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El actor de 27 años (nominado al Oscar por su interpretación del fundador de Facebook Mark Zuckerberg en "The Social Network") presta esta vez su juvenil apariencia al personaje de Nick, un repartidor de pizza con una vida mediocre que es elegido como blanco de dos niños mimados tan descerebrados como veleidosos que lo fuerzan a desvalijar un banco para ellos.
Los dos compinches (Dany McBride y Nick Swardson) secuestran a Nick, atan una bomba a su torso y le dan unas horas para ejecutar el delito. El joven implicará a su ex mejor amigo (Aziz Ansari) en la aventura.
El filme generó un conato de polémica en Estados Unidos, donde hace unos años, en Pensilvania, se produjo un caso similar que se saldó con la explosión de la bomba y la muerte del repartidor de pizza.
El equipo de la película, que se estrena este viernes en Norteamérica, negó firmemente haberse inspirado en la historia o haber pretendido herir a la familia. Los guionistas, el director y los actores afirmaron que el único objetivo del filme -y su desafío- había sido mezclar elementos serios con recursos de comedia clásica.
"Es la dificultad de un filme como éste", dijo Jesse Eisenberg a la AFP la noche de la gala. "Para mí, el desafío fue interpretar las escenas de forma realista, sin olvidar jamás que estaba en una comedia. Podía pensar en hacer o decir cosas divertidas, pero siempre tomándolas en serio", agregó.
Para "jugar con los registros y los tonos" a fin de hallar "un equilibrio entre la comedia y algo un poco más dramático", afirma haberse inspirado en Woody Allen, con quien actualmente rueda "Bop Decameron" en Italia.
"Me encantan las comedias realistas", explica el actor. "Por eso Woody Allen es mi ídolo, en términos de comedia, porque siempre sabe combinar un sentido de la realidad con las situaciones más ridículas que pone en escena".
Para el director Ruben Fleisher, que firmó con éste su segundo largometraje tras "Zombieland" (2009), la búsqueda del equilibrio drama-comedia también fue fundamental en su trabajo. A fin de lograrlo, separó claramente al personaje de Nick de los demás.
"Colocar a Jesse en situaciones verdaderamente reales, y dejar que los demás se soltaran y sostuvieran el lado cómico, permitió equilibrar ambos universos de forma muy positiva", dijo a la AFP.
También se dio mucho lugar a la improvisación, a la cual los actores se entregaron de buena gana. "Jesse es un gran improvisador, es capaz de proponer un montón de cosas distintas", declaró el director.
Michael Peña, que interpreta el papel de un asesino a sueldo latino, se impuso por su parte en un papel que no había sido pensado para él. "Había sido escrito para un individuo grande y negro, cosa que no soy", dijo riendo el actor desde su altura de 1,72 metros.
"Es por eso que quería hacer esta película. Me inspiré en un tipo que vivía en mi viejo barrio en Chicago", dijo. Finalmente, aseguró haber aprendido mucho sobre la comedia, "un género extremadamente difícil. Es agotador para los nervios, nunca se sabe lo que va a pasar (con el público). Realmente es todo menos fácil".
Los dos compinches (Dany McBride y Nick Swardson) secuestran a Nick, atan una bomba a su torso y le dan unas horas para ejecutar el delito. El joven implicará a su ex mejor amigo (Aziz Ansari) en la aventura.
El filme generó un conato de polémica en Estados Unidos, donde hace unos años, en Pensilvania, se produjo un caso similar que se saldó con la explosión de la bomba y la muerte del repartidor de pizza.
El equipo de la película, que se estrena este viernes en Norteamérica, negó firmemente haberse inspirado en la historia o haber pretendido herir a la familia. Los guionistas, el director y los actores afirmaron que el único objetivo del filme -y su desafío- había sido mezclar elementos serios con recursos de comedia clásica.
"Es la dificultad de un filme como éste", dijo Jesse Eisenberg a la AFP la noche de la gala. "Para mí, el desafío fue interpretar las escenas de forma realista, sin olvidar jamás que estaba en una comedia. Podía pensar en hacer o decir cosas divertidas, pero siempre tomándolas en serio", agregó.
Para "jugar con los registros y los tonos" a fin de hallar "un equilibrio entre la comedia y algo un poco más dramático", afirma haberse inspirado en Woody Allen, con quien actualmente rueda "Bop Decameron" en Italia.
"Me encantan las comedias realistas", explica el actor. "Por eso Woody Allen es mi ídolo, en términos de comedia, porque siempre sabe combinar un sentido de la realidad con las situaciones más ridículas que pone en escena".
Para el director Ruben Fleisher, que firmó con éste su segundo largometraje tras "Zombieland" (2009), la búsqueda del equilibrio drama-comedia también fue fundamental en su trabajo. A fin de lograrlo, separó claramente al personaje de Nick de los demás.
"Colocar a Jesse en situaciones verdaderamente reales, y dejar que los demás se soltaran y sostuvieran el lado cómico, permitió equilibrar ambos universos de forma muy positiva", dijo a la AFP.
También se dio mucho lugar a la improvisación, a la cual los actores se entregaron de buena gana. "Jesse es un gran improvisador, es capaz de proponer un montón de cosas distintas", declaró el director.
Michael Peña, que interpreta el papel de un asesino a sueldo latino, se impuso por su parte en un papel que no había sido pensado para él. "Había sido escrito para un individuo grande y negro, cosa que no soy", dijo riendo el actor desde su altura de 1,72 metros.
"Es por eso que quería hacer esta película. Me inspiré en un tipo que vivía en mi viejo barrio en Chicago", dijo. Finalmente, aseguró haber aprendido mucho sobre la comedia, "un género extremadamente difícil. Es agotador para los nervios, nunca se sabe lo que va a pasar (con el público). Realmente es todo menos fácil".
