Conocido por su continua experimentación narrativa y por un estilo singular e imprevisible fruto de su independencia intelectual, Goytisolo es autor de una variada obra narrativa y ensayística, iniciada en 1954 con el realismo crítico de "Juegos de manos", que retrató momentos trascendentales de la historia reciente de España, Europa y el mundo islámico.
El jurado del premio lo recompensó "por su capacidad indagatoria en el lenguaje y propuestas estilísticas complejas, desarrolladas en diversos géneros literarios", explicó el ministro de Cultura español, José Ignacio Wert, al anunciar el galardón.
También "por su voluntad de integrar a las dos orillas, a la tradición heterodoxa española y por su apuesta permanente por el diálogo intercultural", agregó.
"Una cultura que no acepta el enriquecimiento de culturas marginales está condenada", había afirmado en una ocasión este hombre que tras la muerte de su esposa, la francesa Monique Lange, en 1996 instaló su residencia en la ciudad marroquí de Marrakech, a la que había dedicado su novela "Makbara" (1980), escrita en "verso libre narrativo".
"Cuando me dan un premio siempre sospecho de mí mismo", había dicho con humor en una entrevista concedida el domingo al diario El País.
"Es un premio oportuno", consideró el presidente del jurado, el poeta español José Manuel Caballero Bonald, ganador del Cervantes en 2012, subrayando que "Goytisolo representa una de las cumbres de la literatura española sobre todo desde la posguerra" civil (1936-1939).
Nacido en Barcelona en 1931 en el seno de una familia burguesa, Goytisolo tuvo una infancia marcada por la muerte de su madre en un bombardeo franquista sobre la ciudad durante la Guerra Civil y por el posicionamiento de su padre a favor del franquismo.
En combate permanente contra las injusticias, dio la espalda al mundo en que creció para convertirse en opositor a la dictadura, especialmente desde que se instaló en París a finales de los años 1950.
"En las primeras y ajetreadas semanas de mi estancia en París entré en contacto con algunos exiliados españoles y viajeros situados entonces, en su mayoría, en la órbita del Partido Comunista Español", explicaba.
Fue allí donde se asoció a la empresa de los Cuadernos de Ruedo Ibérico y creó la revista Libre. Y donde, como asesor de la editorial Gallimard, contribuyó a la publicación de varios escritores españoles opuestos al régimen franquista.
Publicada entonces en París, México y Buenos Aires, la obra de Goytisolo, entre la que destacan obras como "Para vivir aquí" (1960), "Señas de identidad" (1966) o "Juan sin tierra" (1975), fue prohibida en España por la dictadura.
- Defensor de la cultura árabe -
Muy crítico con el modo de vida occidental, tras una estancia en Estados Unidos, donde trabajó como profesor en varias universidades, Goytisolo nunca quiso volver a vivir en España. Y se sumió en el estudio de la cultura musulmana.
Pero sin olvidar a América Latina como demostró en "Blanco White. El español y la independencia de Hispanoamérica", un ensayo sobre el heterodoxo intelectual español decimonónico José María Blanco White, exiliado en Londres, que apoyó las independencias iberoamericanas.
Goytisolo siempre ha considerado que, por situación geográfica y por cultura, España debería ser el puente entre Europa, Latinoamérica y el mundo musulmán.
"Es un escritor que une a dos orillas, la orilla de América Latina con la orilla europea, (...) al mundo árabe con España y con el mundo de América Latina", dijo de él este lunes la escritora mexicana Elena Poniatowska, ganadora en 2013 del Cervantes, considerado el Nobel de la literatura en español, creado en 1975 y dotado con 125.000 euros (155.000 dólares).
Hermano del fallecido poeta José Agustín Goytisolo y del novelista Luis Goytisolo, Juan Goytisolo publicó su última novela en 2008: "El exiliado de aquí y de allá".
El premio Cervantes culmina un palmarés en que figuran el Premio Nacional de las Letras Españolas 2008, el Octavio Paz de Literatura 2002 y el Juan Rulfo de literatura latinoamericana 2004.