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Xi-a la izquierda-y Kim
Se trata de la tercera visita de Kim a China desde marzo y con ella muestra unidad con Xi. Al inicio de su visita de dos días, el norcoreano fue recibido por Xi con una ceremonia militar en el Gran Salón del Pueblo de Pekín, según mostró la televisión estatal china. Kim viajó acompañado de su mujer, Ri Sol-ju.
Kim dijo que confía lograr junto a China y otras partes "una paz duradera en la península coreana", según la televisión estatal china CCTV. Xi respaldó a su homólogo y afirmó que el apoyo de China a Corea del Norte se mantendrá independientemente de cómo evolucione la situación regional e internacional. También ofreció a Kim su apoyo de cara a reformas económicas.
El líder norcoreano informó a su par chino sobre los resultados de su cumbre con Trump y sobre los próximos pasos. Xi alabó los resultados de la cumbre de Singapur y deseó la implementación de las promesas realizadas durante la misma. Kim, por su parte, agradeció la ayuda de China.
Pyongyang confía en que se levanten cuanto antes las sanciones económicas impuestas por su programa atómico, pero Washington advirtió tras la cumbre que sólo lo hará una vez que se haya completado la desnuclearización. Pekín, por su parte, abogó por eliminar antes las sanciones.
China es uno de los principales aliados y socios comerciales de Corea del Norte y ha intentado desempeñar un papel esencial en las negociaciones entre Kim y Trump sobre el programa nuclear norcoreano.
Se considera que Pekín fue uno de los ganadores de la cumbre de Singapur. Kim se comprometió a llevar a cabo la desnuclearización y Trump anunció la suspensión de las maniobras militares conjuntas con Corea del Sur en la zona. Ambas eran también reivindicaciones de China.
En el marco de su ofensiva diplomática, Kim viajó a finales de marzo a China, por primera vez desde su llegada al poder en 2011, para reavivar las relaciones entre ambos países. Pocas semanas después volvió a reunirse con Xi en la ciudad china de Dalian.
Después de años de escasas relaciones debido al programa nuclear y misilístico norcoreano y a las sanciones secundadas por China, ambas partes volvieron a acercarse.
En tanto, Estados Unidos y Corea del Sur suspendieron los ejercicios militares conjuntos previstos para agosto, informaron ambas partes, tras la promesa hecha por Trump durante la cumbre con Kim.
"En consonancia con el compromiso del presidente Trump y en acuerdo con nuestro aliado la República de Corea", se ha ordenado la suspensión de los ejercicios, indicó la portavoz Dana White.
Reproduciendo los argumentos del líder norcoreano, Trump consideró que esos simulacros son "provocativos" para Pyongyang y además "demasiado caros". El jefe de la Casa Blanca también especuló con el retiro de unos 28.500 efectivos estadounidenses de Corea del Sur.
Kim dijo que confía lograr junto a China y otras partes "una paz duradera en la península coreana", según la televisión estatal china CCTV. Xi respaldó a su homólogo y afirmó que el apoyo de China a Corea del Norte se mantendrá independientemente de cómo evolucione la situación regional e internacional. También ofreció a Kim su apoyo de cara a reformas económicas.
El líder norcoreano informó a su par chino sobre los resultados de su cumbre con Trump y sobre los próximos pasos. Xi alabó los resultados de la cumbre de Singapur y deseó la implementación de las promesas realizadas durante la misma. Kim, por su parte, agradeció la ayuda de China.
Pyongyang confía en que se levanten cuanto antes las sanciones económicas impuestas por su programa atómico, pero Washington advirtió tras la cumbre que sólo lo hará una vez que se haya completado la desnuclearización. Pekín, por su parte, abogó por eliminar antes las sanciones.
China es uno de los principales aliados y socios comerciales de Corea del Norte y ha intentado desempeñar un papel esencial en las negociaciones entre Kim y Trump sobre el programa nuclear norcoreano.
Se considera que Pekín fue uno de los ganadores de la cumbre de Singapur. Kim se comprometió a llevar a cabo la desnuclearización y Trump anunció la suspensión de las maniobras militares conjuntas con Corea del Sur en la zona. Ambas eran también reivindicaciones de China.
En el marco de su ofensiva diplomática, Kim viajó a finales de marzo a China, por primera vez desde su llegada al poder en 2011, para reavivar las relaciones entre ambos países. Pocas semanas después volvió a reunirse con Xi en la ciudad china de Dalian.
Después de años de escasas relaciones debido al programa nuclear y misilístico norcoreano y a las sanciones secundadas por China, ambas partes volvieron a acercarse.
En tanto, Estados Unidos y Corea del Sur suspendieron los ejercicios militares conjuntos previstos para agosto, informaron ambas partes, tras la promesa hecha por Trump durante la cumbre con Kim.
"En consonancia con el compromiso del presidente Trump y en acuerdo con nuestro aliado la República de Corea", se ha ordenado la suspensión de los ejercicios, indicó la portavoz Dana White.
Reproduciendo los argumentos del líder norcoreano, Trump consideró que esos simulacros son "provocativos" para Pyongyang y además "demasiado caros". El jefe de la Casa Blanca también especuló con el retiro de unos 28.500 efectivos estadounidenses de Corea del Sur.
