La conformación de esta comisión de investigación es el resultado de 18 sesiones de consulta pública, durante las que más de 2.000 mujeres indígenas fueron escuchadas desde diciembre pasado para establecer el alcance del trabajo.
El ente estará presidido por la jueza aborigen Marion Buller, que será asistida por otros cuatro comisionados.
"Lo que hemos escuchado fue categórico y muy personal. No hay duda de que existe una necesidad urgente de examinar las causas subyacentes y profundamente sistémicas de esta violencia, que incluye el racismo, el sexismo y el continuo impacto del colonialismo", señaló la ministra federal de Asuntos Aborígenes y del Norte, Carolyn Bennett.
Reclamada desde hace años por los líderes indígenas, esta investigación fue siempre rechazada por el anterior gobierno conservador.
A menudo acusada de no investigar con el mismo cuidado y la misma celeridad estas desapariciones, la policía registró cerca de 1.200 mujeres indígenas desaparecidas o asesinadas entre 1980 y 2012, entre tres y cuatro veces más proporcionalmente que el resto de la población canadiense.
Los aborígenes representan el 4,3% de la población canadiense, 1,4 millones de personas.
La Investigación Nacional sobre las Mujeres y Niñas Aborígenes Desaparecidas y Asesinadas comenzará a funcionar el 1 de septiembre y deberá entregar sus conclusiones y recomendaciones el 31 de diciembre de 2018.
Los investigadores no podrán diferir a eventuales acusados a la justicia, pero tendrán la potestad de hacer comparecer a testigos y exigir la presentación de pruebas.
El ente estará presidido por la jueza aborigen Marion Buller, que será asistida por otros cuatro comisionados.
"Lo que hemos escuchado fue categórico y muy personal. No hay duda de que existe una necesidad urgente de examinar las causas subyacentes y profundamente sistémicas de esta violencia, que incluye el racismo, el sexismo y el continuo impacto del colonialismo", señaló la ministra federal de Asuntos Aborígenes y del Norte, Carolyn Bennett.
Reclamada desde hace años por los líderes indígenas, esta investigación fue siempre rechazada por el anterior gobierno conservador.
A menudo acusada de no investigar con el mismo cuidado y la misma celeridad estas desapariciones, la policía registró cerca de 1.200 mujeres indígenas desaparecidas o asesinadas entre 1980 y 2012, entre tres y cuatro veces más proporcionalmente que el resto de la población canadiense.
Los aborígenes representan el 4,3% de la población canadiense, 1,4 millones de personas.
La Investigación Nacional sobre las Mujeres y Niñas Aborígenes Desaparecidas y Asesinadas comenzará a funcionar el 1 de septiembre y deberá entregar sus conclusiones y recomendaciones el 31 de diciembre de 2018.
Los investigadores no podrán diferir a eventuales acusados a la justicia, pero tendrán la potestad de hacer comparecer a testigos y exigir la presentación de pruebas.