Será la primera retrospectiva de esta gran artista brasileña en Estados Unidos, con decenas de pinturas, esculturas, grabados, cortometrajes, fotografías, instalaciones y performances.
Durante sus cinco décadas de carrera, Pape combinó la abstracción geométrica con nociones de cuerpo, tiempo y espacio para acercar los objetos artísticos a la vida real.
Arrancó con el Grupo Frente, un colectivo de artistas fascinados con las formas geométricas y los colores puros. En 1959 se alejó y fundó en Rio de Janeiro, con colegas como Helio Oiticica y Lygia Clark, el neoconcretismo brasileño, que se centró en la abstracción geométrica pero hizo hincapié en la experimentación, el proceso y la interacción visual.
"Era una artista muy concentrada en la experimentación con legados de la vanguardia europea, en particular con el vocabulario abstracto del arte geométrico, pero también con la idea de aplicarlo a un nuevo concepto, que era el Brasil de la posguerra y luego durante la larga y dolorosa dictadura (1964-1985)", explicó a la AFP la española Iria Candela, curadora de la exposición.
Pape "se enfrenta al desafío de la forma, y luego se enfrenta al desafío de la situación política en su país", afirmó.
Con la llegada de la dictadura brasileña, Pape sale a la calle para reflejar la experiencia viva, del cuerpo, de la subjetividad en la obra artística.
En Divisor (1968), por ejemplo, decenas de personas desfilaron por Rio cubiertas por una enorme tela blanca -solo asomaban las cabezas por unos pequeños agujeros- en un cuerpo colectivo con reminiscencias del Carnaval pero también de la vigilancia militar del espacio público.
La primera performance pública de Divisor tuvo lugar en 1967 con niños de la favela da Cabeça, y fue filmada por la propia Pape. El museo prevé recrearla el próximo sábado, en un trayecto de unas ocho cuadras desde el Museo Metropolitano hasta su filial Met Breuer.
Pape "estaba muy interesada en explorar todas las áreas, por ejemplo de su ciudad de Rio de Janeiro, y de conectar con las personas y sus maneras de vivir. Fue la primera en llevar a estudiantes de arquitectura a las favelas (específicamente a la favela da Maré) para estudiar su modo de vida y formas de construcción precaria. A través de su vida se ve la voluntad de conectar el arte a la vida real", dijo la curadora.
En "Roda dos Prazeres" (Rueda de los Placeres), una escultura interactiva y multisensorial que Pape montó por primera vez en la playa de Barra da Tijuca en 1967, los participantes son invitados a saborear líquidos de colores básicos -verde, azul, rojo, amarillo- de sorprendentes sabores (anís, vinagre, café, sal, banana) en una ronda de boles blancos.
La escultura ha sido recreada en el Met, donde asistentes explican cómo probar los líquidos con los goteros sin "contaminar" el resto del bol.
En el final de su vida, su obra se fue haciendo cada vez más brasileña sin perder en universalidad, como muestran sus series Tupinambá.
En la exposición hay una de ellas, "Banquete tupinambá" (2000): una mesa y dos sillas de estilo europeo, totalmente recubiertas de plumas rojas como las de los ibis y papagayos utilizadas por las tribus tupí de la costa brasileña masacradas durante la colonización portuguesa.
Y sobre la mesa, como servido para el almuerzo, un seno desnudo que parece real. Una referencia al canibalismo de los tupí pero también al Manifiesto Antropófago del poeta brasileño Oswald de Andrade (1928), que reafirma la identidad brasileña que devora influencias externas para crear una cultura propia.
"Una multitud de formas" se exhibirá hasta el 23 de julio. Pape es la primera gran artista latinoamericana en ser escogida para una exposición en el Met Breur, en parte porque el edificio diseñado por Marcel Breuer "se relaciona intensamente" con la estética de Pape, según la curadora.
Durante sus cinco décadas de carrera, Pape combinó la abstracción geométrica con nociones de cuerpo, tiempo y espacio para acercar los objetos artísticos a la vida real.
Arrancó con el Grupo Frente, un colectivo de artistas fascinados con las formas geométricas y los colores puros. En 1959 se alejó y fundó en Rio de Janeiro, con colegas como Helio Oiticica y Lygia Clark, el neoconcretismo brasileño, que se centró en la abstracción geométrica pero hizo hincapié en la experimentación, el proceso y la interacción visual.
- Forma y política: doble desafío -
"Era una artista muy concentrada en la experimentación con legados de la vanguardia europea, en particular con el vocabulario abstracto del arte geométrico, pero también con la idea de aplicarlo a un nuevo concepto, que era el Brasil de la posguerra y luego durante la larga y dolorosa dictadura (1964-1985)", explicó a la AFP la española Iria Candela, curadora de la exposición.
Pape "se enfrenta al desafío de la forma, y luego se enfrenta al desafío de la situación política en su país", afirmó.
Con la llegada de la dictadura brasileña, Pape sale a la calle para reflejar la experiencia viva, del cuerpo, de la subjetividad en la obra artística.
En Divisor (1968), por ejemplo, decenas de personas desfilaron por Rio cubiertas por una enorme tela blanca -solo asomaban las cabezas por unos pequeños agujeros- en un cuerpo colectivo con reminiscencias del Carnaval pero también de la vigilancia militar del espacio público.
La primera performance pública de Divisor tuvo lugar en 1967 con niños de la favela da Cabeça, y fue filmada por la propia Pape. El museo prevé recrearla el próximo sábado, en un trayecto de unas ocho cuadras desde el Museo Metropolitano hasta su filial Met Breuer.
Pape "estaba muy interesada en explorar todas las áreas, por ejemplo de su ciudad de Rio de Janeiro, y de conectar con las personas y sus maneras de vivir. Fue la primera en llevar a estudiantes de arquitectura a las favelas (específicamente a la favela da Maré) para estudiar su modo de vida y formas de construcción precaria. A través de su vida se ve la voluntad de conectar el arte a la vida real", dijo la curadora.
En "Roda dos Prazeres" (Rueda de los Placeres), una escultura interactiva y multisensorial que Pape montó por primera vez en la playa de Barra da Tijuca en 1967, los participantes son invitados a saborear líquidos de colores básicos -verde, azul, rojo, amarillo- de sorprendentes sabores (anís, vinagre, café, sal, banana) en una ronda de boles blancos.
La escultura ha sido recreada en el Met, donde asistentes explican cómo probar los líquidos con los goteros sin "contaminar" el resto del bol.
- Un seno para el almuerzo -
En el final de su vida, su obra se fue haciendo cada vez más brasileña sin perder en universalidad, como muestran sus series Tupinambá.
En la exposición hay una de ellas, "Banquete tupinambá" (2000): una mesa y dos sillas de estilo europeo, totalmente recubiertas de plumas rojas como las de los ibis y papagayos utilizadas por las tribus tupí de la costa brasileña masacradas durante la colonización portuguesa.
Y sobre la mesa, como servido para el almuerzo, un seno desnudo que parece real. Una referencia al canibalismo de los tupí pero también al Manifiesto Antropófago del poeta brasileño Oswald de Andrade (1928), que reafirma la identidad brasileña que devora influencias externas para crear una cultura propia.
"Una multitud de formas" se exhibirá hasta el 23 de julio. Pape es la primera gran artista latinoamericana en ser escogida para una exposición en el Met Breur, en parte porque el edificio diseñado por Marcel Breuer "se relaciona intensamente" con la estética de Pape, según la curadora.