Stephen Costello y Ailyn Pérez,
La joven pareja -ella, de origen mexicano, nació en 1979, él en 1981- lo tiene todo para convertirse en el nuevo dúo de estrellas de la ópera: atractivo, simpatía y, sobre todo, talento.
Ambos ganaron el prestigioso Premio Richard Tucker, que reconoce la trayectoria artística de los cantantes estadounidenses, y ya ha distinguido a artistas como Renee Fleming, Deborah Voigt, Jennifer Larmore y Joyce DiDonato.
A partir de este sábado, el tenor y la soprano estarán en el Dorothy Chandler Pavilion, sede de la Ópera de Los Ángeles, con el clásico de Giacomo Puccini "La Boheme", en una puesta en escena del cineasta estadounidense Herbert Ross.
Desde los años 1990, cuando aparecieron, los "Bonnie and Clyde" de la ópera, el tenor francés Roberto Alagna y la soprano rumana Angela Gheorghiu, casados incluso en la Metropolitan Opera de Nueva York, cautivaron al mundo lírico.
Ahora, con el brillo del dúo un poco desvanecido (estaban en proceso de divorcio pero recientemente volvieron a juntarse), Costello y Pérez lo tienen todo para tomar el relevo como romántica pareja dentro y fuera del escenario. Pero al contrario que sus predecesores, no son totalmente inseparables.
"Nos encanta cantar juntos, pero nunca vamos a presionar a un teatro para que nos contraten a los dos al mismo tiempo", dijo Costello a la AFP.
¿La razón? "No se puede realmente crecer artísticamente cantando juntos todo el tiempo", dijo. "Se aprende más viendo a otros cantantes, viendo cómo otra gente aborda las cosas".
"No estamos en una relación exclusiva, donde se diría 'No hacemos nada sin el otro'", añadió Pérez, nacida en Chicago de padres mexicanos.
También evitan la rivalidad en el seno de la pareja, promoviendo que cada uno viva sus propias experiencias enriquecedoras.
"Ella cantó en una producción con Daniel Barenboim y Plácido Domingo. Yo nunca canté con ellos, pero canté en el Met (de Nueva York) y ella no", observó el tenor. "Creo que como todas las parejas, nos apoyamos mutuamente en lo que hacemos".
"La prioridad es nosotros. La carrera es secundaria", agregó Pérez.
Casados desde hace cuatro años, el tenor y la soprano se conocieron en la Academia de Artes Vocales de Filadelfia (Pensilvania, este), una de las escuelas de canto más prestigiosas de Estados Unidos.
Ninguno de ellos tenía padres musicales y nada los predestinaba a una carrera musical. "Yo canto gracias a las clases de música en la primaria" y luego en la secundaria, dijo Pérez, primera hispana en ganar el Premio Richard Tucker.
"Los dos salimos de la educación pública", dijo Costello. "Yo no habría hecho esta carrera si no hubieran existido las clases de música que teníamos en la escuela".
Estos programas suelen ser las primeras víctimas en tiempos de crisis y recortes presupuestarios. "Hoy en día, muchas escuelas cancelan sus clases de música, y es realmente una vergüenza", afirmó el tenor.
Después del éxito el pasado invierno boreal en el Covent Garden de Londres con "La Traviata", la pareja está entusiasmada con protagonizar "La Boheme" en Los Ángeles, que será cantada en italiano con subtítulos en inglés.
Pérez reconoce sentir un poco de presión, pero "cuando se es tenor y soprano, todos los papeles ya tienen una larga historia. Estamos acostumbrados a la presión".
Ambos ganaron el prestigioso Premio Richard Tucker, que reconoce la trayectoria artística de los cantantes estadounidenses, y ya ha distinguido a artistas como Renee Fleming, Deborah Voigt, Jennifer Larmore y Joyce DiDonato.
A partir de este sábado, el tenor y la soprano estarán en el Dorothy Chandler Pavilion, sede de la Ópera de Los Ángeles, con el clásico de Giacomo Puccini "La Boheme", en una puesta en escena del cineasta estadounidense Herbert Ross.
Desde los años 1990, cuando aparecieron, los "Bonnie and Clyde" de la ópera, el tenor francés Roberto Alagna y la soprano rumana Angela Gheorghiu, casados incluso en la Metropolitan Opera de Nueva York, cautivaron al mundo lírico.
Ahora, con el brillo del dúo un poco desvanecido (estaban en proceso de divorcio pero recientemente volvieron a juntarse), Costello y Pérez lo tienen todo para tomar el relevo como romántica pareja dentro y fuera del escenario. Pero al contrario que sus predecesores, no son totalmente inseparables.
"Nos encanta cantar juntos, pero nunca vamos a presionar a un teatro para que nos contraten a los dos al mismo tiempo", dijo Costello a la AFP.
¿La razón? "No se puede realmente crecer artísticamente cantando juntos todo el tiempo", dijo. "Se aprende más viendo a otros cantantes, viendo cómo otra gente aborda las cosas".
"No estamos en una relación exclusiva, donde se diría 'No hacemos nada sin el otro'", añadió Pérez, nacida en Chicago de padres mexicanos.
También evitan la rivalidad en el seno de la pareja, promoviendo que cada uno viva sus propias experiencias enriquecedoras.
"Ella cantó en una producción con Daniel Barenboim y Plácido Domingo. Yo nunca canté con ellos, pero canté en el Met (de Nueva York) y ella no", observó el tenor. "Creo que como todas las parejas, nos apoyamos mutuamente en lo que hacemos".
"La prioridad es nosotros. La carrera es secundaria", agregó Pérez.
Casados desde hace cuatro años, el tenor y la soprano se conocieron en la Academia de Artes Vocales de Filadelfia (Pensilvania, este), una de las escuelas de canto más prestigiosas de Estados Unidos.
Ninguno de ellos tenía padres musicales y nada los predestinaba a una carrera musical. "Yo canto gracias a las clases de música en la primaria" y luego en la secundaria, dijo Pérez, primera hispana en ganar el Premio Richard Tucker.
"Los dos salimos de la educación pública", dijo Costello. "Yo no habría hecho esta carrera si no hubieran existido las clases de música que teníamos en la escuela".
Estos programas suelen ser las primeras víctimas en tiempos de crisis y recortes presupuestarios. "Hoy en día, muchas escuelas cancelan sus clases de música, y es realmente una vergüenza", afirmó el tenor.
Después del éxito el pasado invierno boreal en el Covent Garden de Londres con "La Traviata", la pareja está entusiasmada con protagonizar "La Boheme" en Los Ángeles, que será cantada en italiano con subtítulos en inglés.
Pérez reconoce sentir un poco de presión, pero "cuando se es tenor y soprano, todos los papeles ya tienen una larga historia. Estamos acostumbrados a la presión".