La Estación Espacial Internacional.
"Hay un mayor riesgo de perder la ISS si no queda un astronauta a bordo y el aumento de ese riesgo no es insignificante", dijo Mike Suffredini, director del programa de la ISS de la NASA.
"Vamos a hacer lo que es más seguro para la tripulación y la estación, que representa una enorme inversión para nuestros respectivos gobiernos", señaló el lunes durante una conferencia telefónica tras el anuncio de la agencia espacial rusa.
Rusia aplazó el lanzamiento del próximo vuelo tripulado hacia la estación espacial, previsto para el 22 de setiembre, hasta finales de octubre como muy pronto después del fracaso del lanzamiento de la nave de carga Progress a la estación orbital.
La nave de carga Progress M12-M, que transportaba varias toneladas de material y alimentos destinados a la ISS, se estrelló el miércoles pasado 325 segundos después de despegar de la base de Baikonur, en Kazajistán. El cohete Soyuz-FG que debía transportar a los cosmonautas al espacio posee el mismo motor que el cohete Soyuz-U que no logró poner en órbita al Progress.
"Nuestra misión es proteger la inversión" de la Estación Espacial Internacional, insistió Suffredini.
Este complejo orbital, cuya construcción comenzó en 1998 y culminó en 2010, representa una inversión de 100 millones de dólares, en gran parte asumida por Estados Unidos.
De acuerdo con funcionarios de la NASA, la estación puede funcionar sin tripulación. "Si los sistemas esenciales no fallan, se puede controlar la ISS desde la Tierra y mantenerla en órbita indefinidamente", dijo Suffredini, aunque aclaró que esto no es deseable "durante un periodo prolongado".
Ya se había previsto en una ocasión su evacuación: tras el accidente del transbordador Columbia, el 1 de febrero de 2003, mientras se determinaba la causa de la catástrofe que mató a sus siete tripulantes.
Pero la NASA, consciente de que esto suponía un mayor riesgo de perderla, decidió mantener a tres astronautas a bordo en todo momento, dijo Suffredini.
La tripulación de la ISS, llamada "Expedición", se compone normalmente de seis miembros y rota cada seis meses. Actualmente hay tres rusos, dos estadounidenses y un japonés.
Una evacuación temporal prolongada también afectaría varios experimentos científicos en la estación orbital que requieren la presencia de los astronautas, señaló Suffredini.
Sin embargo, otros como el "Espectrómetro Magnético Alfa", un detector de partículas de antimateria y de materia oscura invisible, seguiría funcionando bajo control a distancia, reconoció.
Por ahora, la NASA se muestra optimista sobre las posibilidades de que los rusos identifiquen las causas de la falla y prevean un nuevo lanzamiento de una nave espacial Soyuz con tres tripulantes justo a tiempo para evitar la evacuación de la ISS.
La fecha límite para que regrese un Soyuz a la estepa de Kazajstán sería a mediados de noviembre.
Por otra parte, la NASA y la agencia espacial rusa no desean correr el riesgo de mantener a los astronautas a bordo de la estación más allá de los seis meses reglamentarios, debido a los riesgos que supone la exposición prolongada a la radiación del espacio.
Además, los dos Soyuz de tres plazas cada uno no pueden estar acoplados al complejo espacial más de 200 días, porque más allá de ese tiempo el peróxido de hidrógeno, el combustible para sus motores orbitales, empieza a deteriorarse.
El abastecimiento de la ISS no es un problema, aseguró Suffredini, ya hay víveres e insumos suficientes como para un año.
"Vamos a hacer lo que es más seguro para la tripulación y la estación, que representa una enorme inversión para nuestros respectivos gobiernos", señaló el lunes durante una conferencia telefónica tras el anuncio de la agencia espacial rusa.
Rusia aplazó el lanzamiento del próximo vuelo tripulado hacia la estación espacial, previsto para el 22 de setiembre, hasta finales de octubre como muy pronto después del fracaso del lanzamiento de la nave de carga Progress a la estación orbital.
La nave de carga Progress M12-M, que transportaba varias toneladas de material y alimentos destinados a la ISS, se estrelló el miércoles pasado 325 segundos después de despegar de la base de Baikonur, en Kazajistán. El cohete Soyuz-FG que debía transportar a los cosmonautas al espacio posee el mismo motor que el cohete Soyuz-U que no logró poner en órbita al Progress.
"Nuestra misión es proteger la inversión" de la Estación Espacial Internacional, insistió Suffredini.
Este complejo orbital, cuya construcción comenzó en 1998 y culminó en 2010, representa una inversión de 100 millones de dólares, en gran parte asumida por Estados Unidos.
De acuerdo con funcionarios de la NASA, la estación puede funcionar sin tripulación. "Si los sistemas esenciales no fallan, se puede controlar la ISS desde la Tierra y mantenerla en órbita indefinidamente", dijo Suffredini, aunque aclaró que esto no es deseable "durante un periodo prolongado".
Ya se había previsto en una ocasión su evacuación: tras el accidente del transbordador Columbia, el 1 de febrero de 2003, mientras se determinaba la causa de la catástrofe que mató a sus siete tripulantes.
Pero la NASA, consciente de que esto suponía un mayor riesgo de perderla, decidió mantener a tres astronautas a bordo en todo momento, dijo Suffredini.
La tripulación de la ISS, llamada "Expedición", se compone normalmente de seis miembros y rota cada seis meses. Actualmente hay tres rusos, dos estadounidenses y un japonés.
Una evacuación temporal prolongada también afectaría varios experimentos científicos en la estación orbital que requieren la presencia de los astronautas, señaló Suffredini.
Sin embargo, otros como el "Espectrómetro Magnético Alfa", un detector de partículas de antimateria y de materia oscura invisible, seguiría funcionando bajo control a distancia, reconoció.
Por ahora, la NASA se muestra optimista sobre las posibilidades de que los rusos identifiquen las causas de la falla y prevean un nuevo lanzamiento de una nave espacial Soyuz con tres tripulantes justo a tiempo para evitar la evacuación de la ISS.
La fecha límite para que regrese un Soyuz a la estepa de Kazajstán sería a mediados de noviembre.
Por otra parte, la NASA y la agencia espacial rusa no desean correr el riesgo de mantener a los astronautas a bordo de la estación más allá de los seis meses reglamentarios, debido a los riesgos que supone la exposición prolongada a la radiación del espacio.
Además, los dos Soyuz de tres plazas cada uno no pueden estar acoplados al complejo espacial más de 200 días, porque más allá de ese tiempo el peróxido de hidrógeno, el combustible para sus motores orbitales, empieza a deteriorarse.
El abastecimiento de la ISS no es un problema, aseguró Suffredini, ya hay víveres e insumos suficientes como para un año.