El cierre de un acuerdo, que este jueves se daba por inminente, "no fue posible, al no ceder los negociadores en sus puntos de desacuerdo", declaró a la AFP el diplomático, quien precisó que "en los dos próximos días" se convocará una nueva tanda de negociaciones bajo la supervisión del enviado de la ONU en Yemen, Jamal Benomar.
Según una fuente próxima a los negociadores, las conversaciones, entre el gobierno yemení y la rebelión Ansarula, "continuaron hasta tarde la madrugada del viernes y se realizaron progresos".
Las negociaciones abordan el nombramiento, en 48 horas, de un nuevo primer ministro y la bajada del precio del carburante, las dos principales peticiones de los rebeldes, que también exigen "un calendario" para la puesta en marcha de los resultados del diálogo nacional finalizado en enero.
Por su parte, las autoridades reclaman el desmantelamiento de las acampadas rebeldes instaladas desde el 18 de agosto en la capital y sus alrededores. Hombres armados ocupan además las principales carreteras, que unen Saná con el resto de regiones del país.
Ansarula, que acusa al gobierno de corrupción, buscaría también ampliar su zona de influencia en el futuro Estado federal, que contará con seis provincias.
Entre los "numerosos" puntos de divergencia, el diplomático de la ONU señaló que "los negociadores no lograron acordar el nombramiento de un primer ministro, ni el reparto de puestos en un nuevo gobierno", así como una solución a la violencia en el noreste del país.