El domingo, la aviación de la coalición árabe encabezada por Arabia Saudita lanzó una nueva serie de ataques aéreos contra posiciones de los rebeldes chiitas hutíes, lo que confirma el fracaso de la ONU a la hora de instaurar una tregua en esta guerra iniciada en marzo.
La coalición bombardeó a los rebeldes en Saada, su bastión en el norte del país, al sur de la capital Saná, en la provincia de Amran, más al norte, y en la provincia meridional de Lahj (sur), indicaron testigos.
Los aviones también atacaron una base militar en el sur de la capital.
Los hutíes, apoyados por unidades militares fieles al expresidente Alí Abadalá Saleh, se han hecho con el control de extensas regiones de Yemen a raíz de la ofensiva que lanzaron en julio de 2014.
Su avance los llevó a Adén (sur), la segunda ciudad del país, forzando la huida del presidente Abd Rabo Mansur Hadi a Riad.
Arabia Saudita inició el 26 de marzo su campaña de bombardeos para impedir que los hutíes se adueñaran de todo el país, y también para evitar que Irán, al que acusa de apoyar a los rebeldes, extienda su influencia en la región.
Las fuerzas terrestres gubernamentales y los rebeldes chiitas seguían enfrentándose este domingo en varias regiones del país.
"Los rebeldes intentan desalojar a los adversarios de varios barrios del norte de Taez (oeste)", contó una habitante.
Bloquearon los accesos a la ciudad, impidiendo la entrada de la asistencia humanitaria, y no dejan de enviar refuerzos militares, según varios testigos.
También enviaron refuerzos a Mareb, al este de la capital, y en la provincia de Chabwa (sur).
En Haban, en el norte de esa provincia, violentos combates opusieron durante tres días a los hutíes con las fuerzas de la "resistencia" progubernamental, que sufrieron 21 bajas mortales en sus filas y perdieron el contacto con 36 soldados, según un comunicado del ejército.
En Adén, las fuerzas del gobierno reconquistaron el domingo la zona de Ras Amran, en la entrada oeste de la ciudad portuaria, tras duros enfrentamientos, dijo un general pro-Hadi, Fadhl Hasan, a la AFP.
Dos civiles murieron y 56 resultaron heridos desde el viernes en esa ciudad por disparos rebeldes, según un responsable sanitario.