Un comunicado de la NASA describió el planeta como "un mundo complejo, gigantesco y turbulento" que es muy diferente de lo que pensaban los científicos.
Dos artículos en la revista Science y 44 en Geophysical Research Letters describen un tesoro de descubrimientos desde que Juno comenzó a orbitar Júpiter en julio pasado.
"Sabíamos que Júpiter nos lanzaría algunas sorpresas", dijo Scott Bolton, investigador principal de Juno del Southwest Research Institute en San Antonio, Texas. "Hay tantas cosas pasando que no esperábamos tener que dar un paso atrás y repensar a Júpiter como algo completamente nuevo".
Una mirada a los polos del planeta ha demostrado que están cubiertos con decenas de tormentas densamente agrupadas, posiblemente dejando caer granizo o nieve.
Las imágenes de los polos, nunca antes vistos, "muestran las masas brillantes de forma ovalada que son significativamente diferentes de lo que se ha podido observar en los polos de Saturno", detalló uno de los estudios de la revista Science.
Estos óvalos son enormes tormentas, algunas de las cuales miden hasta 1.400 kilómetros de diámetro.
Ahora se necesitan más estudios para entender mejor la naturaleza de las tormentas de Júpiter, y por qué el planeta actúa de esta manera.
La sonda Juno despegó en 2011 e hizo su primera gira alrededor de Júpiter el 27 de agosto de 2016. La misión está programada para terminar en febrero de 2018, cuando se autodestruirá al bucear en la atmósfera del planeta.
El proyecto, con una inversión de 1.100 millones de dólares, tiene como objetivo mirar por debajo de las nubes de Júpiter por primera vez para saber más sobre la atmósfera del planeta y cuánta agua contiene.
El 11 de julio "volaremos directamente sobre uno de los rasgos más emblemáticos de todo el Sistema Solar: la Gran Mancha Roja de Júpiter", anunció Bolton. "Si alguien va a llegar al fondo de lo que está sucediendo por debajo de esas gigantescas y arremolinadas nubes carmesí, es Juno y sus penetrantes instrumentos científicos".
Dos artículos en la revista Science y 44 en Geophysical Research Letters describen un tesoro de descubrimientos desde que Juno comenzó a orbitar Júpiter en julio pasado.
"Sabíamos que Júpiter nos lanzaría algunas sorpresas", dijo Scott Bolton, investigador principal de Juno del Southwest Research Institute en San Antonio, Texas. "Hay tantas cosas pasando que no esperábamos tener que dar un paso atrás y repensar a Júpiter como algo completamente nuevo".
Una mirada a los polos del planeta ha demostrado que están cubiertos con decenas de tormentas densamente agrupadas, posiblemente dejando caer granizo o nieve.
Las imágenes de los polos, nunca antes vistos, "muestran las masas brillantes de forma ovalada que son significativamente diferentes de lo que se ha podido observar en los polos de Saturno", detalló uno de los estudios de la revista Science.
Estos óvalos son enormes tormentas, algunas de las cuales miden hasta 1.400 kilómetros de diámetro.
Ahora se necesitan más estudios para entender mejor la naturaleza de las tormentas de Júpiter, y por qué el planeta actúa de esta manera.
La sonda Juno despegó en 2011 e hizo su primera gira alrededor de Júpiter el 27 de agosto de 2016. La misión está programada para terminar en febrero de 2018, cuando se autodestruirá al bucear en la atmósfera del planeta.
El proyecto, con una inversión de 1.100 millones de dólares, tiene como objetivo mirar por debajo de las nubes de Júpiter por primera vez para saber más sobre la atmósfera del planeta y cuánta agua contiene.
El 11 de julio "volaremos directamente sobre uno de los rasgos más emblemáticos de todo el Sistema Solar: la Gran Mancha Roja de Júpiter", anunció Bolton. "Si alguien va a llegar al fondo de lo que está sucediendo por debajo de esas gigantescas y arremolinadas nubes carmesí, es Juno y sus penetrantes instrumentos científicos".