"Nunca pensé que volvería a este papel, pero le tengo cariño", aseguró la actriz sobre su primera interpretación de la reina Victoria (1837-1901) que le valió su primera nominación al Oscar, una estatuilla que levantaría un año más tarde, también haciendo de reina ("Shakespeare in Love"). Ese papel "me dio una carrera en el cine", dijo la actriz, que muestra esta cinta fuera de concurso en el Festival de Venecia.
Es por ello que ve en "Victoria & Abdul" una continuación de aquel trabajo. Era una "proposición irresistible", agregó Dench, que encarna a la monarca en un capítulo poco conocido de sus últimos años, cuando trabó una amistad especial con un sirviente indio (Ali Fazal).
Esa amistad fue muy mal vista en la corte, por ello a su muerte se intentó borrar todo rastro de ella y no fue hasta la muerte del sirviente indio que se descubrieron sus cuadernos y salió a la luz y novelada en "Victoria & Abdul: The True Story of the Queen's Closest Confidant", de Shrabani Basu.
Las dotes interpretativas de Dench, su magia, su oficio, iluminan esta historia contada de forma convencional, en la que el realizador saca sobre todo partido en la parte cómica del choque cultural entre una anciana y a la vez la mujer entonces más poderosa del mundo y un joven sirviente de las colonias, de la lejana y exótica India.
Entre ambos se traba una amistad que se confunde con amor. Ella se siente atraída por la amabilidad, espontaneidad e ingenuidad del sirviente, mientras que él se enamora de su inteligencia y rebeldía.
Precisamente el enamoramiento es lo que a Dench le parece especialmente fascinante. Más que enamoramiento, explicó, lo que ella siente es el placer de estar de forma relajada con alguien con quien no tenía que cumplir ninguna formalidad, además de poder hablar con él y aprender de él.
Frears (76 años), que siempre da la impresión de ser un poco uraño con la prensa, compareció ante los medios con una camiseta de manga larga, un suéter sobre los hombros y un sombrero veraniego.
Cuando le preguntaron si le parecía relevante destacar esta amistad entre personas de dos culturas diferentes justo en momentos en los que el racismo vuelve a ser noticia, el director señaló que sí lo ve necesario. Por eso, comentó irónicamente que quería que el presidente estadounidense, Donald Trump, viese esta película.
El director de "Las amistades peligrosas" o "High Fidelity" es buen conocedor del palacio de Buckingham y del cine de época. Aclamado con "La reina", una aproximación a la soberana británica actual en el trono, Isabel II, estrena esta película en Venecia, donde hoy recibe el premio Jaeger-LeCoultre por su trayectoria.
Es por ello que ve en "Victoria & Abdul" una continuación de aquel trabajo. Era una "proposición irresistible", agregó Dench, que encarna a la monarca en un capítulo poco conocido de sus últimos años, cuando trabó una amistad especial con un sirviente indio (Ali Fazal).
Esa amistad fue muy mal vista en la corte, por ello a su muerte se intentó borrar todo rastro de ella y no fue hasta la muerte del sirviente indio que se descubrieron sus cuadernos y salió a la luz y novelada en "Victoria & Abdul: The True Story of the Queen's Closest Confidant", de Shrabani Basu.
Las dotes interpretativas de Dench, su magia, su oficio, iluminan esta historia contada de forma convencional, en la que el realizador saca sobre todo partido en la parte cómica del choque cultural entre una anciana y a la vez la mujer entonces más poderosa del mundo y un joven sirviente de las colonias, de la lejana y exótica India.
Entre ambos se traba una amistad que se confunde con amor. Ella se siente atraída por la amabilidad, espontaneidad e ingenuidad del sirviente, mientras que él se enamora de su inteligencia y rebeldía.
Precisamente el enamoramiento es lo que a Dench le parece especialmente fascinante. Más que enamoramiento, explicó, lo que ella siente es el placer de estar de forma relajada con alguien con quien no tenía que cumplir ninguna formalidad, además de poder hablar con él y aprender de él.
Frears (76 años), que siempre da la impresión de ser un poco uraño con la prensa, compareció ante los medios con una camiseta de manga larga, un suéter sobre los hombros y un sombrero veraniego.
Cuando le preguntaron si le parecía relevante destacar esta amistad entre personas de dos culturas diferentes justo en momentos en los que el racismo vuelve a ser noticia, el director señaló que sí lo ve necesario. Por eso, comentó irónicamente que quería que el presidente estadounidense, Donald Trump, viese esta película.
El director de "Las amistades peligrosas" o "High Fidelity" es buen conocedor del palacio de Buckingham y del cine de época. Aclamado con "La reina", una aproximación a la soberana británica actual en el trono, Isabel II, estrena esta película en Venecia, donde hoy recibe el premio Jaeger-LeCoultre por su trayectoria.