"Es un momento muy simbólico para Grecia. Después de tantos años de sacrificio del pueblo griego, el país recoge al fin el fruto de sus esfuerzos", dijo el comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici.
Grecia "está ahora lista" para "pasar la página de la austeridad y abrir un nuevo capítulo de crecimiento, de inversión y de empleo", agregó.
El procedimiento por déficit excesivo permite a la Comisión Europea poner bajo vigilancia a los países que no respetan los criterios de convergencia de la zona euro y, en teoría, puede multarlos, algo que hasta ahora nunca ha ocurrido.
Grecia, cuyo déficit superó durante varios años por mucho el límite del 3% del Producto Interior Bruto (PIB) fijado por los tratados europeos, fue puesta bajo procedimiento por déficit excesivo en 2009.
Pero el país, gracias a importantes reformas, logró en 2016 un excedente presupuestario de 0,7% del PIB, según los últimos datos de la UE.
La Comisión Europea decidió por lo tanto el miércoles "recomendar el cierre" del procedimiento a los 28 ministros europeos de Finanzas, que deberán validarlo oficialmente tras las vacaciones del verano boreal.
Esta decisión, muy esperada, "confirma que la economía griega regresa a la normalidad europea" y "restablece la confianza perdida", reaccionó el entorno del primer ministro griego, Alexis Tsipras.
Es "otra señal positiva de la estabilidad financiera y de la reactivación económica en el país", afirmó el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis.
El anuncio de la Comisión llega poco después del acuerdo entre los acreedores de Grecia -Eurozona y Fondo Monetario Internacional (FMI)— para reactivar el plan de rescate de 86.000 millones de euros pactado con Atenas en julio de 2015.
El rescate, que proseguirá hasta agosto de 2018, debe permitir a Grecia pagar al menos una parte de su deuda colosal, que alcanza casi el 180% de su PIB.
Tras varios meses de negociaciones, se desbloqueó un nuevo tramo de préstamos por valor de 8.500 millones de euros, que debe servir principalmente para rembolsar las obligaciones del Estado que vencen a mediados de julio.
Sin embargo, el gobierno de izquierda de Alexis Tsipras no logró la reestructuración de la deuda que había solicitado, y los acreedores la dejaron para el final del programa actual por la presión principalmente de Alemania.
Grecia, que sólo se mantiene a flote gracias a los préstamos internacionales, espera mientras tanto poder regresar próximamente a los mercados de deuda, del que está ausente desde el estallido de la crisis de la deuda en 2010, con la excepción de dos incursiones de prueba relativamente exitosas en 2014.
"Invito a Grecia a sacar provecho de los logros realizados y a continuar reforzando la confianza en su economía, importante para preparar su retorno a los mercados financieros", insistió Dombrovskis.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, viajará el jueves a Salónica, en el noreste de Grecia, para dar un discurso y reunirse con el primer ministro Tsipras.
Grecia "está ahora lista" para "pasar la página de la austeridad y abrir un nuevo capítulo de crecimiento, de inversión y de empleo", agregó.
El procedimiento por déficit excesivo permite a la Comisión Europea poner bajo vigilancia a los países que no respetan los criterios de convergencia de la zona euro y, en teoría, puede multarlos, algo que hasta ahora nunca ha ocurrido.
Grecia, cuyo déficit superó durante varios años por mucho el límite del 3% del Producto Interior Bruto (PIB) fijado por los tratados europeos, fue puesta bajo procedimiento por déficit excesivo en 2009.
Pero el país, gracias a importantes reformas, logró en 2016 un excedente presupuestario de 0,7% del PIB, según los últimos datos de la UE.
La Comisión Europea decidió por lo tanto el miércoles "recomendar el cierre" del procedimiento a los 28 ministros europeos de Finanzas, que deberán validarlo oficialmente tras las vacaciones del verano boreal.
Esta decisión, muy esperada, "confirma que la economía griega regresa a la normalidad europea" y "restablece la confianza perdida", reaccionó el entorno del primer ministro griego, Alexis Tsipras.
Es "otra señal positiva de la estabilidad financiera y de la reactivación económica en el país", afirmó el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis.
- 'Reforzar la confianza' -
El anuncio de la Comisión llega poco después del acuerdo entre los acreedores de Grecia -Eurozona y Fondo Monetario Internacional (FMI)— para reactivar el plan de rescate de 86.000 millones de euros pactado con Atenas en julio de 2015.
El rescate, que proseguirá hasta agosto de 2018, debe permitir a Grecia pagar al menos una parte de su deuda colosal, que alcanza casi el 180% de su PIB.
Tras varios meses de negociaciones, se desbloqueó un nuevo tramo de préstamos por valor de 8.500 millones de euros, que debe servir principalmente para rembolsar las obligaciones del Estado que vencen a mediados de julio.
Sin embargo, el gobierno de izquierda de Alexis Tsipras no logró la reestructuración de la deuda que había solicitado, y los acreedores la dejaron para el final del programa actual por la presión principalmente de Alemania.
Grecia, que sólo se mantiene a flote gracias a los préstamos internacionales, espera mientras tanto poder regresar próximamente a los mercados de deuda, del que está ausente desde el estallido de la crisis de la deuda en 2010, con la excepción de dos incursiones de prueba relativamente exitosas en 2014.
"Invito a Grecia a sacar provecho de los logros realizados y a continuar reforzando la confianza en su economía, importante para preparar su retorno a los mercados financieros", insistió Dombrovskis.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, viajará el jueves a Salónica, en el noreste de Grecia, para dar un discurso y reunirse con el primer ministro Tsipras.