"La prioridad del cine italiano es narrar la crisis del país"


Director de cine italiano, sus películas son atípicas, aunque cortadas por un mismo patrón: un protagonista solitario y una maestría única para conjugar imágenes y música



"La prioridad del cine italiano es narrar la crisis del país"

«La prioridad del cine italiano es narrar la crisis del país »
Paolo Sorrentino destripa la corrupción del poder en Il Divo, un retrato de Andreotti. - Gettyimages
ISABEL REPISO - Madrid - 14/12/2008 08:00

Paolo Sorrentino (Nápoles, 1970) es un hombre atípico. Para ser meridional tiene una escrupulosa noción del tiempo, más propia de un reloj suizo que de un director en promoción.
Sus películas también son atípicas, aunque cortadas por un mismo patrón: un protagonista solitario y una maestría única para conjugar imágenes y música. Con el premio del jurado de Cannes llega a las salas españolas Il divo, un retrato del senador vitalicio Giulio Andreotti y una lograda metáfora del poder político.
«La película es universal porque el poder está por todas partes»
Esta es su cuarta película, ¿qué diferencias hay entre Il divo y sus anteriores?
Creo que he mejorado mucho, sobre todo en el aspecto técnico; aunque el mayor salto lo di entre la primera y la segunda película. En Il divo hay una atención obsesiva por la técnica, porque entendí que podía ser de gran ayuda en un tema que amenazaba con ser complicado. A los directores se les debería exigir siempre una cosa: producir imágenes.
Los hombres que retrata sufren de migraña o insomnio. ¿Hay un precio para quien ejerce el poder?
«Los actores de teatro están más entrenados en el sacrificio»
Sí, desde luego. La soledad es un precio que se paga ejerciendo el poder a todos los niveles porque el poder transforma las relaciones con las personas: de horizontales a verticales. Por lo tanto, la amistad se convierte en una especie de sueño inalcanzable. Y cuando esto sucede, la soledad acompaña.
Il divo retrata a Andreotti a través de Roma; como la arquitectura fascista de Latina retrataba a El amigo de familia y Suiza al protagonista de Las consecuencias del amor. ¿Las localizaciones definen?
Sí. A veces las localizaciones protagonizan la película junto con los personajes. Los lugares escogidos cuentan sentimientos, además de constituir escenografías. Roma está cargada de monumentalidad, lo que implica poder.
El protagonista de Il divo dice que hay que hacer el mal para instaurar el bien. ¿Estamos, como sugería el Cándido de Voltaire, en el mejor de los mundos posibles?
No. Por lo que a mí respecta, espero que exista otro mundo que aún desconocemos.
¿Cree que Gomorra e Il Divo contribuyen a formar una nueva épica italiana?
Sí. En Italia hay una serie de tensiones y problemas muy vistosos y contradictorios, y el cine los debe narrar; no como crónica, porque esto le corresponde a la televisión y a los informativos. Los debe narrar inventándolos. Es una prioridad para el cine italiano, narrar la crisis del país.
Una prioridad reciente
Ahora se ha evidenciado con mucha resonancia.
¿Se puede interpretar Il divo como un retrato no sólo de Andreotti sino de las vísceras de las democracias occidentales?
Sí, hay un significado metafórico del concepto del poder. Por esto me resisto a pensar que estemos en el mejor de los mundos posibles, porque donde se dan determinadas historias de poder automáticamente tiene lugar la corrupción de ese poder y las cosas no funcionan. La película es universal porque el poder está por todas partes y en todas partes se corrompe.
Con respecto al reparto de sus películas, ha dirigido a experimentados actores que han trabajado con Pasolini (Giacomo Rizzo) y a gente, como Toni Servillo, que procede del teatro. ¿Por qué?
Creo que los actores de teatro son mejores y que están más entrenados en el sacrificio y en el trabajo de grupo. No son sólo prestadores de un servicio, como a veces sucede con el actor puro de cine Por eso elijo a los del teatro. Luego, busco caras insólitas y reales, y también esto lo encuentro más en actores teatrales que en los de cine.
Suele echar mano de la voz en off, ¿por qué?
No la he usado en todas mis películas pero es cierto que me gusta usarla. Con todo, recurrir a la voz en off no es tan fácil como parece. Es un instrumento muy peligroso porque puede parecer banal. Pero si se adivinan las palabras adecuadas, es una herramienta muy potente.
¿Le veremos algún día hacer una película coral?
Todo es posible pero prefiero un protagonista central porque narrar la psicología de un personaje requiere espacio y tiempo.
Lunes, 15 de Diciembre 2008
Público, España
           


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