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Política
Personal de la ONU sacando las armas de las FARC
Al acto en el municipio de Fonseca asistieron el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, el jefe del equipo negociador del grupo ex guerrillero, Luciano Marín, y el jefe de la misión de la ONU, el francés Jean Arnault.
Santos dijo que el de hoy es "otro día histórico para el país", pues representa el final de la fase de desarme de las FARC, grupo con el que su Gobierno firmó un acuerdo de paz en noviembre del año pasado para acabar con una confrontación que empezó en 1964.
Delegados de la ONU pusieron dentro del último contenedor las armas que faltaban por guardar y el encargado de poner el candado fue el presidente Santos.
Los contenedores fueron subidos por una grúa a dos camiones, que iniciaron una travesía hacia Bogotá, a unos 930 kilómetros al suroeste.
Maniobras similares se cumplieron desde el pasado 31 de julio en los 26 campamentos donde están concentrados los ex guerrilleros, cuando la ONU empezó la extracción de las armas.
Todos los camiones se han dirigido desde entonces con los contenedores hasta Bogotá, donde las armas serán fundidas para la construcción de tres monumentos a la paz.
Las partes involucradas en la negociación decidieron que los monumentos se ubicarán en La Habana, sede del proceso de paz durante cuatro años, en algún lugar de Colombia y en la sede de la ONU en Nueva York.
Arnault señaló que en total las FARC entregaron 8.112 armas y que 1,3 millones de cartuchos fueron destruidos por el componente militar de la delegación de la ONU.
El delegado francés agradeció a las FARC porque además de entregar las armas en los campamentos, dio coordenadas precisas a la ONU para ubicar 873 "caletas" (escondites) donde guardaban armas y explosivos.
Según Arnault, la misión de verificación de la ONU ha almacenado las armas y explosivos que estaban en 510 de esas caletas. El contenido de los demás escondites se terminará de recoger antes del 1 de septiembre.
En esas "caletas" se han encontrado 795 armas, 293.803 municiones, 22 toneladas de explosivos, 25 kilómetros de cordón detonante, 3.957 granadas y 1.846 minas antipersonal, entre otros materiales bélicos.
"Esto demuestra que efectivamente es un proceso exhaustivo de dejación de armas y de todos los equipos militares de las FARC", dijo Arnault.
El presidente Santos catalogó como "el último suspiro de este conflicto" la retirada de los dos contenedores con armas y explosivos de ese campamento de las FARC.
"Comienza una fase nueva en la vida de nuestra nación donde todos tenemos que construir la paz (...) Es un punto de inflexión en nuestra historia. Las FARC acaban de desarmarse pero el resto de los colombianos tenemos que reconciliarnos mirando nuestras diferencias", dijo Santos.
Marín, considerado como el número dos de las FARC detrás de Rodrigo Londoño, dijo que su grupo cumplió la palabra de desarmarse y que ahora le corresponde al Estado respetar el acuerdo de paz.
El ex guerrillero, más conocido por su alias de "Iván Márquez", exigió al Gobierno que cumpla el compromiso de dar garantías de seguridad a los miembros de las FARC, a raíz del reciente asesinato de dos de sus integrantes de bajo rango.
"No más asesinatos políticos en un país donde se ha firmado un acuerdo de paz que hoy es ejemplo para el mundo. Los acuerdos de paz son precisamente para dejar la lucha armada y hacer política, y eso lo vamos a hacer", dijo Marín, en referencia a que el 1 de septiembre las FARC presentarán su partido político.
La extracción de las armas entregadas por 6.803 miembros de las FARC también implica un cambio en los 26 campamentos donde los ex guerrilleros están concentrados desde febrero, llamados hasta hoy Zonas Veredales Transitorias de Normalización (ZVTN).
A partir de ahora esos lugares pasarán a denominarse Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR), en los cuales los ex guerrilleros empezarán la fase de desmovilización.
