Manifestación de partidarios de Saad Al Hariri en Beirut, ayer.
Este nombramiento es consecutivo a la caída del gobierno Hariri por la dimisión el 12 de enero de los ministros del bloque de Hezbolá, la Corriente Patriótica Libre y otros partidos.
Estos partidos consideran que el Tribunal Especial para el Líbano (TEL) encargado de juzgar a los responsables del asesinato del ex primer ministro y padre de Saad, Rafic Al Hariri, realmente no ha investigado, ha usado pruebas falsas y testigos falsos, y que sólo pretende provocar la guerra civil en Líbano y así destruir a la resistencia( El Partido de dios, Hezbolá). Las diferencias sobre este tribunal provocaron la caída del anterior gobierno presidido por Saad Al Hariri.
La coalición de Hariri tenía el control del Parlamento después de las legislativas de 2009, pero con el cambio de los aliados del sunita Mikati y de los del líder druso Walid Jumblat, es el bloque de Hezbolá, Corriente Patriótica Libre y otros partidos el que tiene ahora la mayoría parlamentaria.
Apoyado por Damasco y Teherán pero considerado como un grupo terrorista por Washington, el Hezbolá prevé ser encausado por el TEL y trató sin éxito de obtener que Saad Hariri desaprobase este tribunal.
Nayib Mikati, de 55 años, magnate de las telecomunicaciones y cuya fortuna alcanza los 2.500 millones de dólares, según la revista Forbes, deberá enfrentar el delicado problema del TEL.
El Hezbolá quiere que el gobierno cese toda cooperación con el TEL, suspendiendo el financiamiento libanés y retirando los jueces libaneses.
Esta designación "no es una victoria de un campo sobre el otro. Es la victoria de la reconciliación (...)", dijo Mikati después de reunirse con el presidente Michel Suleiman, que promulgó el decreto de su nombramiento.
El jefe del Hezbolá, Hasan Nasralá, llamó al bloque de Hariri a participar en el gabinete que formará el nuevo primer ministro Mikati.
"Los libaneses tienen una verdadera posibilidad de unirse sobre la base de 'ni vencedores ni vencidos'", declaró en un discurso transmitido por pantalla gigante ante miles de partidarios en Baalbeck (este).
"El próximo gobierno no será el del Hezbolá, ni será conducido por el Hezbolá (...) No queremos ni el poder, ni el gobierno", aseguró Nasralá.
El campo de Hariri afirmó desde ya que boicoteará todo gabinete dirigido por un candidato del movimiento chiita.
El anuncio de este nombramiento fue precedido por manifestaciones convocadas por los partidarios de Hariri acusando al Hezbolá de "golpe de Estado".
En Trípoli, la gran ciudad del norte y feudo sunita donde las escuelas y comercios estaban cerrados, una multitud enardecida atacó e incendió un vehículo de transmisión de la cadena de televisión qatarí Al Jazeera, considerada como simpatizante del Hezbolá.
En Saida y en Beirut los partidarios de Hariri quemaron neumáticos y contenedores de basuras, bloqueando las rutas.
Mikati que mantiene buenas relaciones con Siria, ex potencia de tutela en el Líbano, obtuvo el apoyo de 68 diputados de los 128. El cargo de primer ministro está reservado por tradición a la comunidad sunita en el Líbano.
Un primer ministro apoyado por el partido chiita puede significar la formación de un gobierno independiente respecto a Estados Unidos, que ha advertido del efecto que un mayor poder del Hezbolá podría tener sobre la ayuda estadounidense al Líbano.
Por su parte, Francia expresó "su preocupación por la estabilidad" del Líbano a través del ministerio de Relaciones Exteriores.
La crisis política proyecta el espectro de las violencias de mayo de 2008, cuando los combates entre miembros de los dos bloques políticos del país dejaron un centenar de muertos y llevaron al país una vez más al borde de la guerra civil.
Estos partidos consideran que el Tribunal Especial para el Líbano (TEL) encargado de juzgar a los responsables del asesinato del ex primer ministro y padre de Saad, Rafic Al Hariri, realmente no ha investigado, ha usado pruebas falsas y testigos falsos, y que sólo pretende provocar la guerra civil en Líbano y así destruir a la resistencia( El Partido de dios, Hezbolá). Las diferencias sobre este tribunal provocaron la caída del anterior gobierno presidido por Saad Al Hariri.
La coalición de Hariri tenía el control del Parlamento después de las legislativas de 2009, pero con el cambio de los aliados del sunita Mikati y de los del líder druso Walid Jumblat, es el bloque de Hezbolá, Corriente Patriótica Libre y otros partidos el que tiene ahora la mayoría parlamentaria.
Apoyado por Damasco y Teherán pero considerado como un grupo terrorista por Washington, el Hezbolá prevé ser encausado por el TEL y trató sin éxito de obtener que Saad Hariri desaprobase este tribunal.
Nayib Mikati, de 55 años, magnate de las telecomunicaciones y cuya fortuna alcanza los 2.500 millones de dólares, según la revista Forbes, deberá enfrentar el delicado problema del TEL.
El Hezbolá quiere que el gobierno cese toda cooperación con el TEL, suspendiendo el financiamiento libanés y retirando los jueces libaneses.
Esta designación "no es una victoria de un campo sobre el otro. Es la victoria de la reconciliación (...)", dijo Mikati después de reunirse con el presidente Michel Suleiman, que promulgó el decreto de su nombramiento.
El jefe del Hezbolá, Hasan Nasralá, llamó al bloque de Hariri a participar en el gabinete que formará el nuevo primer ministro Mikati.
"Los libaneses tienen una verdadera posibilidad de unirse sobre la base de 'ni vencedores ni vencidos'", declaró en un discurso transmitido por pantalla gigante ante miles de partidarios en Baalbeck (este).
"El próximo gobierno no será el del Hezbolá, ni será conducido por el Hezbolá (...) No queremos ni el poder, ni el gobierno", aseguró Nasralá.
El campo de Hariri afirmó desde ya que boicoteará todo gabinete dirigido por un candidato del movimiento chiita.
El anuncio de este nombramiento fue precedido por manifestaciones convocadas por los partidarios de Hariri acusando al Hezbolá de "golpe de Estado".
En Trípoli, la gran ciudad del norte y feudo sunita donde las escuelas y comercios estaban cerrados, una multitud enardecida atacó e incendió un vehículo de transmisión de la cadena de televisión qatarí Al Jazeera, considerada como simpatizante del Hezbolá.
En Saida y en Beirut los partidarios de Hariri quemaron neumáticos y contenedores de basuras, bloqueando las rutas.
Mikati que mantiene buenas relaciones con Siria, ex potencia de tutela en el Líbano, obtuvo el apoyo de 68 diputados de los 128. El cargo de primer ministro está reservado por tradición a la comunidad sunita en el Líbano.
Un primer ministro apoyado por el partido chiita puede significar la formación de un gobierno independiente respecto a Estados Unidos, que ha advertido del efecto que un mayor poder del Hezbolá podría tener sobre la ayuda estadounidense al Líbano.
Por su parte, Francia expresó "su preocupación por la estabilidad" del Líbano a través del ministerio de Relaciones Exteriores.
La crisis política proyecta el espectro de las violencias de mayo de 2008, cuando los combates entre miembros de los dos bloques políticos del país dejaron un centenar de muertos y llevaron al país una vez más al borde de la guerra civil.