La presentación del partido tendrá lugar en un acto político-cultural en la Plaza de Bolívar, en el centro histórico de Bogotá, como epílogo de un congreso que empezó el domingo pasado para discutir temas como el nombre, los estatutos y los directivos de la nueva formación.
El máximo líder de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), Rodrigo Londoño, presentó en el congreso un sondeo que él mismo promovió en las redes sociales para escoger el nombre del partido.
La opción más votada fue la de Partido Nueva Colombia frente a otras alternativas como Esperanza del Pueblo, FARC y Nuevo Partido.
El grupo ex guerrillero también debe decidir en el marco del congreso fundacional del partido quiénes serán los dirigentes que lo representarán en el Parlamento de cara a las elecciones del próximo año.
Según uno de los acuerdos suscritos por el Gobierno y las FARC, el grupo tendrá en el periodo legislativo de 2018-2022 una representación de 10 congresistas, cinco en el Senado y cinco en la Cámara de Representantes.
Como mínimo, esa representación se mantendrá en el periodo 2022-2026, pero puede ser mayor de acuerdo con los votos obtenidos por las listas de ese partido. A partir de los comicios parlamentarios de 2026, la colectividad que representa a las FARC ya no tendrá beneficios y deberá luchar codo a codo y en igualdad de condiciones con los demás partidos.
En opinión del ex guerrillero y ahora reputado analista político León Valencia, el partido de las FARC entrará en escena con un notable punto de inicio representado en esos 10 escaños en el Congreso. El Senado colombiano tiene 102 bancas y la Cámara de Representantes tiene 166.
Sin embargo, Valencia considera que la principal dificultad de ese partido será convencer a los electores a raíz de la elevada impopularidad del grupo tras medio siglo de actividad guerrillera.
"¿Cómo le irá a las FARC? Depende de las decisiones que tomen las mismas FARC. Si se constituyen en un partido amplio, incluyente, si piensan en el futuro, en la población urbana, en alianzas políticas, pueden convertirse en una fuerza importante", señaló Valencia.
Un punto de partida importante, de acuerdo con el analista, será la representación en el Congreso pocos meses después del desarme del grupo y la posibilidad de competir en 2019 en los comicios regionales para elegir a gobernadores, alcaldes y concejales.
"Pueden convertirse en el principal partido de la izquierda colombiana. Eso ya es un logro enorme. Pero hay una soledad enorme de las FARC, hay una dificultad en otras fuerzas políticas para buscarlos como aliados, hay dificultades en la opinión pública para aceptar a las FARC", agregó Valencia.
Al instalar el congreso fundacional del partido, Londoño afirmó que la futura formación, de orientación izquierdista y bolivariana, no será dogmática ni sectaria y rivalizará con sus contradictores "sin soberbia y con respeto".
Según Valencia, esos propósitos de las FARC son valiosos en la fase del posconflicto para tratar de sanar las heridas generadas por una guerra interna que desangró al país con más de de 230.000 muertos, cerca de seis millones de desplazados y unos 80.000 desaparecidos.
"Les toca actuar con humildad, mirar hacia la opinión pública, donde tienen un saldo rojo enorme. Tienen que congraciarse con el país después de una larga lucha que ha dejado tanto dolor", afirmó.
El experto señaló que las FARC deben dar ejemplo a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), grupo del que fue uno de sus jefes y se retiró hace varios años para dedicarse al análisis político. Esa organización negocia un acuerdo de paz con el Gobierno desde febrero pasado.
El máximo líder de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), Rodrigo Londoño, presentó en el congreso un sondeo que él mismo promovió en las redes sociales para escoger el nombre del partido.
La opción más votada fue la de Partido Nueva Colombia frente a otras alternativas como Esperanza del Pueblo, FARC y Nuevo Partido.
El grupo ex guerrillero también debe decidir en el marco del congreso fundacional del partido quiénes serán los dirigentes que lo representarán en el Parlamento de cara a las elecciones del próximo año.
Según uno de los acuerdos suscritos por el Gobierno y las FARC, el grupo tendrá en el periodo legislativo de 2018-2022 una representación de 10 congresistas, cinco en el Senado y cinco en la Cámara de Representantes.
Como mínimo, esa representación se mantendrá en el periodo 2022-2026, pero puede ser mayor de acuerdo con los votos obtenidos por las listas de ese partido. A partir de los comicios parlamentarios de 2026, la colectividad que representa a las FARC ya no tendrá beneficios y deberá luchar codo a codo y en igualdad de condiciones con los demás partidos.
En opinión del ex guerrillero y ahora reputado analista político León Valencia, el partido de las FARC entrará en escena con un notable punto de inicio representado en esos 10 escaños en el Congreso. El Senado colombiano tiene 102 bancas y la Cámara de Representantes tiene 166.
Sin embargo, Valencia considera que la principal dificultad de ese partido será convencer a los electores a raíz de la elevada impopularidad del grupo tras medio siglo de actividad guerrillera.
"¿Cómo le irá a las FARC? Depende de las decisiones que tomen las mismas FARC. Si se constituyen en un partido amplio, incluyente, si piensan en el futuro, en la población urbana, en alianzas políticas, pueden convertirse en una fuerza importante", señaló Valencia.
Un punto de partida importante, de acuerdo con el analista, será la representación en el Congreso pocos meses después del desarme del grupo y la posibilidad de competir en 2019 en los comicios regionales para elegir a gobernadores, alcaldes y concejales.
"Pueden convertirse en el principal partido de la izquierda colombiana. Eso ya es un logro enorme. Pero hay una soledad enorme de las FARC, hay una dificultad en otras fuerzas políticas para buscarlos como aliados, hay dificultades en la opinión pública para aceptar a las FARC", agregó Valencia.
Al instalar el congreso fundacional del partido, Londoño afirmó que la futura formación, de orientación izquierdista y bolivariana, no será dogmática ni sectaria y rivalizará con sus contradictores "sin soberbia y con respeto".
Según Valencia, esos propósitos de las FARC son valiosos en la fase del posconflicto para tratar de sanar las heridas generadas por una guerra interna que desangró al país con más de de 230.000 muertos, cerca de seis millones de desplazados y unos 80.000 desaparecidos.
"Les toca actuar con humildad, mirar hacia la opinión pública, donde tienen un saldo rojo enorme. Tienen que congraciarse con el país después de una larga lucha que ha dejado tanto dolor", afirmó.
El experto señaló que las FARC deben dar ejemplo a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), grupo del que fue uno de sus jefes y se retiró hace varios años para dedicarse al análisis político. Esa organización negocia un acuerdo de paz con el Gobierno desde febrero pasado.