Apoyadas por la coalición internacional bajo comando estadounidense, el miércoles las tropas iraquíes consolidaron sus posiciones, cuatro días después de iniciar la ofensiva sobre el oeste de Mosul.
Su primer objetivo es ocupar el aeródromo, que no está operativo, y la base militar adyacente. Su control abriría la vía a un asalto sobre la periferia suroeste, cerca del río Tigris, que dividen en dos la ciudad.
Desde el domingo, las fuerzas iraquíes han reconquistado un importante puesto de control en la autopista que une Bagdad y Mosul por el sur, así como la localidad de Al Buseif, desde la que se domina el aeropuerto y el sur de la ciudad.
Los convoyes militares estadounidense se dirigían el miércoles hacia este pueblo, constataron periodistas de la AFP, pero no está prevista ninguna operación de calado durante la jornada por la visita de los MInistros de Interior y de Defensa a la línea de frente.
Los avances logrados en los últimos días permitieron a cientos de civiles huir de las localidades reconquistadas. "Unas 480 personas desplazadas de la zona de Al Yarmuk han sido trasladadas a zonas liberadas más al sur", anunció la policía federal.
En las proximidades de Tal Afar, ciudad aún en poder del EI al oeste de Mosul y cerca de la frontera siria, el grupo paramilitar Hashd as Shaabi combatía a los yihadistas.
Estas milicias, una coalición compuesta esencialmente de combatientes chiitas, anunciaron la muerte de varios yihadistas y la explosión controlada de al menos cuatro coches bomba.
El comando de élite antiterrorista (CTS), que tiene un papel central en la reconquista de la parte occidental de Mosul, no ha sido movilizado por el momento.
Quienes sí están sobre el terreno son las Unidades de Intervención Rápida del ministerio del Interior, que podrían entrar en el aeropuerto en los próximos días.
A continuación, las tropas se enfrentarán a los yihadistas en las estrechas calles de la ciudad vieja de Mosul, en la rivera oeste.
Según un responsable de inteligencia estaodunidense, quedarían "unos 2.000" combatientes del EI en esta parte de la ciudad, frente a los entre 5.000 y 7.000 presentes en toda la metrópolis al inicio de la ofensiva el 17 de octubre.
"Los combatientes de Dáesh ha tomado todos los hospitales y ahora son los únicos con derecho a recibir tratamiento", declaró por teléfono a la AFP un empleado del hospital Al Jamhuri, en el oeste de Mosul, empleando el acrónimo árabe del EI.
Según fuentes médicas y habitantes de la ciudad, los más débiles empiezan a morir de malnutrición y por la falta de medicamentos.
Un mes después de la reconquista del lado oriental de Mosul, la seguridad en ella sigue siendo precaria, y se han producido varios ataques en zonas "liberadas".
El miércoles, habitantes de la zona encontraron en sus puertas panfletos del EI ordenándoles "abandonar la ciudad lo antes posible". "Quedaros os expone a la muerte, seréis un objetivo legítimo", amenazaba.
Unas 50.000 de las 220.000 personas desplazadas en el primer mes de ofensiva han regresado a sus hogares, pero otros siguen huyendo de las zonas recientemente reconquistadas al EI por miedo a las represalias.
Su primer objetivo es ocupar el aeródromo, que no está operativo, y la base militar adyacente. Su control abriría la vía a un asalto sobre la periferia suroeste, cerca del río Tigris, que dividen en dos la ciudad.
Desde el domingo, las fuerzas iraquíes han reconquistado un importante puesto de control en la autopista que une Bagdad y Mosul por el sur, así como la localidad de Al Buseif, desde la que se domina el aeropuerto y el sur de la ciudad.
Los convoyes militares estadounidense se dirigían el miércoles hacia este pueblo, constataron periodistas de la AFP, pero no está prevista ninguna operación de calado durante la jornada por la visita de los MInistros de Interior y de Defensa a la línea de frente.
Los avances logrados en los últimos días permitieron a cientos de civiles huir de las localidades reconquistadas. "Unas 480 personas desplazadas de la zona de Al Yarmuk han sido trasladadas a zonas liberadas más al sur", anunció la policía federal.
- Combates en Tal Afar -
En las proximidades de Tal Afar, ciudad aún en poder del EI al oeste de Mosul y cerca de la frontera siria, el grupo paramilitar Hashd as Shaabi combatía a los yihadistas.
Estas milicias, una coalición compuesta esencialmente de combatientes chiitas, anunciaron la muerte de varios yihadistas y la explosión controlada de al menos cuatro coches bomba.
El comando de élite antiterrorista (CTS), que tiene un papel central en la reconquista de la parte occidental de Mosul, no ha sido movilizado por el momento.
Quienes sí están sobre el terreno son las Unidades de Intervención Rápida del ministerio del Interior, que podrían entrar en el aeropuerto en los próximos días.
A continuación, las tropas se enfrentarán a los yihadistas en las estrechas calles de la ciudad vieja de Mosul, en la rivera oeste.
Según un responsable de inteligencia estaodunidense, quedarían "unos 2.000" combatientes del EI en esta parte de la ciudad, frente a los entre 5.000 y 7.000 presentes en toda la metrópolis al inicio de la ofensiva el 17 de octubre.
- Amenazas del EI -
La ONU y las oenegés han mostrado su inquietud por las 750.000 personas que habitan en Mosul oeste, de los cuales cerca de la mitad son niños. Sus condiciones de vida son cada vez más precarias en esa zona aislada del exterior y a la que no llegan aprovisionamientos.
"Los combatientes de Dáesh ha tomado todos los hospitales y ahora son los únicos con derecho a recibir tratamiento", declaró por teléfono a la AFP un empleado del hospital Al Jamhuri, en el oeste de Mosul, empleando el acrónimo árabe del EI.
Según fuentes médicas y habitantes de la ciudad, los más débiles empiezan a morir de malnutrición y por la falta de medicamentos.
Un mes después de la reconquista del lado oriental de Mosul, la seguridad en ella sigue siendo precaria, y se han producido varios ataques en zonas "liberadas".
El miércoles, habitantes de la zona encontraron en sus puertas panfletos del EI ordenándoles "abandonar la ciudad lo antes posible". "Quedaros os expone a la muerte, seréis un objetivo legítimo", amenazaba.
Unas 50.000 de las 220.000 personas desplazadas en el primer mes de ofensiva han regresado a sus hogares, pero otros siguen huyendo de las zonas recientemente reconquistadas al EI por miedo a las represalias.