Viejo conocido del certamen, el director de "La isla mínima" Alberto Rodríguez marcó un hito con la primera serie programada en la sección reina del Zinemaldia. Según explicó a dpa, a través de la Sevilla del siglo XVI amenazada por una plaga de peste dibuja "una metáfora" de nuestros días, marcados por otra crisis -la económica- como escenario en el que el ser humano puede mostrar lo mejor y lo peor.
Un casi desconocido Pablo Molinero protagoniza el debut de la plataforma Movistar+ con una producción propia, aunque a quien hoy buscaban los fans era a Paco León, que realiza un papel secundario. La trama gira en torno a un ex militar que es arrestado por la Inquisición mientras busca al hijo de un amigo. Para salvar su vida tendrá que resolver una serie de crímenes con tintes siniestros que están teniendo lugar en la ciudad.
Después, al calor de la polémica desatada por su cartel promocional, llegó el estreno de la esperada comedia española de Netflix "Fe de etarras", dirigida por el guionista de "Ocho apellidos vascos" Borja Cobeaga. Por si hacer humor con un comando de la banda que hace casi seis años abandonó la lucha armada no fuera suficiente osadía, la plataforma ha elegido como fecha de lanzamiento el próximo 12 de octubre, Día de la Hispanidad.
Controversias aparte, la crítica recibió hoy con aplausos la valentía de Cobeaga y su inseparable colaborador Diego San José. "Las redes sociales están permitiendo dogmatizar mucho y ser muy sectario", lamentó Cobeaga. "Todos los días hay una capacidad descomunal para rasgarse las vestiduras por algo", lamenta. Pero como afirmó San José, que cofirma el libreto, "la gran derrota sería perder la comedia, no Twitter".
En "Fe de etarras", el ganador de dos Goyas Javier Cámara da vida a un veterano de ETA decidido a demostrar que no es un cobarde. En el caluroso verano del Mundial de Sudáfrica, que Cobeaga definió como "el mayor ataque de españolidad del siglo", se ve confinado junto a otros tres rocambolescos compañeros -entre ellos el hilarante Julián López- en un piso franco de una ciudad de provincias a la espera de órdenes para llevar a cabo un atentado.
Finalmente, la carrera por la Concha de Oro acabó con la presentación de las dos últimas cintas a concurso: la alemana "Der Hauptmann", que supone el regreso a su país de Robert Schwenkte tras firmar dos entregas de la serie "Divergente", y la francesa "Le lion est mort ce soir", del cineasta japonés Nobuhiro Suwa ("M/Other"). No obstante, pese a que ambas fueron bien recibidas, ninguna desató pasiones.
Schwenkte se sirve del blanco y negro para retroceder a los últimos coletazos de la Segunda Guerra Mundial y contar una parte de ésta que, según afirmó, ha sido muy poco narrada en el cine: la historia de los desertores. Max Hubacher ("Tren de noche a Lisboa") da vida a un soldado nazi de 19 años que, tras abandonar filas, roba el uniforme de un capitán y acaba liderando a un grupo de desertores que saquean y matan allá por donde van.
Por su parte Suwa, afincado desde hace años en Francia, se sirve del legendario Jean-Pierre Léaud de "Los 400 golpes" para filmar toda una carta de amor a su profesión. El director retrata esta vez a un actor en horas bajas atrapado en un doloroso pasado que, mientras conversa con el fantasma de la mujer que amó, conoce a un grupo de niños que sueñan con hacer una película.
Concluye así esta 65 edición del Festival de San Sebastián por la que han pasado 18 títulos a concurso de los 25 que formaban la Sección Oficial. A mediodía, el jurado que preside John Malkovich se reunió como manda la tradición en el reputado restaurante Arzak para deliberar sobre un palmarés que el año pasado encumbró a la china "I Am Not Madame Bovary". La suerte, por tanto, está echada.
Si siguieran el criterio de la crítica, la Concha de Oro sería para la comedia estadounidense "The Disaster Artist", dirigida y protagonizada por un James Franco que se llevó la mayor ovación del certamen. Sin embargo, este filme que recrea el "making of" de la peor película de la historia del cine seguramente no necesite esa publicidad, y los festivales suelen ser amigos de premiar otro tipo de producciones.
Así, en el palmarés podría colarse el drama social enmarcado en Florida "Life And Nothing More", del español Antonio Méndez Esparza, o la rumana "Pororoca" (Constantin Popescu), sobre la deriva de un hombre tras la desaparición de su hija. Y también ha gustado la española "El autor" (Manuel Martín Cuenca), en la que un Javier Gutiérrez que ya alzó la Concha de Plata por "La isla mínima" se disputa el premio con James Franco.
Entre las actrices, las favoritas son la francesa Mélanie Thierry, que encarna a la escritora Marguerite Duras en el también aplaudido drama "La douleur", y la española Bárbara Lennie, desesperada por ser madre en la argentina "Una especie de familia" (Diego Lerman). Con todo, igualmente podría colarse en el palmarés "Alanis", el duro retrato de una prostituta (Sofía Gala) que firma la también argentina Anahí Berneri.
