Las fuerzas del Hashd al Shaabi (Movilización Popular) "liberaron la ciudad antigua de Hatra tras violentos combates con el enemigo", indicó en un comunicado el grupo paramilitar, dominado por milicias chiitas.
Habían lanzado su ofensiva el martes al amanecer y desde entonces han recuperado cinco pueblos y el sitio antiguo de Hatra, en manos de los yihadistas, al suroeste de Mosul.
Las fuerzas progubernamentales tratan de apoderarse de la localidad de Hatra, situada cerca del sitio antiguo.
Paralelamente a la ofensiva de las fuerzas iraquíes en Mosul que tiene lugar desde octubre, estas milicias tratan de recuperar la ciudad de Tal Afar, al oeste de la segunda ciudad del país, y los sectores desérticos que se extienden hasta la frontera con Siria.
Según un corresponsal de la AFP sobre el terreno, el avance del Hashd al Shaabi fue rápido ante la débil resistencia que opusieron los yihadistas.
Situada en una región desértica, la ciudad de Hatra fue construida en el siglo II o III a.C y fue un importante centro comercial y religioso bajo el imperio persa de los partos. Contaba con imponentes fortificaciones y magníficos templos, conjugando la arquitectura occidental con la oriental.
En pleno apogeo del "califato" proclamado en 2014 por el EI en Siria e Irak, más de 4.000 sitios arqueológicos iraquíes han estado en manos de los ultrarradicales sunitas.
Los yihadistas, que consideran las estatuas humanas o de animales como una forma de idolatría, han destruido varios sitios arqueológicos en los territorios conquistados en ambos países, además de traficar con algunas antigüedades confiscadas para financiar sus actividades.
La organización yihadista publicó un video en el que mostraba a sus combatientes destruyendo las esculturas de las paredes de un edificio de Hatra.
Desde hace varios meses, las fuerzas iraquíes, apoyadas por una coalición internacional liderada por Estados Unidos, han ido reconquistando extensos territorios, lo que permitió descubrir la amplitud de los daños, "más importantes de lo que se temía", según la Unesco.
Solo en la región de Mosul, en el norte del país, "al menos 66 sitios arqueológicos han sido destruidos, algunos fueron transformados en aparcamientos, lugares de culto musulmanes y cristianos han sido objeto de destrucciones masivas y miles de manuscritos han desaparecido", declaró el ministro de Cultura iraquí, Qais Rashid, en una rueda de prensa organizada por la Unesco en París el pasado febrero.
En noviembre, un mes después de que se iniciara la ofensiva de Mosul, segunda ciudad del país, las fuerzas iraquíes le arrebataron al grupo EI el sitio de Nimrod, una joya del imperio asirio fundado en el siglo XIII y destruido por los yihadistas con grúas, picos y explosivos.
En marzo, mientras avanzaban en Mosul Oeste, las fuerzas progubernamentales recuperaron el control del museo de la ciudad, vandalizado por los yihadistas.
Se trata del segundo museo más importante del país y albergaba objetos de incalculable valor del periodo asirio, así como del periodo helénico, de varios siglos antes de la era cristiana.
En la vecina Siria, el grupo extremista destruyó hermosos templos y las célebres torres funerarias de Palmira, ciudad que llegó a ocupar por dos veces hasta que el 2 de marzo la recuperaran las fuerzas del régimen.
Habían lanzado su ofensiva el martes al amanecer y desde entonces han recuperado cinco pueblos y el sitio antiguo de Hatra, en manos de los yihadistas, al suroeste de Mosul.
Las fuerzas progubernamentales tratan de apoderarse de la localidad de Hatra, situada cerca del sitio antiguo.
Paralelamente a la ofensiva de las fuerzas iraquíes en Mosul que tiene lugar desde octubre, estas milicias tratan de recuperar la ciudad de Tal Afar, al oeste de la segunda ciudad del país, y los sectores desérticos que se extienden hasta la frontera con Siria.
Según un corresponsal de la AFP sobre el terreno, el avance del Hashd al Shaabi fue rápido ante la débil resistencia que opusieron los yihadistas.
Situada en una región desértica, la ciudad de Hatra fue construida en el siglo II o III a.C y fue un importante centro comercial y religioso bajo el imperio persa de los partos. Contaba con imponentes fortificaciones y magníficos templos, conjugando la arquitectura occidental con la oriental.
- Destrucciones y tráfico -
En pleno apogeo del "califato" proclamado en 2014 por el EI en Siria e Irak, más de 4.000 sitios arqueológicos iraquíes han estado en manos de los ultrarradicales sunitas.
Los yihadistas, que consideran las estatuas humanas o de animales como una forma de idolatría, han destruido varios sitios arqueológicos en los territorios conquistados en ambos países, además de traficar con algunas antigüedades confiscadas para financiar sus actividades.
La organización yihadista publicó un video en el que mostraba a sus combatientes destruyendo las esculturas de las paredes de un edificio de Hatra.
Desde hace varios meses, las fuerzas iraquíes, apoyadas por una coalición internacional liderada por Estados Unidos, han ido reconquistando extensos territorios, lo que permitió descubrir la amplitud de los daños, "más importantes de lo que se temía", según la Unesco.
Solo en la región de Mosul, en el norte del país, "al menos 66 sitios arqueológicos han sido destruidos, algunos fueron transformados en aparcamientos, lugares de culto musulmanes y cristianos han sido objeto de destrucciones masivas y miles de manuscritos han desaparecido", declaró el ministro de Cultura iraquí, Qais Rashid, en una rueda de prensa organizada por la Unesco en París el pasado febrero.
En noviembre, un mes después de que se iniciara la ofensiva de Mosul, segunda ciudad del país, las fuerzas iraquíes le arrebataron al grupo EI el sitio de Nimrod, una joya del imperio asirio fundado en el siglo XIII y destruido por los yihadistas con grúas, picos y explosivos.
En marzo, mientras avanzaban en Mosul Oeste, las fuerzas progubernamentales recuperaron el control del museo de la ciudad, vandalizado por los yihadistas.
Se trata del segundo museo más importante del país y albergaba objetos de incalculable valor del periodo asirio, así como del periodo helénico, de varios siglos antes de la era cristiana.
En la vecina Siria, el grupo extremista destruyó hermosos templos y las célebres torres funerarias de Palmira, ciudad que llegó a ocupar por dos veces hasta que el 2 de marzo la recuperaran las fuerzas del régimen.