Bin Hammam.
Esto sólo confirma lo que el imputado había adelantado en días anteriores a través de un blog en Internet, al considerar que fue juzgado de una manera "sesgada y no equitativa".
El directivo intentó comprar votos en la última elección a la presidencia del organismo rector del fútbol mundial, lo cual fue juzgado por el Comité de ética de la instancia, en esta jornada en Zúrich.
Este caso estalló a fines de mayo, justo antes de la elección presidencial de la FIFA en la que Bin Hammam competía con el suizo Joseph Blatter, finalmente reelecto por ser el único candidato, el 1 de junio pasado, en medio de un ambiente tenso por las circunstancias. Un par de días antes, el catarí había retirado su candidatura.
Bin Hammam estaba acusado de haber intentado comprar votos en una reunión de la Confederación de América del Norte, Central y Caribe (CONCACAF), que tuvo lugar a principios de mayo en Trinidad y Tobago, donde ofreció sobres con 40.000 dólares (unos 28.000 euros).
Este asunto no finaliza con esto. Bin Hammam, quien siempre clamó por su inocencia, esperaba una dura sanción por lo que denunció un proceso "sesgado y no equitativo", y ya había anunciado su intención de recurrir el fallo.
"Pero, estén seguros de que la justicia va a ganar, si no es a través del Comité de ética (de la FIFA, que juzgó el caso en esta jornada), será ante el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS), o si es necesario ante otro tribunal de justicia en el que la equidad sea respetada", había anunciado el ex hombre fuerte del balompié asiático en su blog personal un par de días atrás.
Bin Hamman deberá recurrir al TAS antes de buscar cualquier otra instancia judicial, como por ejemplo el Tribunal federal suizo, como anunció el jueves a la AFP una fuente de su entorno más cercano.
El acusado no se presentó a la audiencia prevista para el viernes ante el Comité de ética de la FIFA, que tomó su decisión este sábado. El financiero catarí, de 62 años de edad, dejó todo el asunto en manos de sus abogados y se dedicó a expresar su posición a través de Internet, adelantando que esperaba una dura sanción por parte del mismo.
"No hay duda de que una campaña se organizó para asegurar que parezco culpable y eliminarme del fútbol mundial a los ojos de la justicia popular antes de la audición", había adelantado Bin Hamman, quien denunció revelaciones hechas a la prensa sobre su caso que constituirían filtraciones.
También había dicho: "parece que la FIFA ya había tomado su decisión hace varias semanas atrás. Y nadie se sorprenderá si soy declarado culpable".
Además, este sábado, dos responsables del fútbol caribeño, Debbie Minguell y Jason Sylvester, personajes menos relevantes que Bin Hammam, fueron suspendidos por un año por el mismo Comité.
Desde el comienzo de este caso fue suspendido por supuesta complicidad con Bin Hammam el triniteño Jack Warner, vicepresidente de la FIFA, quien el 20 de junio presentó la renuncia a su cargo por lo que fue anulado el proceso en su contra.
Ahora sobrevuelan dudas sobre las condiciones de la atribución del Mundial 2022 a Qatar, precisamente la patria de Bin Hamman. Se espera que, sobre todo la prensa, presione para que se investigue dado que la FIFA lo había rechazado hasta ahora por falta de pruebas.
El directivo intentó comprar votos en la última elección a la presidencia del organismo rector del fútbol mundial, lo cual fue juzgado por el Comité de ética de la instancia, en esta jornada en Zúrich.
Este caso estalló a fines de mayo, justo antes de la elección presidencial de la FIFA en la que Bin Hammam competía con el suizo Joseph Blatter, finalmente reelecto por ser el único candidato, el 1 de junio pasado, en medio de un ambiente tenso por las circunstancias. Un par de días antes, el catarí había retirado su candidatura.
Bin Hammam estaba acusado de haber intentado comprar votos en una reunión de la Confederación de América del Norte, Central y Caribe (CONCACAF), que tuvo lugar a principios de mayo en Trinidad y Tobago, donde ofreció sobres con 40.000 dólares (unos 28.000 euros).
Este asunto no finaliza con esto. Bin Hammam, quien siempre clamó por su inocencia, esperaba una dura sanción por lo que denunció un proceso "sesgado y no equitativo", y ya había anunciado su intención de recurrir el fallo.
"Pero, estén seguros de que la justicia va a ganar, si no es a través del Comité de ética (de la FIFA, que juzgó el caso en esta jornada), será ante el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS), o si es necesario ante otro tribunal de justicia en el que la equidad sea respetada", había anunciado el ex hombre fuerte del balompié asiático en su blog personal un par de días atrás.
Bin Hamman deberá recurrir al TAS antes de buscar cualquier otra instancia judicial, como por ejemplo el Tribunal federal suizo, como anunció el jueves a la AFP una fuente de su entorno más cercano.
El acusado no se presentó a la audiencia prevista para el viernes ante el Comité de ética de la FIFA, que tomó su decisión este sábado. El financiero catarí, de 62 años de edad, dejó todo el asunto en manos de sus abogados y se dedicó a expresar su posición a través de Internet, adelantando que esperaba una dura sanción por parte del mismo.
"No hay duda de que una campaña se organizó para asegurar que parezco culpable y eliminarme del fútbol mundial a los ojos de la justicia popular antes de la audición", había adelantado Bin Hamman, quien denunció revelaciones hechas a la prensa sobre su caso que constituirían filtraciones.
También había dicho: "parece que la FIFA ya había tomado su decisión hace varias semanas atrás. Y nadie se sorprenderá si soy declarado culpable".
Además, este sábado, dos responsables del fútbol caribeño, Debbie Minguell y Jason Sylvester, personajes menos relevantes que Bin Hammam, fueron suspendidos por un año por el mismo Comité.
Desde el comienzo de este caso fue suspendido por supuesta complicidad con Bin Hammam el triniteño Jack Warner, vicepresidente de la FIFA, quien el 20 de junio presentó la renuncia a su cargo por lo que fue anulado el proceso en su contra.
Ahora sobrevuelan dudas sobre las condiciones de la atribución del Mundial 2022 a Qatar, precisamente la patria de Bin Hamman. Se espera que, sobre todo la prensa, presione para que se investigue dado que la FIFA lo había rechazado hasta ahora por falta de pruebas.