En esos lugares los miembros de las FARC recibirán instrucción en diferentes programas académicos y tendrán atención psicosocial.
Santos dijo que el de hoy es "otro día histórico para el país", pues representa el final de la fase de desarme de las FARC, grupo con el que su Gobierno firmó un acuerdo de paz en noviembre del año pasado para acabar con una confrontación que empezó en 1964.
Delegados de la ONU pusieron dentro del último contenedor las armas que faltaban por guardar y el encargado de poner el candado fue el presidente Santos.
Los contenedores fueron subidos por una grúa a dos camiones, que iniciaron una travesía hacia Bogotá, a unos 930 kilómetros al suroeste.
Maniobras similares se cumplieron desde el pasado 31 de julio en los 26 campamentos donde están concentrados los ex guerrilleros, cuando la ONU empezó la extracción de las armas.
Todos los camiones se han dirigido desde entonces con los contenedores hasta Bogotá, donde las armas serán fundidas para la construcción de tres monumentos a la paz.
Las partes involucradas en la negociación decidieron que los monumentos se ubicarán en La Habana, sede del proceso de paz durante cuatro años, en algún lugar de Colombia y en la sede de la ONU en Nueva York.
Arnault señaló que en total las FARC entregaron 8.112 armas y que 1,3 millones de cartuchos fueron destruidos por el componente militar de la delegación de la ONU.
El delegado francés agradeció a las FARC porque además de entregar las armas en los campamentos, dio coordenadas precisas a la ONU para ubicar 873 "caletas" (escondites) donde guardaban armas y explosivos.
Según Arnault, la misión de verificación de la ONU ha almacenado las armas y explosivos que estaban en 510 de esas caletas. El contenido de los demás escondites se terminará de recoger antes del 1 de septiembre.
En esas "caletas" se han encontrado 795 armas, 293.803 municiones, 22 toneladas de explosivos, 25 kilómetros de cordón detonante, 3.957 granadas y 1.846 minas antipersonal, entre otros materiales bélicos.
"Esto demuestra que efectivamente es un proceso exhaustivo de dejación de armas y de todos los equipos militares de las FARC", dijo Arnault.
El presidente Santos catalogó como "el último suspiro de este conflicto" la retirada de los dos contenedores con armas y explosivos de ese campamento de las FARC.
"Comienza una fase nueva en la vida de nuestra nación donde todos tenemos que construir la paz (...) Es un punto de inflexión en nuestra historia. Las FARC acaban de desarmarse pero el resto de los colombianos tenemos que reconciliarnos mirando nuestras diferencias", dijo Santos.
Marín, considerado como el número dos de las FARC detrás de Rodrigo Londoño, dijo que su grupo cumplió la palabra de desarmarse y que ahora le corresponde al Estado respetar el acuerdo de paz.
El ex guerrillero, más conocido por su alias de "Iván Márquez", exigió al Gobierno que cumpla el compromiso de dar garantías de seguridad a los miembros de las FARC, a raíz del reciente asesinato de dos de sus integrantes de bajo rango.
"No más asesinatos políticos en un país donde se ha firmado un acuerdo de paz que hoy es ejemplo para el mundo. Los acuerdos de paz son precisamente para dejar la lucha armada y hacer política, y eso lo vamos a hacer", dijo Marín, en referencia a que el 1 de septiembre las FARC presentarán su partido político.
La extracción de las armas entregadas por 6.803 miembros de las FARC también implica un cambio en los 26 campamentos donde los ex guerrilleros están concentrados desde febrero, llamados hasta hoy Zonas Veredales Transitorias de Normalización (ZVTN).
A partir de ahora esos lugares pasarán a denominarse Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR), en los cuales los ex guerrilleros empezarán la fase de desmovilización.
En esos lugares los miembros de las FARC recibirán instrucción en diferentes programas académicos y tendrán atención psicosocial.