Un casi desconocido Pablo Molinero protagoniza el debut de la plataforma Movistar+ con una producción propia, aunque a quien hoy buscaban los fans era a Paco León, que realiza un papel secundario. La trama gira en torno a un ex militar que es arrestado por la Inquisición mientras busca al hijo de un amigo. Para salvar su vida tendrá que resolver una serie de crímenes con tintes siniestros que están teniendo lugar en la ciudad.
Después, al calor de la polémica desatada por su cartel promocional, llegó el estreno de la esperada comedia española de Netflix "Fe de etarras", dirigida por el guionista de "Ocho apellidos vascos" Borja Cobeaga. Por si hacer humor con un comando de la banda que hace casi seis años abandonó la lucha armada no fuera suficiente osadía, la plataforma ha elegido como fecha de lanzamiento el próximo 12 de octubre, Día de la Hispanidad.
Controversias aparte, la crítica recibió hoy con aplausos la valentía de Cobeaga y su inseparable colaborador Diego San José. "Las redes sociales están permitiendo dogmatizar mucho y ser muy sectario", lamentó Cobeaga. "Todos los días hay una capacidad descomunal para rasgarse las vestiduras por algo", lamenta. Pero como afirmó San José, que cofirma el libreto, "la gran derrota sería perder la comedia, no Twitter".
En "Fe de etarras", el ganador de dos Goyas Javier Cámara da vida a un veterano de ETA decidido a demostrar que no es un cobarde. En el caluroso verano del Mundial de Sudáfrica, que Cobeaga definió como "el mayor ataque de españolidad del siglo", se ve confinado junto a otros tres rocambolescos compañeros -entre ellos el hilarante Julián López- en un piso franco de una ciudad de provincias a la espera de órdenes para llevar a cabo un atentado.
Finalmente, la carrera por la Concha de Oro acabó con la presentación de las dos últimas cintas a concurso: la alemana "Der Hauptmann", que supone el regreso a su país de Robert Schwenkte tras firmar dos entregas de la serie "Divergente", y la francesa "Le lion est mort ce soir", del cineasta japonés Nobuhiro Suwa ("M/Other"). No obstante, pese a que ambas fueron bien recibidas, ninguna desató pasiones.
Schwenkte se sirve del blanco y negro para retroceder a los últimos coletazos de la Segunda Guerra Mundial y contar una parte de ésta que, según afirmó, ha sido muy poco narrada en el cine: la historia de los desertores. Max Hubacher ("Tren de noche a Lisboa") da vida a un soldado nazi de 19 años que, tras abandonar filas, roba el uniforme de un capitán y acaba liderando a un grupo de desertores que saquean y matan allá por donde van.
Por su parte Suwa, afincado desde hace años en Francia, se sirve del legendario Jean-Pierre Léaud de "Los 400 golpes" para filmar toda una carta de amor a su profesión. El director retrata esta vez a un actor en horas bajas atrapado en un doloroso pasado que, mientras conversa con el fantasma de la mujer que amó, conoce a un grupo de niños que sueñan con hacer una película.
Concluye así esta 65 edición del Festival de San Sebastián por la que han pasado 18 títulos a concurso de los 25 que formaban la Sección Oficial. A mediodía, el jurado que preside John Malkovich se reunió como manda la tradición en el reputado restaurante Arzak para deliberar sobre un palmarés que el año pasado encumbró a la china "I Am Not Madame Bovary". La suerte, por tanto, está echada.
Si siguieran el criterio de la crítica, la Concha de Oro sería para la comedia estadounidense "The Disaster Artist", dirigida y protagonizada por un James Franco que se llevó la mayor ovación del certamen. Sin embargo, este filme que recrea el "making of" de la peor película de la historia del cine seguramente no necesite esa publicidad, y los festivales suelen ser amigos de premiar otro tipo de producciones.
Así, en el palmarés podría colarse el drama social enmarcado en Florida "Life And Nothing More", del español Antonio Méndez Esparza, o la rumana "Pororoca" (Constantin Popescu), sobre la deriva de un hombre tras la desaparición de su hija. Y también ha gustado la española "El autor" (Manuel Martín Cuenca), en la que un Javier Gutiérrez que ya alzó la Concha de Plata por "La isla mínima" se disputa el premio con James Franco.
Entre las actrices, las favoritas son la francesa Mélanie Thierry, que encarna a la escritora Marguerite Duras en el también aplaudido drama "La douleur", y la española Bárbara Lennie, desesperada por ser madre en la argentina "Una especie de familia" (Diego Lerman). Con todo, igualmente podría colarse en el palmarés "Alanis", el duro retrato de una prostituta (Sofía Gala) que firma la también argentina Anahí Berneri.