoy un nuevo plan bautizado "Estrategia Multilateral Europea para la Migración" con el que quiere enfrentar el problema de forma estructural.
El documento de diez puntos al que tuvo acceso dpa pide una reducción considerable de las llegadas de migrantes a Europa y considera que actuar contra los conocidos como "movimientos secundarios", como se denominan los que hacen los migrantes dentro de las fronteras europeas, es una cuestión menor. Esos movimientos podrían regularse en acuerdos técnicos entre los países afectados, señala la propuesta.
Esos movimientos son sin embargo prioritarios para la canciller alemana, Angela Merkel. La mandataria defendió hoy los acuerdos migratorios bilaterales dentro de la Unión Europea (UE) que permitan, entre otras cosas, el traslado de migrantes y solicitantes de asilo entre los países.
Merkel consideró que esos acuerdos serían en "beneficio mutuo" de los países. La canciller no espera "una solución total al problema migratorio" en la cumbre de la próxima semana. "Ese es el motivo por el que se trata de encontrar acuerdos bilaterales o trilaterales en beneficio mutuo".
De esa manera, dijo, los países no tienen "siempre que esperar que todos los 28" encuentran una solución.
Merkel es una de las principales interesadas en que el encuentro informal de hoy y la cumbre de la semana próxima, centrados en migración, culminen en algún acuerdo, ante la presión interna que sufre en casa y que podría hacer caer su Gobierno.
Horst Seehofer, su ministro de Interior y socio de Gobierno, le ha dado de plazo a la canciller hasta entonces para lograr una solución europea para gestionar la llegada de refugiados al país. Esa solución debe evitar que los inmigrantes registrados previamente en un Estado de la UE puedan solicitar asilo en otro país de la UE, lo que permitió que muchos que entraron por Grecia o Italia pidieran asilo en Alemania.
Algunos de los presentes en la cumbre criticaron precisamente que la situación de Merkel esté en el foco del encuentro. "No se trata aquí de una disputa interna alemana", dijo el canciller austriaco Sebastian Kurz durante el encuentro, que pidió una solución europea a la disputa de asilo y abogó por reforzar las fronteras exteriores, un aspecto que parece reunir el consenso de la mayoría de países.
La propuesta de Italia también aboga por aumentar la cooperación con los países de origen y tránsito, así como la creación de centros de acogida para refugiados en los países en tránsito, en cooperación con el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur) o la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Allí se estudiarían sus derechos a solicitar asilo.
En un encuentro el sábado del presidente francés, Emmanuel Macron, con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, Francia y España propusieron la creación de "centros cerrados en suelo europeo para el desembarco" de migrantes, a donde serían llevados tras llegar a territorio europeo y que estarían financiados con fondos europeos.
Otras propuestas pasan por la creación fuera de la UE de "plataformas de desembarco" que alberguen a los migrantes rescatados en el mar, según se conoció esta semana de un borrador del Consejo Europeo. De esta forma, las personas que son rescatadas mientras intentan cruzar el mar Mediterráneo no llegarían a los países de la UE.
El documento de Italia pide una mejor protección de las fronteras exteriores de la UE y que no se le deje solo ni a él ni a otros países de llegada de migrantes en el rescate de los barcos de migrantes. "No podemos llevar a todos a Italia o a España", dice el texto, que pide también centros de acogida en otros países europeos.
"Eso es lo que nos ha encargado la opinión pública", dijo el líder del nuevo Gobierno, integrado por la nacionalista Liga del ministro del Interior, Matteo Salvini, y el populista Movimiento Cinco Estrellas del vicepresidente y ministro de Trabajo, Luigi di Maio.
El nuevo Ejecutivo ha anunciado una línea dura contra la migración que ya ha escenificado con la negativa al atraque de barcos de ONGs con migrantes rescatados del mar, como el "Aquarius", que acabó en España, o el "Lifeline", que sigue en el mar.
También sigue esperando una solución un barco danés que rescató del mar frente a las costas italianas a 113 migrantes y cuyo desembarco se niega a permitir Roma. El "Alexander Maersk" actuó a petición de la guardia costera italiana al rescatar a los migrantes y ahora no puede desembarcarlos, denunció el primer ministro danés, Lars Lokke Rasmussen, a su llegada a Bruselas. Rasmussen pidió a Italia que los acoja "y cumpla sus obligaciones bajo las leyes internacionales".
Italia se siente abandonada por sus socios europeos en la gestión migratoria. Sin embargo, las llegadas han caído con fuerza desde hace un año: según la OIM, en lo que va de 2018 llegaron unos 16.200 migrantes, un 78 por ciento menos que en el mismo periodo de 2017.