Detenido desde el 28 de diciembre, el jeque Ali Salman permanecerá en prisión hasta la apertura de su proceso el 28 de enero, añadió el fiscal.
El fiscal general afirmó que la acusación contra el líder opositor está cimentada en una profunda investigación de sus servicios.
Aún así, el movimiento liderado por Ali Salman ha sido pacífico desde que empezó.
También afirmó que el jeque Ali Salman se ha beneficiado durante el proceso de todas las garantías legales, como la asistencia de un equipo de abogados y las visitas de su entorno próximo.
La detención del jeque Salman provocó violentas protestas de la comunidad chiita de Bahrein, mayoritaria en este pequeño reino del Golfo dirigido desde hace mucho tiempo por una dinastía sunita.
El jeque Salman dirige Al-Wefaq, el más importante movimiento de oposición chiita que milita desde 2011 por una verdadera monarquía en este país donde los cargos más importantes están en manos de miembros de la dinastía de los Al Jalifa.