La aviación militar de Estados Unidos efectuó entre lunes y martes siete bombardeos contra posiciones del EI en Sirte, a petición del Gobierno de Unión Nacional (GNA), cuyas fuerzas tienen problemas para reconquistar esta ciudad, en manos de los yihadistas desde junio de 2015.
"Nuestras fuerzas siguen avanzando e intentan consolidar sus posiciones, con el apoyo de los bombardeos continuos de la aviación estadounidense, que han dado un impulso a la ofensiva" para reconquistar Sirte, declaró a la AFP Reda Issa, portavoz del GNA.
Las tropas "se enfrentan a francotiradores y a las minas en diferentes sectores de Sirte", situada a 450 km al este de Trípoli, añadió.
Los bombardeos estadounidenses, "con su nivel de precisión, contribuirán a eliminar objetivos entre las casas, que son difíciles de alcanzar por nuestros hombres", precisó.
Issa no reveló si la aviación estadounidense volvería este miércoles a efectuar ataques en Sirte, principal feudo de los yihadistas en Libia.
En una ofensiva lanzada el 12 de mayo para reconquistar Sirte, las fuerzas del GNA entraron en la ciudad el 9 de junio y consiguieron cercar a los yihadistas. Pero su avance se vio frenado por los contrataques del EI, que no cesa de perpetrar atentados suicidas.
"Las armas eficaces y precisas ayudarán sin duda a ganar la batalla", dijo el responsable libio en alusión a los bombardeos estadounidenses.
Estados Unidos, que bombardea al EI en Irak y en Siria desde 2014, reiteró en múltiples ocasiones su voluntad de "destruir" a la organización.
El presidente estadounidense Barack Obama afirmó que los bombardeos son un tema de "seguridad nacional" para su país.
En otras zonas del territorio libio, Estados Unidos ya había lanzado otros bombardeos. En uno de ellos, en noviembre de 2015 en Derna (este), el Pentágono aseguró que abatió al líder del EI en el país, Abu Nabil.
En casi tres meses, más de 300 miembros de las fuerzas libias murieron y otros 1.500 resultaron heridos, según fuentes médicas en Misrata (200 km al este de Trípoli), sede del mando militar de la operación para reconquistar Sirte.
El EI ha conseguido implantarse en Libia y apoderarse de Sirte aprovechando el caos en el país tras la caída del régimen de Muamar Gadafi en 2011, tras ocho meses de rebelión armada.
Dos gobiernos se disputan el poder, el GNA instalado en Trípoli y reconocido por la comunidad internacional y un gabinete paralelo, con base en el este del país.
Para la administración instalada en el este, estos ataques aéreos estadounidenses son "violaciones del espacio aéreo" libio.
Y terció en la polémica Dar al Iftaa, la más importante autoridad religiosa libia, que tampoco reconoce la autoridad del GNA, también rechazó los bombardeos, alegando que eran un intento de "robar" protagonismo a las fuerzas libias y constituían una "violación de la soberanía nacional".
El martes de noche, 23 miembros de las fuerzas leales al gobierno paralelo murieron en un atentado suicida en Bengasi, a 1.000 km al este de Trípoli, según un nuevo balance de una fuente médica.
Desde hace más de dos años, Bengasi, la segunda ciudad de Libia, vive eb medio de enfrentamientos entre las fuerzas del controvertido general Jalifa Haftar, opuesto al GNA, y los grupos extremistas.
"Nuestras fuerzas siguen avanzando e intentan consolidar sus posiciones, con el apoyo de los bombardeos continuos de la aviación estadounidense, que han dado un impulso a la ofensiva" para reconquistar Sirte, declaró a la AFP Reda Issa, portavoz del GNA.
Las tropas "se enfrentan a francotiradores y a las minas en diferentes sectores de Sirte", situada a 450 km al este de Trípoli, añadió.
Los bombardeos estadounidenses, "con su nivel de precisión, contribuirán a eliminar objetivos entre las casas, que son difíciles de alcanzar por nuestros hombres", precisó.
Issa no reveló si la aviación estadounidense volvería este miércoles a efectuar ataques en Sirte, principal feudo de los yihadistas en Libia.
- 'Armas precisas' -
En una ofensiva lanzada el 12 de mayo para reconquistar Sirte, las fuerzas del GNA entraron en la ciudad el 9 de junio y consiguieron cercar a los yihadistas. Pero su avance se vio frenado por los contrataques del EI, que no cesa de perpetrar atentados suicidas.
"Las armas eficaces y precisas ayudarán sin duda a ganar la batalla", dijo el responsable libio en alusión a los bombardeos estadounidenses.
Estados Unidos, que bombardea al EI en Irak y en Siria desde 2014, reiteró en múltiples ocasiones su voluntad de "destruir" a la organización.
El presidente estadounidense Barack Obama afirmó que los bombardeos son un tema de "seguridad nacional" para su país.
En otras zonas del territorio libio, Estados Unidos ya había lanzado otros bombardeos. En uno de ellos, en noviembre de 2015 en Derna (este), el Pentágono aseguró que abatió al líder del EI en el país, Abu Nabil.
En casi tres meses, más de 300 miembros de las fuerzas libias murieron y otros 1.500 resultaron heridos, según fuentes médicas en Misrata (200 km al este de Trípoli), sede del mando militar de la operación para reconquistar Sirte.
- 'Violaciones del espacio aéreo' -
El EI ha conseguido implantarse en Libia y apoderarse de Sirte aprovechando el caos en el país tras la caída del régimen de Muamar Gadafi en 2011, tras ocho meses de rebelión armada.
Dos gobiernos se disputan el poder, el GNA instalado en Trípoli y reconocido por la comunidad internacional y un gabinete paralelo, con base en el este del país.
Para la administración instalada en el este, estos ataques aéreos estadounidenses son "violaciones del espacio aéreo" libio.
Y terció en la polémica Dar al Iftaa, la más importante autoridad religiosa libia, que tampoco reconoce la autoridad del GNA, también rechazó los bombardeos, alegando que eran un intento de "robar" protagonismo a las fuerzas libias y constituían una "violación de la soberanía nacional".
El martes de noche, 23 miembros de las fuerzas leales al gobierno paralelo murieron en un atentado suicida en Bengasi, a 1.000 km al este de Trípoli, según un nuevo balance de una fuente médica.
Desde hace más de dos años, Bengasi, la segunda ciudad de Libia, vive eb medio de enfrentamientos entre las fuerzas del controvertido general Jalifa Haftar, opuesto al GNA, y los grupos extremistas.